"No hay posibilidades de di¨¢logo con los rebeldes musulmanes"

Las autoridades religiosas afganas no han mantenido ning¨²n contacto ni parecen dispuestas a entablar di¨¢logo con los grupos isl¨¢micos de oposici¨®n, que operan, principalmente, desde Pakist¨¢n e Ir¨¢n, seg¨²n ha podido saber EL PA?S a trav¨¦s del mularvi Abdul Aziz Sadeq, presidente de la organizaci¨®n Jamiat Ul Ulami, que controla a los sunnitas y chiitas afganos, en la primera entrevista concedida a un periodista extranjero despu¨¦s del golpe de Estado de Kabul.

El mularvi Aziz Sadeq, t¨ªtulo religioso que equivale al de ayatollah, reside en Kabul y mantiene un consejo religioso -compuesto por trece personas- que representan los intereses de las dos tendencias isl¨¢micas ante el Gobierno. Funciona oficialmente desde el triunfo de la revoluci¨®n de abril de 1978, y su primer y ¨²nico presidente es Aziz Sadeq, quien nos concede la entrevista en su despacho del Ministerio de Justicia.Pregunta. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual en la Iglesia musulmana afgana, despu¨¦s de haber pasado tantas revoluciones y contrarrevoluciones?

Respuesta. El 90% de la poblaci¨®n es musulmana. El 5 % son chiitas y el 95% sunitas, con templos diferenciados. Antes de la revoluci¨®n de abril las autoridades civiles respetaban menos a los dirigentes musulmanes, que hemos encontrado ahora un gran apoyo para los derechos religiosos. reconstrucci¨®n y mantenimiento de las mezquitas, y la ampliaci¨®n del n¨²mero de fieles que son autorizados a ir a La Meca anualmente. que se ha ampliado de 3.000 a cerca de 8.000. Tambi¨¦n se ocupa el Gobierno de aceptar y apoyar la propaganda a trav¨¦s de todos los medios de informaci¨®n.

P. ?De qu¨¦ forma ha influido en los creyentes afganos la llegada al poder del ayatollah Jomeini?

R. En Afganist¨¢n. el 95% de los musulmanes, como ya le he dicho, son sunnitas, y en Ir¨¢n. al rev¨¦s, son chiitas. Por esa diferencia puede establecerse que s¨®lo una minor¨ªa est¨¢ plenamente satisfecha.

P. Mantiene usted alg¨²n tipo de relaci¨®n con Jomeini?

R. No, ninguna.

P. Estos d¨ªas hemos hablado con creyentes en las mezquitas y opinan que es incompatible ser musulm¨¢n y adem¨¢s comunista. Precisamente ha salido a relucir su nombre y le han calificado. despectivamente. de ?comunista?. Imagino que usted conoce esta situaci¨®n. ?Qu¨¦ opina de ello?

R. El derecho a ser miembro de un partido y trabajar en tareas pol¨ªticas es un asunto de quienes quieren ocupar cargos administrativos. A pesar de que el comit¨¦ religioso que yo presido est¨¢ en el Ministerio de Justicia, su funci¨®n se reduce a regular las cuestiones que puedan surgir entre las autoridades y los religiosos, con total separaci¨®n de los dos poderes. La religi¨®n musulmana no proh¨ªbe, por otra parte, que los creyentes sean miembros de determinados partidos pol¨ªticos. Son miembros, por supuesto, del actual Partido Comunista afgano creyentes de distintas religiones.

P. De todas formas, perdone que insista. ?C¨®mo ve usted la situaci¨®n actual de la Iglesia musulmana afgana en un r¨¦gimen como el nacido del 27 de diciembre ¨²ltimo, con totales influencias de la URSS, pa¨ªs en el que el ate¨ªsmo es una de las caracter¨ªsticas principales?

R. Sobre el ate¨ªsmo sovi¨¦tico habr¨ªa mucho que decir. Yo he visitado, acompa?ado por quince mullahs, hace dos meses, la Uni¨®n Sovi¨¦tica; recorr¨ª Tashkent, Tadyakist¨¢n. Leningrado, Bak¨², entre otras ciudades, y he observado el respeto que existe por las creencias religiosas, que es incluso superior al que he visto en Arabla Saud¨ª. Hemos conocido bien la situaci¨®n de normalidad en que viven los musulmanes sovi¨¦ticos a trav¨¦s de la sociedad de la URSS que los representa, y, sobre todo, en las regiones concretas como el C¨¢ucaso y Asia central. Yo le aseguro que la Uni¨®n Sovi¨¦tica no ha interferido en los asuntos religiosos de Afganist¨¢n. ni ha intentado hacer ning¨²n tipo de propaganda atea. La URSS, recientemente, lo ¨²nico que ha hecho ha sido defender nuestras fronteras de acuerdo a unos tratados de amistad que as¨ª lo se?alaban.

P. La principal oposici¨®n a la revoluci¨®n de abril es religiosa. Usted, como puente entre el poder civil y religioso. ?ha iniciado alg¨²n tipo de negociaci¨®n o di¨¢logo con los dirigentes de los movimientos Hez I Islami o Jamiyat I Islam?

R. Los miembros de la oposici¨®n que hacen la guerra en las fronteras son gente que despu¨¦s de la revoluci¨®n perdieron sus privilegios religiosos. Hay dos tipos de religi¨®n musulmana: la musulmana que vino procedente de La Meca y l¨¢ que se dej¨® influenciar por Inglaterra, con diferencias apreciables entre ambas. Los musulmanes de la oposici¨®n son ?musulmanes ingleses?, paralelos al imperialismo americano y a la reacci¨®n paquistan¨ª. Como comprender¨¢, en estas circunstancias no ha podido existir ning¨²n contacto. Ni hay posibilidades de llegar a un di¨¢logo.

P. Seg¨²n acaba de reconocer el propio presidente actual, Babrak Karmal, muchos cl¨¦rigos han sufrido persecuci¨®n por parte de la justicia en los ¨²ltimos tiempos. Usted, que lleva desde el principio de la revoluci¨®n como enlace entre el poder civil y religioso, ?cu¨¢l ha sido su labor positiva en este sentido?.

R. Los mullah, seguidores del imperialismo, emigraron del pa¨ªs. Hubo encarcelamientos y, tambi¨¦n en este terreno, equivocaciones. Por parte de la sociedad que presido, Jamiat Ul Ulamai, se hicieron todos los tr¨¢mites para que fueran liberados; en algunos casos hay que reconocer que no lo conseguimos. Pero le aseguro que ahora los musulmanes afganos son partidarios de los cambios que se operan en el pa¨ªs y tambi¨¦n de la nueva l¨ªnea pol¨ªtica del actual Gobierno. Hace mucho tiempo que desde los p¨²lpitos, en las mezquitas, se propugna por las reformas que ?por fin parece que van a ponerse en marcha?.

P. En caso de que la actual situaci¨®n pol¨ªtica no se consolide, y el poder civil tuviera que recaer sobre un religioso, ?estar¨ªa usted dispuesto a ser el ?Jomeini afgano??

R. El r¨¦gimen actual es un proceso revolucionario que se est¨¢ reforzando y creciendo. Si fuera todo lo contrario, es decir, estuviera debilit¨¢ndose, tendr¨ªa usted derecho a hacerme esa pregunta. Como representante de los fieles musulmanes y buen patriota, mi deseo es que el r¨¦gimen se fortalezca. Mi opini¨®n es que, a partir de ahora, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil la propaganda de la religi¨®n musulmana en Afganist¨¢n.