Menos espectadores en el f¨²tbol Italiano
Un descenso importante en la afluencia de los espectadores a los partidos de f¨²tbol de Primera Divisi¨®n preocupa a los responsables de este deporte en Italia. El baj¨ªsimo ¨ªndice de goles -menos de dos por partido- y la violencia que cada vez se extiende m¨¢s en las gradas son consideradas como las causas principales. Paralelamente, sin embargo, aumenta la participaci¨®n de los aficionados en el juego de las quinielas.
?Qu¨¦ est¨¢ sucediendo en el f¨²tbol italiano? Es la pregunta que se hacen muchos observadores ante dos hechos significativos: disminuye alarmantemente el n¨²mero de espectadores que acude los domingos a los partidos de Primera Divisi¨®n mientras crece el inter¨¦s, incluso de los grandes jugadores y entrenadores, por los equipos ?j¨®venes?, sin m¨¢s pretensiones que ?jugar bien y divertirse?. Y, al mismo tiempo, ha aumentado el total de las quinielas semanales, que ha llegado a tocar la cifra de setecientos millones de pesetas, casi el doble de cuando los campos de f¨²tbol se llenaban hasta los topes.?Significa que la gente prefiere gastarse el dinero en las quinielas? ?Ser¨¢ fruto m¨¢s bien de la grave crisis econ¨®mica que se est¨¢ cerniendo sobre el pa¨ªs con un ¨ªndice de inflaci¨®n galopante?
Los soci¨®logos no lo excluyen, aunque insisten m¨¢s bien en una aut¨¦ntica crisis del f¨²tbol de ?Primera Divisi¨®n?. Lo cierto es que el balance de estos ¨²ltimos tiempos no es consolador: en los tres ¨²ltimos meses, ochenta partidos y s¨®lo 153 goles. Diez heridos, cuarenta hinchas en la c¨¢rcel y el mec¨¢nico de 32 a?os que muri¨® en el Ol¨ªmpico de Roma, destrozado por un cohete antigranizo lanzado por un joven al que la polic¨ªa a¨²n no ha conseguido detener. Un poco por miedo, un poco por rabia, un poco porque la violencia en los campos ha aumentado tanto los controles policiales, lo cierto es que la gente empieza a cansarse de ir a los partidos ?de masas?, que eran los que m¨¢s apasionaban hasta ayer. El f¨²tbol se est¨¢ convirtiendo en la loter¨ªa de las quinielas. Los directivos de los grandes equipos est¨¢n preocupados, mientras los jugadores de ?fama? empiezan tambi¨¦n a cansarse y a retirarse de Primera Divisi¨®n. Un caso clamoroso que no dejar¨¢ de arrastrar a otros ha sido el del famoso campe¨®n nacional Mario Corso. Ha declinado todos los ofrecimientos m¨¢s ventajosos para irse a dirigir un equipo de j¨®venes a N¨¢poles: ?La Primera Divisi¨®n?, afirma, ?corrompe a los j¨®venes. El f¨²tbol es s¨®lo un veneno, no tiene fantas¨ªa. Los campos son como un lago de cianuro para los j¨®venes, que cuando se preparan en los partidos de prueba juegan maravillonsamente, pero en Primera Divisi¨®n envejecen antes de tiempo.?
Y mientras la crisis va carcomiendo espectadores y jugadores del pa¨ªs, sale un grito de exigencia de deporte aut¨¦ntico. El presidente de la Rep¨²blica, el ?joven anciano? Sandro Pertini, ha resumido esta exigencia de? pa¨ªs con estas palabras: ?Deporte, escuelas y gimnasios son m¨¢s importantes que cualquier gol.? El presidente de la Rep¨²blica, inaugurando los Juegos de la Juventud, en G¨¦nova, ante una serie de ministros, confes¨® que de todas partes te llegaba la petici¨®n de ?abrir las escuelas al deporte?, y pidi¨® que en cada escuela italiana pueda crearse un gimnasio.
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