Portugal
Mi columna ?Aportuguesados? parece que tiene en un grito a los portugueses y hecha una tarasca a toda la prensa de Lisboa. Diego Carcedo, compa?ero y amigo, me lo confirma en una postal. Prometo que no era mi idea prender fuego a la bella ciudad por una punta del manuelino. O Diario, que me parece que es comunista, da en el recuadro de entrada de primera p¨¢gina una caricatura en la que Sa Carneiro aparece como una marioneta accionada por Su¨¢rez. ?Madrid reconoce el vasallaje de Sa Carneiro?, titulan. Luego dicen que los se?ores (nosotros) tratamos con desprecio a los vasallos (ellos). O Diario ignora al autor de ?Aportuguesados? (vieja t¨¦cnica estalinista, ahora que vuelve Stalin, ese hombre, ley del silencio que nutre de vac¨ªo p¨¢ginas enteras de la Enciclopedia Sovi¨¦tica escrita bajo el dictador). O Diario entiende, malentendidamente, que el desconocido autor de ?Aportuguesados? ha menospreciado la Revoluci¨®n y el pueblo portugu¨¦s. Nunca he entrado en tal tema, queridos comunistas portugueses, hermanos separados (Carrillo me dec¨ªa hace poco, y lo acabo de publicar en Penthouse, que admira mucho a Cunhal, pero cada vez le es m¨¢s dif¨ªcil entenderse con ¨¦l). Nunca he entrado, no, en ese mal rollo, pero ya que O Diario entra, dir¨¦ que si el comunismo de Cunhal no hubiera sido tan estalinista y prosovi¨¦tico, seguramente habr¨ªa dado m¨¢s juego en el Portugal democr¨¢tico:Los portugueses nos tienen demasiado cerca y temen, quiz¨¢, inficcionarse de nuestro eurocomunismo- me dec¨ªa tambi¨¦n Carrillo, hablando de Cunhal.
O Diario a?ade por su cuenta que Sa Carneiro es un t¨ªtere de Su¨¢rez (argumento que s¨ª solventan con mi insolvente cr¨®nica) y que no s¨¦ qu¨¦ se?or lisboeta es un t¨ªtere de Juan Luis Cebri¨¢n. Aqu¨ª, el se?orito, con el que s¨®lo hablo en las cenas de los Garrigues, no me ten¨ªa enterado de que estamos jugando a los t¨ªteres, de que hemos montado un teatrillo y que hay que llevarlo por los pueblos de la raya de Portugal, tipo buhoneros, porque el periodismo va de costado, seg¨²n la IPI, y eso que a Juan Luis le ha sacado la prensa secular ?periodista del a?o?.
Portugal Hoje (socialista), con la lucidez que da el perder, reproduce en ¨²ltima p¨¢gina, y no en primera, la misma vi?eta y parte de mi comentario, calificando este peri¨®dico madrile?o como uno de los m¨¢s destacados diarios de la prensa liberal europea, y adem¨¢s bien informado. Bien informados ellos, a su vez, dan mi nombre como autor del art¨ªculo/missil y dicen que mis l¨ªneas merecen credibilidad, insistiendo en que mi se?orito tiene un amigo portugu¨¦s, no s¨¦ si polichinela o qu¨¦. Parece que s¨®lo de ese contubernio o minibloque ib¨¦rico Juan Luis/ Polichinela le viene la autoridad y el conocimiento a mi art¨ªculo sobre Portugal, Y para esto se machac¨® uno en la infancia, bajo instancias de mam¨¢, la lectura completa o co?azo de Os Lusiadas, s¨®lo equiparable a otros co?azos hispanoimperiales de la ¨¦poca.
Pero, olvidado Canioens, s¨¦ que Soares est¨¢ en baja y Cunhal enalza. Esto, frente al 48 % de votos de la derecha. S¨¦ que el socialismo portugu¨¦s peca quiz¨¢ de italianizante. s¨¦ que los comunistas siguen creciendo, hasta haber superado el mill¨®n de votos. Soares vive su depre, entrega la alcald¨ªa antigua y se?orial de Lisboa a un democristiano y la movida marxista le supera en la capital. Las clases medias le siguen fieles, pero la gran geograf¨ªa humana de los campesinos, tampoco. Mismamente como Felipe, Soares debe resolver su crisis de identidad (que quiz¨¢ tambi¨¦n lo sea de crecimiento) poni¨¦ndose de largo socialdem¨®crata o cas¨¢ndose con Cunhal por lo incivil.
Mas Cunhal est¨¢ tan borde como siempre, la Historia no le ha ense?ado nada, ni siquiera la suya propia, y en mi met¨¢fora portuguesa de la realidad espa?ola s¨®lo ha visto una ofensa el pueblo portugu¨¦s. Eso es demagogia y lo otro era estalinismo, admirado l¨ªder. Por cierto, ?se ha licuado ya la sangre de Jos¨¦ Stalin? Aqu¨ª san Pantale¨®n nos tiene en un grito.
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