Enfrentamiento entre los vecinos de Cadreita por la adquisici¨®n de las tierras que trabajan
En los ¨²ltimos tres o cuatro siglos, los herederos de la casa ducal de Alburquerque han sido los propietarios de todo el t¨¦rmino municipal de Cadreita -unas 3.000 hect¨¢reas-, parte del cual estaba alquilado a los vecinos de la localidad en r¨¦gimen de renta; otra parte, en aparcer¨ªa, y el resto, unas 470 hect¨¢reas, entre secano y regad¨ªo, lo llevan directamente los propietarios con treinta familias que trabajan a sueldo en estas tierras. Hacia 1964, los hijos del duque de Alburquerque decidieron poner a la venta las tierras que ten¨ªan arrendadas o en r¨¦gimen de aparcer¨ªa (1.000 hect¨¢reas de secano y otras tantas de regad¨ªo), para lo cual mantuvieron contactos con la Diputaci¨®n Foral de Navarra, ya que la idea original de la propiedad era vender a la Diputaci¨®n para que ¨¦sta, a su vez, y con un buen sistema de financiaci¨®n, volviera a vender a los arrendatarios y aparceros. La idea no prosper¨®, ya que al final, cuando el tema estaba muy avanzado, algunos trabajadores se opusieron y el tema qued¨® en suspenso.En un segundo intento, un grupo de vecinos de Cadreita volvi¨® a pedir a los herederos del duque de Alburquerque que les vendieran las tierras en las que trabajaban, sin que tampoco la operaci¨®n llegara a buen fin, porque en ¨²ltimo t¨¦rmino se solicit¨® a los propietarios que vendieran todas las tierras que constituyen la totalidad del t¨¦rmino municipal de Cadreita, ya que este ayuntamiento no tiene tierras comunales, punto que no fue aceptado.
Es en 1977 cuando el problema toma su aut¨¦ntica dimensi¨®n. La casa ducal est¨¢ dispuesta a vender sus tierras, excepto las 450 hect¨¢reas que cultivan directamente a trav¨¦s de sus propios trabajadores. Sin embargo, una parte de los vecinos de Cadreita considera que es necesario hacer un planteamiento global del tema y pone como condici¨®n para que los arrendatarios y aparceros compren que los propietarios vendan la totalidad de las tierras, en una sola operaci¨®n, y que el Ayuntamiento adquiera unas 455 hect¨¢reas, que se destinar¨ªan a formar el patrimonio comunal del pueblo. El verano de 1977 fue un aut¨¦ntico hervidero de problemas en Cadreita: en el pueblo hay personas que est¨¢n a favor de comprar sin m¨¢s pre¨¢mbulos las tierras que vende la casa ducal, mientras que otros, cuantitativamente m¨¢s numerosos, son partidarios de que se realice una venta global de todas las tierras, para despu¨¦s hacer una planificaci¨®n de concentraci¨®n de parcelas (en la actualidad las tierras son un minifundio que dispone de poca agua, sobre todo en verano).
Primero fueron los enfrentamientos verbales entre los dos grupos (los ratas, dispuestos a comprar las tierras ya, y los topos, partidarios del planteamiento global antes de llegar a un acuerdo); luego viniexon los golpes; despu¨¦s, dos atentados de ETA militar contra la casa de la duquesa de Albunquerque, y, finalmente, la Guardia Civil, para controlar la situaci¨®n.
Sin embargo, los ratas consideraron que deb¨ªan acceder a la propiedad y realizaron las primeras compras, de tierras, a unos precios medios de 204.000 pesetas la hect¨¢rea de regad¨ªo y 46.500 pesetas la de secano. En la actualidad los herederos del duque de Alburquerque ya han vendido casi el 65 % del total de terrenos que ten¨ªan en r¨¦gimen de arrendamiento o aparcer¨ªa. Esta actitud fue interpretada por el bando contrario como un intento para dividir al pueblo, que, seg¨²n el actual alcalde, Enrique P¨¦rez, ?hasta entonces hab¨ªa estado unido para hacer frente a los intereses de los duques?.
La oposici¨®n gan¨® las elecciones
En v¨ªsperas de las elecciones municipales, el pueblo se dividi¨® en dos bandos de cara a las candidaturas: los que ya hab¨ªan comprado tierras a la casa ducal fueron con UCD; el resto form¨® una candidatura independiente que cont¨® con el apoyo de un extenso abanico de partidos, desde el PNV hasta el PTE-ORT y Herri Batasuna, y fue esta candidatura la que consigui¨® cinco de los nueve concejales, y la de UCD, el resto. A partir de entonces, el Ayuntamiento tom¨® como postura, por mayor¨ªa de sus miembros, la que representan las personas consideradas como oposici¨®n a los duques de Alburquerque, entrando en una fase de radicalizaci¨®n, en la que ninguna de las dos partes puede ya entenderse.?La idea de que los arrendatarios y aparceros accedieran a la propiedad?, manifest¨® a EL PA?S Miguel Osorio, conde de la Corzana, hijo de la duquesa de Alburquerque, ?fue nuestra. Consider¨¢bamos que era mejor que fueran propietarios de las tierras que trabajaban, y la verdad es que no nos arrepentimos de haber tomado esa decisi¨®n. Lo que sucede ahora es que nos est¨¢n poniendo las cosas tan dif¨ªciles q ue yo casi me arrepiento de aquella decisi¨®n. Lo hicimos con la mejor intenci¨®n, pensando que el pueblo lo iba a acoger bien, pero, ahora se ha visto que lo han sacado de ¨®rbita.?
Por su parte, el abogado Juan Cambra, concejal del Ayuntamiento de Cadreita, considerado como el l¨ªder de la oposici¨®n a la casa ducal, indic¨® a EL PA?S que los duques de Alburquerque han puesto a la venta las tierras m¨¢s problem¨¢ticas, que ten¨ªan contratos de arrendamiento antiqu¨ªsimos -y muy bajos, por tanto- y que, a estas alturas del problema, el contencios¨® s¨®lo se puede solucionar si los propietarios venden todas las tierras a los vecinos, incluyendo las 470 hect¨¢reas que cultivan ellos, que ser¨ªan destinadas a terrenos comunales del Ayuntamiento.
?Mientras no se haga un planteamiento global para la venta y no se llegue a una reestructuraci¨®n de todas las tierras, actualmente muy divididas en peque?os campos, a los que se les saca escasa rentabilidad, aqu¨ª no va a haber soluci¨®n. Por eso nos hemos dirigido a los partidos pol¨ªticos y al Parlamento Foral de Navarra?, se?al¨® Juan Cambra, ?para que nos ayuden en nuestra lucha. El valor actual de las tierras se lo han dado los agricultores que las han trabajado durante cientos de a?os. ?
?No estamos disconformes?, agreg¨®, ?con el precio de venta que ha fijado la duquesa, pero no va,mos a permitir que se compren tierras mientras no se cumplan estas condiciones que hemos fijado.?
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