Triunfo de Indira Gandhi en las elecciones de la India
Tras su humillante derrota en 1977, Indira Gandhi, 62 a?os de edad se perfila hoy como la gran vencedora de las elecciones generales indias tras un arrollador triunfo que puede proporcionar a su partido la mayor¨ªa m¨¢s abultada en la historia pol¨ªtica de India. La se?ora Gandhi, hija del primer jefe de Gobierno que tuvo la ex colonia brit¨¢nica tras la independencia, el pandit Neliru, declar¨® anoche en Nueva Delhi que, a la vista de los votos recontados hasta ese momento, esperaba alcanzar una mayor¨ªa de dos tercios de la LoIk Sablia (C¨¢mara baja), que cuenta con 544 esca?os.
El margen de la victoria de la se?ora Gandhi, que sufri¨® una humillante derrota hace menos de tres a?os como consecuencia de veinti¨²n meses de Gobierno de emergencia, ha sorprendido a todos los observadores pol¨ªticos de la capital hind¨². El peri¨®dico m¨¢s influyente de la naci¨®n, The Times of India, describ¨ªa su victoria como ?un triunfo personal, ya que nadie, literalmente nadie, pod¨ªa anticipar la magnitud de la ola? a favor de la ex primera ministra.En opini¨®n de los observadores pol¨ªticos, el triunfo de la se?ora Gandhi se debe principalmente a dos factores: el primero, el fracaso estrepitoso de la pol¨ªtica del partido Janata en el poder y de sus l¨ªderes, encabezados por el intocable Jagjivan Ram, que, en el per¨ªodo desde las ¨²ltimas elecciones generales, se dedicaron a concentrar sus energ¨ªas en los ataques personales a la se?ora Gandhi, en lugar de formular una pol¨ªtica coherente capaz de enfrentarse con ¨¦xito a los tremendos problemas que afectan a la m¨¢s populosa democracia del mundo; el segundo, seg¨²n los observadores, hay que encontrarlo en la convicci¨®n, todav¨ªa muy arraigada en la mente hind¨², de que los gobernantes est¨¢n imbuidos de ?un cierto toque divino?, creencia que trabaja siempre a favor de lo que la se?ora Gandhi representa por tradici¨®n.
Ley y orden
Se podr¨ªa a?adir una tercera causa: ¨¦sta ha sido la au sencia de programas pol¨ªticos por parte de Ram y del primer ministro saliente, Charan Singh, que han basado toda su campa?a en recordar al electorado la actitud de la se?ora Gandhi al gobernar por decreto en los ¨²ltimos veinti¨²n meses de su Gobierno. A la vista est¨¢ que el argumento ha impresionado muy poco a la poblaci¨®n hind¨².
Por su parte, la veterana pol¨ªtica hind¨² ha realizado una campa?a impecable, basada pr¨¢cticamente en dos puntos: seguridad ciudadana, ley y orden, y pol¨ªtica econ¨®mica, concentrado este ¨²ltimo en una promesa formal de una reducci¨®n de precios de los productos alimenticios, argumento de tremenda fuerza para la poblaci¨®n hind¨².
Al mismo tiempo, la se?ora Gandhi ha realizado una agotadora campana que la ha llevado a visitar uno a uno todos los distritos electorales del pa¨ªs, desplegando unas energ¨ªas que la han ganado la admiraci¨®n del electorado.
El carisma de la se?ora Gandhi ha conseguido, por ejemplo, que en uno de los siete distritos electorales de Nueva Delhi compuesto por harijans (intocables) sea elegido su candidato, y no el del partido Janata, representado por el ?intocable? m¨¢s famoso del pa¨ªs, Jagjivan Ram. Igualmente, el ex ministro de Defensa en el ¨²ltimo Gobierno de Indira Gandhi, Bansi Lal, una de las figuras m¨¢s discutidas del pa¨ªs, fue elegido en su circunscripci¨®n por una c¨®moda mayor¨ªa de 26.000 votos.Pero, quiz¨¢, el s¨ªntoma m¨¢s claro de la total rehabilitaci¨®n de la se?ora Gandhi a los ojos del electorado hind¨² haya que buscarlo en la elecci¨®n de su hijo, Sanjay Gandhi, acusado de ?corrupci¨®n? y de ?abuso de poder? en las ¨²ltimas elecciones generales, y cuyo esca?o parec¨ªa asegurado ayer.
Indira y la URSS
El triunfo de Indira Gandhi puede a?adir una nueva dimensi¨®n a la ya explosiva situaci¨®n creada en Asia central como consecuencia de la invasi¨®n sovi¨¦tica de Af`ganist¨¢n. A este respecto, fuentes diplom¨¢ticas recuerdan que fue precisamente la se?ora Gandhi la impulsora del actual tratado de Cooperaci¨®n y Defensa con la Uni¨®n Sovi¨¦tica en 1971. La nueva pol¨ªtica norteamericana de apoyo a Pakist¨¢n y China, los dos enemigos tradicionales de India, no solamente es juzgada con un tremendo recelo en Nueva Delhi, sino que puede echar a la nueva j efa del Gobierno en los bra zos de la Uni¨®n Sovi¨¦tica con una intensidad mayor de lo que ella misma desear¨ªa.
Las elecciones se han celebrado en dos tandas: la primera, el pasadojueves, y la segunda, el domingo. Seg¨²n cifras oficiales, aproximadamente un 60% de los 361 millones. de electores del censo total participaron en la elecci¨®n, un porcentaje sensiblemente menor que el registrado en los dos comicios precedentes, celebrados en 1977 y 1971, respectivamente. El costo de las elecciones, que hacen el n¨²mero siete desde la independencia de India en 1947, se ha calculado en 67 millones de libras esterlinas (unos 10.000 millones de pesetas).
?Pienso que tendr¨¦ que aceptar el puesto de primera ministra. Al principio no quise presentarme a las elecciones, pero mi partido crey¨® que no podr¨ªa ganar sin m¨ª.? Estas declaraciones fueron realizadas por Indira Gandhi horas antes de los comicios del domingo. Segura de s¨ª, la hija de Nehru afirm¨® al New York Times que, desde que dej¨® el poder en 1977, ha estado en el centro de la pol¨ªtica india.
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