CCOO y el acuerdo-marco

?( ... ) Aqu¨ª no se trata -como sostiene el editorialista "paisano"- de que el acuerdo-marco haya recibido "toda la metralla de la batalla pol¨ªtica principal entre comunistas y socialistas", ni de una estrategia del PCE para romper el "aislamiento" que se dice le amenaza. Se trataba -y de ello habr¨¢ que seguir tratando- de llegar a acuerdos entre empresarios y organizaciones sindicales para poner todos el hombro en el desastroso a?o 1980 que la desastrosa pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno y el ego¨ªsmo de la gran patronal nos han preparado. Hasta en los t¨¦rminos se confunden. No hay "tregua social" que valga. Lo necesario es el empuje de las fuerzas sociales y pol¨ªticas del pa¨ªs para hacer frente a las consecuencias de la crisis, a la plaga del paro, a la necesidad de inversiones y de productividad. Pero no exclusivamente, como siempre, a costa de los mismos.Gobierno y gran patronal han optado por el camino contrario. En perjuicio del pa¨ªs y de los trabajadores. Y ah¨ª se halla la ¨²nica raz¨®n del rechazo por Comisiones del acuerdo-marco CEOE-UGT. No se busquen in¨²tilmente otras razones. Con las compartidas por la gran mayor¨ªa de la clase obrera bastan. Una clase obrera -y su organizaci¨®n sindical mayoritaria que muestran su capacidad de ser unitarias por dos, y lo muestran en su insistencia unitaria respecto a UGT, y su responsabilidad nacional, tambi¨¦n por dos.

El rechazo del acuerdo CEOE-UGT no significa la "guerra social", como algunos tratan de hacer creer, sino la defensa serena, convenio tras convenio, de los intereses de los trabajadores. Sin comer en la mano de nadie, ni echarle a nadie la mano al cuello; simplemente en el ejercicio de los derechos democr¨¢ticos. En esa fase entramos.?

, 5 de enero