"Turandot", "Andrea Chenier" y marat¨®n l¨ªrica

La asistencia de un p¨²blico que desbord¨® la capacidad del Liceo y los l¨ªmites de entusiasmo han rubricado las representaciones protagonizadas por Montserrat Caball¨¦, con Pedro Lavirgen (Turandot) o con Jos¨¦ Carreras (Andrea Chenier). La gran diva espa?ola se ha mostrado como tal y en toda su plenitud vocal y art¨ªstica, tanto al encarnar la extra?a princesa china imaginada por Adami y Simoni, tan espl¨¦ndidamente musicalizada por Puccini (con la intervenci¨®n de Franco Alfano en la ¨²ltima escena), cuanto al abordar la human¨ªsima Magdalena de Andrea Chenier, invenci¨®n verista de Luigi Illica y Umberto Giordarno.Giordano, nueve a?os m¨¢s joven que Puccini y Leoncavallo, y cuatro que Mascagni, se mueve dentro de la ¨®rbita verista. Su primer gran triunfo, Andrea Chenier, es de 1896; el segundo t¨ªtulo que conserva el repertorio, Fedora, de 1998. La Boheme se estrena el mismo a?o que Andrea, pero Puccini hab¨ªa definido su estilo tres a?os antes, en Manon Lescaut. En cuanto a Payasos y Cavaller¨ªa son ambas de 1892. Turandot, la ¨®pera p¨®stuma de Puccini, cuyo papel de pr¨ªncipe Calaf estuvo destinado a Miguel Fleta, fue dirigida por Toscanini en 1926, muerto ya el compositor. Sus pentagramas acogen en alto grado las resonancias modernistas tan caras a Puccini y casi podr¨ªamos decir que esta obra representa el final del verismo, si es que no la consideramos ya situada en otro plano. Tanto la parte del tenor como la de la soprano son fuertes y exigen cantantes de tanto impulso l¨ªrico-dram¨¢tico como buena l¨ªnea musical. Lo que nos fue dado por Caball¨¦ y Lavirgen en un prodigio de labor individual y de conjunci¨®n a trav¨¦s de un proceso en el que la temperatura expresiva fue creciendo.

Si Magdalena de Coigny dio ocasi¨®n a Montserrat Caball¨¦ para mostrarnos otra faceta de su talento -aqu¨ª dominan vientos de lirismo-, el poeta revolucionario Andrea Chenier encontr¨® en Jos¨¦ Carreras su int¨¦rprete ideal, por belleza vocal, magn¨ªfico fraseo y caliente comunicatividad. Con la pareja protagonista se ha apuntado un ¨¦xito m¨¢s que notable el bar¨ªtono Juan Pons, otro de nuestros internacionales, capaz de cantar y hacer con dominio, grave belleza y noble expresividad. Enrique Sierra, Piero de Palma, Jos¨¦ Ruiz, Giancarlo Tosi, Monjo, Esteve (Turandot), Rosa Mar¨ªa Ysas, Forr¨ªdevilla, Aparici, Mori, Garrido, Alaimo (Andrea) completaron unos repartos de primera categor¨ªa y casi ¨ªntegramente espa?oles. Coros, ballet y orquesta sirvieron con buen tono sus cometidos espec¨ªficos, debiendo destacarse la competente labor del maestro Eugenio Marco, director de las dos ¨®peras.

El Club Polinnia, de Radio Peninsular, celebr¨® en el Palau de la M¨²sica un marat¨®n l¨ªrico a teatro abierto, en la que participaron veintisiete cantantes, a empezar por Caball¨¦, Carreras, Lavirgen y Sardinero. El tono verdaderamente popular de la sesi¨®n pudo servir para demostrar el inter¨¦s de los barceloneses por la ¨®pera y la utilidad de un servicio musical como el que viene prestando el club de Radio Peninsular.