El "proceso" a Schillebeeckx concluir¨¢, seg¨²n se cree, con una amonestaci¨®n privada del Papa
Se concluyeron ayer los interrogatorios del ex Santo Oficio al te¨®logo belga Edward Schillebeeckx. Como el d¨ªa anterior, el catedr¨¢tico de Teolog¨ªa de la Universidad de Nimega (Holanda) se hab¨ªa presentado puntual¨ªsimo, a las 8.30, ante el hist¨®rico palacio de la ex Inquisici¨®n, que tanta parte tuvo en condenas que, como la de Galileo Galilei, fueron despu¨¦s p¨¢ginas tristes en la historia de la Iglesia cat¨®lica.
Esta vez, el clima era diverso. El famoso te¨®logo mantuvo el m¨¢ximo secreto con los periodistas que lo esperaban a la puerta. Pero se le ve¨ªa muy tranquilo. Llevaba dos libros en la mano: el Nuevo Testamento, en griego, y su ¨²ltimo libro, El Jes¨²s viviente, que tantos quebraderos de cabeza ha creado a los te¨®logos de la curia romana. Schillebeeckx tendr¨¢ hoy una conferencia en el club de prensa extranjera, por la que existe gran expectaci¨®n. En un primer momento se hab¨ªa negado la noticia, pero ahora la ha confirmado ¨¦l mismo. Se presentar¨¢, pues, a los periodistas con las manos a¨²n calientes de firmar las actas de los interrogatorios que desde la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe le han llevado estos d¨ªas por la noche, a su residencia, para que tuviera tiempo de examinarlas con calma. Es un gesto que no tiene precedentes y que demuestra con cu¨¢nta delicadeza la curia est¨¢ tratando al te¨®logo incriminado. Al parecer el Papa, que conoce muy bien la gran popularidad mundial de Schillebeeckx, la impresi¨®n que ha causado el que se haya puesto en tela de juicio su ortodoxia y el gran fermento que existe en toda Holanda, ha dado ¨®rdenes muy concretas para evitar todo lo que pudiera herir la sensibilidad del ilustre te¨®logo.En los mismos ambientes de L'Osservatore Romano, existe la convicci¨®n que despu¨¦s de la dura declaraci¨®n del primado de Holanda y consultor del Santo Oficio, el cardenal Willebrands, y despu¨¦s de las consideraciones que la Santa Sede est¨¢ teniendo con Schillebeeckx desde que ha llegado a Roma; todo se acabar¨¢ con una palmadita sobre la espalda y una simple llamada personal del Papa para que limite al ¨¢mbito privado las conclusiones de algunas de sus investigaciones cient¨ªficas en campo teol¨®gico.
EL PAIS ha conversado en Roma con el secretario de la Sociedad Teol¨®gica Italiana, Carlo Morali, que en este campo posee una doble experiencia interesante. El te¨®logo italiano, autor de numerosas obras de Teolog¨ªa y ex profesor de la Pontificia Universidad de la Propagaci¨®n de la Fe, ha sido, primero, consultor del ex Santo Oficio, y despu¨¦s, incriminado por sus obras en un proceso semejante al de Schillebeeckx.
Morali afirma que lo importante es que los te¨®logos romanos entiendan que los conflictos entre Schillebeeckx y la curia no son problemas de fe. Lo que ocurre es que el te¨®logo belga est¨¢ intentando crear un modo diverso de ?hacer teolog¨ªa?. Despu¨¦s de siglos de teolog¨ªa ?apolog¨¦tica?, Schillebeeckx presenta una teolog¨ªa ?narrativa? que, al fin y al cabo, corresponde mejor a la primera teolog¨ªa del cristianismo, que era, en efecto, una narraci¨®n de hechos de salvaci¨®n. Los mismos Evangelios no son un libro de ideolog¨ªas o de especulaci¨®n filos¨®fica. Son el resumen de algunos de los hechos ?contados? por cuatro evangelistas de la vida y de la predicaci¨®n de Jes¨²s.
Naturalmente, afirma Molari, el te¨®logo de Nimega usa en su nueva teolog¨ªa el m¨¦todo de cr¨ªtica hist¨®rica como cualquier buen te¨®logo de hoy que se respete. Y sobre todo, aplica a la teolog¨ªa cristiana las nuevas ciencias del hombre. El te¨®logo italiano dijo que, por ejemplo, lo importante del ¨²ltimo discurso del Papa sobre Galileo no era que lo hab¨ªa rehabilitado, como afirm¨® toda la prensa, sino que el Papa ha aceptado que era justa la interpretaci¨®n que Galileo hac¨ªa de la Biblia, que fue lo que escandaliz¨® a su tiempo. La Iglesia estaba acostumbrada a leer la historia con la lectura de la Biblia, la cual era el ¨²nico criterio para avalar la ciencia. La nueva teolog¨ªa de Schillebeeckx, en cambio, como ya hab¨ªa hecho Galileo parte del punto de vista que la ciencia puede servir para conocer mejor el mensaje de salvaci¨®n encerrado en la escritura.
Por otra parte, las cosas que m¨¢s preocupan a Roma son las conclusiones de tipo ?hist¨®rico? a las cuales llega Schillebeeckx y que, como ¨¦l mismo ha dicho, nada tienen que ver con la fe, ya que la gente tiene que aprender a saber que un mismo contenido de la fe se puede explicar de modos muy diversos. Quiz¨¢ las conclusiones hist¨®ricas que m¨¢s han preocupado a la curia son el que las primeras comunidades cristianas no ten¨ªan conciencia de la concepci¨®n virginal de Jes¨²s; que la infalibilidad del Papa no se deduce de los Evangelios; que Cristo no tuvo nunca un proyecto de fundaci¨®n de Iglesia, ya que estaba convencido del fin del mundo; que no tuvo en cada momento el mismo grado de conciencia de su mesianidad y que la resurrecci¨®n, aun siendo un hecho objetivo para la fe, no se prueba s¨®lo por las apariciones a los ap¨®stoles y a las santas mujeres, las cuales podr¨ªan ser m¨¢s bien alucinaciones.
Evidentemente, todos estos resultados de tipo hist¨®rico, aunque no tocan directamente la fe, pueden tener repercusiones de pol¨ªtica religiosa muy importantes, que es lo que preocupa a la curia romana.
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