La producci¨®n es el gran "pozo sin fondo"de las cuentas de RTVE
Para los responsables de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, producir programas constituye el objetivo del trabajo de la casa. A esta funci¨®n se dedica gran cantidad de fondos. Pero estos gastos no est¨¢n controlados, seg¨²n los interventores; se producen con gran discrecionalidad por parte de los responsables de cada producci¨®n y, en general, se ignora cu¨¢l es el coste real de cada producto. Las ideas que se ofrecen a RTVE se contratan en muchos casos sin concreci¨®n en un gui¨®n que a ¨²ltima hora tiene, en muchos casos, que improvisarse.
La programaci¨®n es en Radiotelevisi¨®n Espa?ola algo as¨ª como la columna vertebral de su actividad, y su elemento medular, los programas que la integran. De ah¨ª que los interventores del Ministerio de Hacienda que recibieron el encargo gubernamental de realizar una auditor¨ªa del organismo contemplaran el apartado de la producci¨®n de programas como una parte esencial de su informe. ?El objetivo de RTVE?, escriben, ?es la emisi¨®n de programas. La existencia de los mismos supone su producci¨®n, y para ¨¦sta se requieren medios tanto materiales como personales. En consecuencia, la existencia de una planificaci¨®n en la emisi¨®n traer¨ªa consigo una planificaci¨®n en la producci¨®n y, por ende, en las ¨¢reas suministradoras de los medios que aqu¨¦lla requiera.?El empleo del condicional induce ya a prever que la conclusi¨®n de que tal planificaci¨®n no existe es inminente y que, por tanto, la utilizaci¨®n de los abundantes medios materiales y personales de RTVE deja mucho que desear, haciendo pr¨¢cticamente inevitable la contrataci¨®n -ya se ver¨¢ en qu¨¦ condiciones- de otros ajenos a la voluminosa y costosa estructura del organismo, que permanece as¨ª en una inexplicable infrautilizaci¨®n permanente.
Dicho de otro modo, resulta que en el cap¨ªtulo de la producci¨®n Radiotelevisi¨®n Espa?ola s¨®lo aporta de modo invariable el dinero -mucho dinero-, sin someter a control la utilizaci¨®n de los fondos, sin exigir un compromiso previo respecto del producto final y, como ya se ha se?alado en el cap¨ªtulo anterior, sin extraer posteriormente la adecuada rentabilidad a la inversi¨®n realizada. En definitiva, un absoluto caos, en el que una parte -RTVE- pone y los dem¨¢s -el resto de las partes- recogen todos los frutos.
Planificaci¨®n al trimestre
El informe de la intervencion define as¨ª ese caos: ?S¨®lo existen previsiones de emisi¨®n para tres meses; es decir, en el primer trimestre se elabora la previsi¨®n de lo que va a emitirse en el segundo, y as¨ª sucesivamente. Y aun as¨ª, en la mayor¨ªa de los programas se desconoce con la antelaci¨®n suficiente el contenido de los mismos, ya que no hay guiones.?
A pesar de la pluralidad de departamentos, comisiones, juntas y deliberaciones previas, el camino que recorre cualquier productor o promotor de programas con destino a la programaci¨®n de Radiotelevisi¨®n Espa?ola tiene muy poco de complicado. Lo ¨²nico que se examina es una -por lo general, vaga- idea; todo lo m¨¢s, un t¨ªtulo. M¨¢s recientemente se ha comenzado a exigir presupuestos, pero los propios directivos de RTVE reconocen su escasa fiabilidad y, en la mayor parte de los casos, las previsiones de gastos se incumplen generalmente para sobrepasarlos Antes de aprobar o rechazar un proyecto de programa, los responsables de RTVE no exigen una previsi¨®n de necesidades, y mucho menos, un gui¨®n. Los esquemas de programaci¨®n que se aprueban s¨®lo son te¨®ricos, ya que los t¨ªtulos que en ellos figuran suelen ser exclusivamente gen¨¦ricos.
?Pocos d¨ªas antes de la emisi¨®n?, dicen los interventores, ?aparece, por regla general, el gui¨®n. Por la premura del tiempo, en un pasillo o en un despacho, o en donde sea, se ponen en contacto el productor y los responsables de proveer los medios, y establecen las necesidades para ese programa concreto, sin tener en cuenta otros programas. En consecuencia, al no existir una planificaci¨®n ya desde el principio, el sector de la producci¨®n de programas no puede elaborar su plan de trabajo.?
Tras la descripci¨®n de la realidad, que los interventores no excluyen pueda ser, en cierto modo, interesada, aparecen enunciadas las ?graves consecuencias que se derivan: imposibilidad de elaborar planes de producci¨®n; imposibilidad de conocer si se han alcanzado los objetivos propuestos (puesto que no existen planes); imposibilidad de elaborar un minimo plan de utilizaci¨®n de medios; deficiente utilizaci¨®n de los recursos (tanto propios como ajenos); es imposible identificar las responsabilidades y en consecuencia, tomar medidas oportunas para corregir las actuaciones deficientes, ya que no permite la existencia de un m¨ªnimo control de gesti¨®n?.
Admitida la realidad de que RTVE no contrata guiones cuya existencia fisica est¨¦ probada, sino simples y con frecuencia difusas ideas, los interventores estiman que los -sistemas de selecci¨®n actualmente seguidos pueden ser v¨¢lidos. Lo que no quiere decir que lo sean en la actualidad, precisamente porque ?se est¨¢n comprando unos guiones que fisicamente no existen, con las consecuencias que de ello pueden derivarse. El pago no se realiza hasta que no se reciben y se otorga la conformidad a cada uno de ellos. Sin embargo, las posibilidades de rechazar estos guiones quedan mermadas, ya que, en muchas ocasiones, se reciben con un plazo m¨ªnimo de cara a la grabaci¨®n del programa para una emisi¨®n ya prevista, por lo que su rechazo supondr¨ªa la no emisi¨®n del programa. Todo, lo dicho anteriormente se agrava por el hecho de no figurar en los contratos fechas, l¨ªmites de entrega ni cl¨¢usulas de penalizaci¨®n en caso de demora?.
Para corroborar las apreciaciones respecto al tratamiento, aprobaci¨®n y contrataci¨®n de los guiones, los interventores citan un caso concreto, el de la serie Barrio S¨¦samo. ?En el a?o 1977 se aprueba un presupuesto de 60.144.440 pesetas para la producci¨®n de 65 cap¨ªtulos de la serie Barrio S¨¦samo, en base al cual s¨¦ procedi¨® a la contrataci¨®n de una serie de colaboradores, entre los que se incluye el formalizado con la guionista Dolores Salvador Maldonado, por un per¨ªodo de un a?o y con una cantidad estipulada de 1.950.000 pesetas. Cuando tuvo lugar la firma de este contrato, los guiones no exist¨ªan y cuando se presentaron no fueron aceptados por la directora del programa (Blanca Alvarez). En consecuencia, aun cuando el decorado para la realizaci¨®n del programa estaba preparado (obs¨¦rvese que hasta es posible construir un decorado sin tener el gui¨®n), as¨ª como todos los restantes elementos humanos y materiales, no pudo comenzarse el rodaje. Es m¨¢s, como los colaboradores fueron contratados por el tiempo que dure la producci¨®n, tambi¨¦n fue necesario pagar las colaboraciones durante ese per¨ªodo de tiempo y las cantidades estipuladas con la sociedad norteamericana coproductora de la serie, la CTW, propietaria de los derechos del programa.? Pero la historia, ya de por s¨ª ilustrativa, tiene su continuaci¨®n. ?Al t¨¦rmino del contrato con la guionista primitiva (1 de agosto de 1978), se formaliza un nuevo contrato para la realizaci¨®n de guiones con Jos¨¦ Hern¨¢ndez Miguel, por un importe de 292.000 pesetas por cada uno. El citado colaborador deb¨ªa tener terminados esos guiones el d¨ªa 10 de septiembre de 1978, hecho que no ha podido ser comprobado, ya que esta informaci¨®n, entre otras, fue solicitada y hasta la fecha no ha sido recibida. Por ¨²ltimo, diremos que la cantidad inverlida en este programa asciende a 25.084.646 pesetas y que, seg¨²n los datos suministrados por la direcci¨®n adjunta de medios t¨¦cnicos, durante el ¨²ltimo trimestre de 1978 no se ha llevado a cabo ninguna grabaci¨®n en estudios para este programa.? En la etapa a la que alude el informe, el subdirector de TVE para programas infantiles era Mariano Pe?a. Pocos meses despu¨¦s de concluida la auditor¨ªa, en el verano de 1979, se inici¨® la grabaci¨®n de algunos cap¨ªtulos de Barrio S¨¦samo.
Los directivos, no saben o no contestan
Otro apartado que pretend¨ªan desarrollar los interventores, el denominado ?utilizaci¨®n de los guiones adquiridos?, pretend¨ªa poner de manifiesto varios aspectos: verificar la existencia del denomina do ?registro de proyectos?, donde al parecer tienen entrada todas las ideas o guiones que afluyen a RTVE; verificar el stock de guiones que posee RTVE; verificar su fecha de entrada y si posteriormente han sido o no aprobados; poner de manifiesto cu¨¢l ha sido la inversi¨®n realizada en ellos, y, finalmente, cu¨¢les han sido los guiones e ideas que, una vez adquiridos por RTVE, se han plasmado en programas. Sobre este importante apartado, los interventores escriben: ?Ninguno de estos datos ha sido posible, ya que la informaci¨®n solicitada al director de TVE y posteriormente reiterada al director general de Radiotelevisi¨®n Espa?ola no ha sido recibida, contrariamente a lo dispuesto en el decreto sobre las facilidades que se han de prestar al equipo que realice el control financiero?. El registro de proyectos o guiones de RTVE se abri¨® en febrero de 1978. Posteriormente, la Direcci¨®n General decidi¨® amortizar el puesto, pasando sus competencias a la secretar¨ªa t¨¦cnica de direcci¨®n, dependiente en la actualidad de Angel P¨¦rez Bah¨®n.
Tampoco tuvieron suerte los interventores en su intento de examinar los ?informes previos a la aprobaci¨®n de los programas por las juntas de programaci¨®n?. Estos informes, elaborados por las respectivas subdirecci¨®n de ¨¢reas tem¨¢ticas, considerados ?pieza clave? para la toma de decisiones, ?no han sido recibidos?, dice el informe, ?a pesar de haber sido reiterada al director general de Radiodifusi¨®n y Televisi¨®n la petici¨®n hecha en su d¨ªa al director de TVE?. No les fue, por tanto, posible a los autores del informe constatar su existencia f¨ªsica, ni evaluar la profundidad del tratamiento otorgado y las caracter¨ªsticas de las estimaciones de costes que deber¨ªan incorporar.
Doblar, m¨¢s caro que comprar el programa
El apartado de producciones ajenas, es decir, aquellas que RTVE adquiere para su emisi¨®n, ofrece tambi¨¦n datos significativos. Normalmente, las producciones ajenas corresponden a largometrajes o telefilmes, adquiridos a otros productores (habitualmente extranjeros), cuyos precios vienen fijados por las distribuidoras internacionales, de acuerdo con unas tarifas normalizadas en los pa¨ªses de origen. Por t¨¦rmino medio, un hora de telefilme cuesta entre 150.000 y 200.000 pesetas, pero su doblaje al castellano rebasa las 400.000 pesetas, por hora, en costes de 1979. La contrataci¨®n del doblaje se realiza directamente con las diecisiete empresas espa?olas dedicadas a estas tareas y que, a juicio de los interventores, constituyen en la pr¨¢ctica un oligopolio ?Las tarifas que cobran quedan, por tanto, al arbitrio de las casa suministradoras y a la mayor o menor fortuna en la negociaci¨®n por parte de los responsables de RTVE. Posibilidades de negociaci¨®n tanto o m¨¢s reducidas en cuanto que determinados actores posean la exclusiva del doblaje de otras tantas figuras del cine y se encuentran vinculados con estas empresas de doblaje. Esta es la raz¨®n fundamental de la poca viabilidad que tendr¨ªa la instalaci¨®n de las salas de doblaje propiedad de RTVE.?
El caso de los productores independientes
El mayor c¨²mulo de curiosidades relatadas por los autores del informe se incluye en el ep¨ªgrafe dedicado a las llamadas ?producciones independientes?. Bajo ¨¦l se agrupan aquellos programas coproducidos entre RTVE y empresas privadas (nacionales o extranjeras) y los que producidos ¨ªntegramente por empresas privadas (nacionales) son financiados en su totalidad por Radiotelevisi¨®n Espa?ola. Hay que se?alar que en estas condiciones se encuentran la mayor¨ªa de las producciones denominadas propias en la programaci¨®n de RTVE.
Antes de iniciar la valoraci¨®n de los contratos, sus condiciones econ¨®micas y las causas que determinan la elecci¨®n de la f¨®rmula ?producci¨®n independiente?, los interventores insisten una vez m¨¢s en la existencia de importantes limitaciones ?dada la escasez de datos suministrados?. En una valoraci¨®n inicial se reconoce la existencia de ?una mejora en el ca¨®tico campo de la formalizaci¨®n de los contratos?. pero se denuncia la persistencia de importantes irregularidades: ?firma de contratos con posterioridad a su producci¨®n: en algunos casos, los contratos ya firmados carecen de fecha. teni¨¦ndose que tomar como referencia la del registro en el servicio antes mencionado de Registro de Proyectos; de todos los contratos observados, salvo uno, todos carecen de un presupuesto escandallo elaborado por la productora, en el que se desglosen las partidas y se justifiquen las cantidades pactadas en el contrato?.
Especialmente ilustrativo resulta el ejemplo de la serie titulada La Barraca, basada en la novela de Blasco Ib¨¢?ez y ya emitida por RTVE. El contrato fue suscrito con la productora Aldebar¨¢n y, seg¨²n se escribe en el informe, el entonces subdirector de programas dram¨¢ticos, Gustavo P¨¦rez Puig, remiti¨® un oficio al subdirector de gesti¨®n econ¨®mico-administrativa, relacionado con la exigencia de un presupuesto previo de la productora, antes de formalizar el contrato, en el que dice: ?Naturalmente, insisto en que no me parece l¨®gico que a una productora que nos presta un servicio y nos produce una serie se le pida un presupuesto, puesto que es gana de que nos enga?e y saberlo de antemano.? Afirmaciones de este tipo, en boca de directivos del organismo, no merecen especial comentario de los autores del informe, salvo que ?se comentan por s¨ª solas?. Pese a todo, La Barraca resulta ser el ¨²nico proyecto presupuestado previamente que encuentran los interventores, ?aunque no f¨ªsicamente, ya que despu¨¦s de haber sido solicitado verbalmente y dos veces por escrito, no lo hemos recibido?. Esta serie, presupuestada por la productora Aldebar¨¢n en 81 millones de pesetas, const¨® de nueve cap¨ªtulos de 55 minutos cada uno y ?entre sus partidas no incluye el beneficio industrial, de lo cual cabe deducir que, si los costes son de 81 millones de pesetas y esa es la cantidad que RTVE paga por los nueve cap¨ªtulos, la productora no gana una peseta por realizarlo; cosa harto dudosa?.
La contrataci¨®n de producciones independientes se debe, a Juicio del informe, a los derechos de propiedad de algunos particulares. ?Cuando alg¨²n particular acreditado en RTVE presenta una idea o proyecto, o incluso los guiones, supone, en caso de interesarle a RTVE, la producci¨®n independiente.? Posteriormente, los hechos curiosos se suceden. Entre ellos, la ?constituci¨®n de sociedades por los inspiradores del programa s¨®lo a efectos de producirlos. Puede citarse como ejemplo la productora Cine Central, creada una semana antes de la firma del contrato para la realizaci¨®n del programa Esta noche....fiesta o Martes fiesta, cuyo principal accionista, presidente del consejo de administraci¨®n y presentador del programa fue Jos¨¦ Mar¨ªa I?igo G¨®mez?. En otros casos, los contratos incluyen claros ejemplos de imposici¨®n de condiciones. ?La serie titulada Un mito llamado..., en contrato celebrado el 23 de marzo de 1977, por un importe de 11,2 millones de pesetas por cap¨ªtulo, con la productora Filmes 77, creada el 19 de enero de 1977 y cuyo presidente del consejo es Juan Guerrero Zamora, que es asimismo el director, realizador y autor de los guiones. Guiones que cobra independientemente de este contrato, al precio de 60.000 pesetas cada uno. Asimismo, se impone a la protagonista de los diez episodios de que consta la serie, Nuria Torray, seg¨²n se estipula en la cl¨¢usula s¨¦ptima del contrato.?
?Un grave error de TVE?, escriben los interventores, ?es el de pensar que el productor es la persona que realiza el control econ¨®mico del programa. Con esto se est¨¢ identificando a la persona que realiza el gasto con la que lo controla, lo cual es reprochable desde cualquier planteamiento m¨ªnimo de control interno.? Los restantes controles, y concretamente el que efect¨²a la subdirecci¨®n de gesti¨®n econ¨®mica de la producci¨®n, ?es insuficiente. ya que se trata de un control a posteriori y exclusivamente documental?.
Las irregularidades en la gesti¨®n de los programas son evidentes, seg¨²n se desprende de los ejemplos aportados por la auditor¨ªa. En algunos casos, se tiene noticias de actuaciones de la Inspecci¨®n de Servicios, pero no se tiene ?conocimiento de que de ¨¦stas hayan derivado las correspondientes responsabilidades?.
Algunos ?casos?
Se han detectado numerosos casos. El informe cita: ?Firma de contratos sin capacidad legal para ello. El suscrito por Enrique Mart¨ª Maqueda y Jos¨¦ Joaqu¨ªn Marroqu¨ª con Televisa (M¨¦xico) para la realizaci¨®n de dos programas de la serie 300 millones (22 de septiembre de 1978).?
?Contrataci¨®n de personal colaborador sin autorizaci¨®n. Tambi¨¦n se cita a Jos¨¦ Joaqu¨ªn Marroqu¨ª, en su programa 300 millones.?
?Venta de bienes sin capacidad legal para ello. Los veh¨ªculos adquiridos para el programa La segunda oportunidad fueron vendidos posteriormente por el productor del programa y aplicados a cancelaci¨®n de anticipos del productor y que, como consecuencia de las actuaciones verificadas por este equipo de control financiero, fueron aplicadas como ingresos de RTVE.?
A los autores del informe no les pasa desapercibida la gran concentraci¨®n de irregularidades concurrentes en el programa 300 millones, creado por el entonces director general de RTVE, Rafael Ans¨®n, y encomendado para su gesti¨®n al m¨¢s alto nivel al subdirector general del Ministerio de Cultura, Luis Ezcurra, bajo la ?pintoresca denominaci¨®n Unidad Aut¨®noma de Producci¨®n 300 Millones?.
Presupuestos incompletos e inflados
Los presupuestos de producci¨®n de programas de RTVE son incompletos e inflados. Es decir, no recogen la totalidad de los gastos que ocasiona la producci¨®n del programa. Los interventores echan en falta varias partidas, despu¨¦s de formular una consideraci¨®n ir¨®nica: ?Aun a pesar de parecer ociosa la siguiente observaci¨®n, debemos decir que el presupuesto debe recoger todos y cada uno de los conceptos del gasto inherentes a la obtenci¨®n de un programa. Esta circunstancia no ocurre en realidad en RTVE?.
Los presupuestos que elabora RTVE no incluyen las cantidades que se han de satisfacer al personal fijo de RTVE asignado al progra ma. Ni las retribuciones que se satisfacen a determinados colaboradores, en virtud de contratos personales y por tiempo determinado. Tampoco se incluyen los gastos que se derivan de la utilizaci¨®n de estudios, amortizaci¨®n de medios propios de RTVE y, en general, cualquier otro tipo de coste imputable a m¨¢s de un programa. Como ejemplo se cita el programa Su
(Pasa a p¨¢gina 46) (Viene de p¨¢gina 45)
mar¨ªsimo, ?en cuyo presupuesto no se inclu¨ªa la cantidad que percibi¨® el realizador, Valerio Lazarov?.
La inflaci¨®n de costes est¨¢ tambi¨¦n a la orden del d¨ªa. ?El productor, al elaborar el presupuesto, estima los medios, tanto materiales como profesionales, que ser¨¢n necesarios para la realizaci¨®n del programa. Sin embargo, desconoce si estos medios, en el momento de empezar la producci¨®n, podr¨¢n ser atendidos por RTVE o tendr¨¢ que acudir a la utilizaci¨®n de medios ajenos. Este hecho da lugar a que las necesidades que en principio pudieran ser las reales se inflen, al tiempo que se favorecen las continuas transferencias entre conceptos presupuestarios.?
RTVE posee un departamento cuyo cometido es verificar el seguimiento de cada una de las partidas del presupuesto de una determinada producci¨®n, pero ?este seguimiento es incompleto ya que no se lleva a cabo en todas las partidas (...), s¨®lo en aquellas que representan costes externos; es decir, cantidades gastadas en la utilizaci¨®n de medios ajenos y que no son propiedad de RTVE?. Este sistema de control, de cuyas deficiencias se ocupa tambi¨¦n el informe, deja fuera de su alcance multitud de conceptos que intervienen en la producci¨®n de un programa. El informe cita: ?sueldo de directores, productores y otros; plus de programas que, en algunos casos, alcanza las 113.000 pesetas; y, por supuesto, en el caso de programas en v¨ªdeo, el coste total de estudios (material y personal), lo que permitir¨ªa que su simple conocimiento e informaci¨®n determinara si un programa debe realizarse de esta forma o ser¨ªa m¨¢s conveniente filmarlo?.
Un estudio sobre este ¨²ltimo punto fue ordenado en su d¨ªa por el director adjunto de TVE, Feliciano L. Gelices (el informe no hace menci¨®n de ello), pero la direcci¨®n de TVE no ha difundido su contenido y el se?or Gelices fue cesado poco despu¨¦s de haberse concluido el trabajo.
La conclusi¨®n de los interventores es que resulta imposible saber cu¨¢nto cuesta un programa producido por RTVE, cualquiera que sea la modalidad de producci¨®n elegida. ?Los directivos de RTVE consideran la confecci¨®n de un presupuesto como un mero tr¨¢mite para la producci¨®n de un programa. En Barcelona, este hecho es a¨²n m¨¢s notorio.? Seg¨²n comprobaciones efectuadas, las transferencias entre conceptos presupuestarios, no es que no se realicen, sino que es imposible que se lleven a cabo, primero, porque no llevan seguimientos presupuestarios de ning¨²n tipo, y porque los conceptos presupuestarios no corresponden a la realidad. En consecuencia, ?la cantidad asignada a un programa puede gastarse sin sujeci¨®n a ning¨²n presupuesto, ya que ¨¦ste es meramente indicativo, e incluso puede sobrepasarse, siempre y cuando el montante total asignado a todos los programas no sobrepase el l¨ªmite total del cr¨¦dito concedido a Barcelona.?
La conclusi¨®n del informe, relativa a la presupuestaci¨®n de los programas, no puede ser m¨¢s pesimista: ?Si el presupuesto de un programa no recoge todos sus inputs y, si los recoge, no se conoce de todos ellos lo que realmente se ha invertido, ya que muchos de ellos escapan al seguimiento analizado. Si, adem¨¢s, a?adimos las continuas transferencias de unos conceptos a otros, podemos afirmar nuestro escepticismo acerca de la utilidad actual de los presupuestos de programas.
Utilizaci¨®n de medios propios y ajenos
Todo en RTVE parece previsto para que la utilizaci¨®n de los medios propios sea dif¨ªcil, cuando no imposible, y sea preciso recurrir al alquiler o subarriendo. No existe coordinaci¨®n entre los departamentos de producci¨®n y la Direcci¨®n de Medios T¨¦cnicos y Operaci¨®n. La antelaci¨®n con que se solicitan los medios necesarios es variable, pero a veces se hace de un d¨ªa para otro. ?Esta premura hace que las demandas de medios alquilados sean mayores y que la solicitud se verifique de manera informal, sin que exista constancia escrita de ello.?
El funcionamiento de los factores y medios t¨¦cnicos de RTVE que intervienen en la producci¨®n f¨ªsica de los programas es considerado deficiente en t¨¦rminos generales por el informe, con la excepci¨®n de los talleres de construcci¨®n de decorados.
La carencia de determinados equipos en RTVE determina la inclusi¨®n de costosos alquileres en la realizaci¨®n de programas, especialmente en el apartado de filmaci¨®n. El informe cita varios ejemplos de relaci¨®n entre el n¨²mero de alquileres y el total de utilizaciones: accesorios y objetivos especiales de diecis¨¦is mil¨ªmetros (50%); ,accesorios c¨¢maras sonoras, formato 35 mil¨ªmetros (50%); accesorios c¨¢maras insonoras, formato 35 mil¨ªmetros (50%); c¨¢maras de alta velocidad, 35 mil¨ªmetros (100%); tr¨ªpodes fluidos, de diecis¨¦is y 35 mil¨ªmetros (100%). Tambi¨¦n se ocupa de la contrataci¨®n de salas privadas de sonorizaci¨®n. ?Las cantidades satisfechas por RTVE son de gran cuant¨ªa, ya que no dispone de estudios de grabaci¨®n musical, por lo que cualquier programa que incluya espacios musicales con determinadas exigencias de calidad ha de requerir los servicios de empresas privadas.? Otro tanto ocurre con las gr¨²as para rodajes exteriores. ?A lo largo de 1978, de un total de 204 servicios de este tipo, alrededor de cien (49%) se contrataron a la casa Valero, en Madrid. Por lo que se refiere a Barcelona, cabe citar el hecho de que s¨®lo poseen una gr¨²a, pero no puede utilizarse en exteriores, por ser imposible sacarla del edificio en que est¨¢ situada. Ello obliga a cubrir siempre el servicio por alquiler.?
Finalmente, se citan dos casos de infrautilizaci¨®n de medios propios. ?El personal fijo de animaci¨®n est¨¢ parado por falta de trabajo. Se podr¨ªa eliminar la contrataci¨®n de servicios privados de truca si se atendieran, con personal fijo, mediante la implantaci¨®n de un turno de tarde.?
Contrataci¨®n de personal
Los contratos denominados art¨ªsticos carecen de l¨ªmite en RTVE. Su ¨²nica limitaci¨®n es la disponibilidad presupuestaria. As¨ª, la oficina correspondiente de contrataci¨®n carece de un baremo y fija las condiciones a su libre albedr¨ªo, sin que existan especificaciones normalizadas para la formalizaci¨®n de contratos. As¨ª, la intervenci¨®n detect¨® todo tipo de situaciones at¨ªpicas en su investigaci¨®n. ?La inexistencia de baremos escritos, la independencia de que gozan estos equipos de contrataci¨®n, las exigencias de determinados realizadores y directores de programas y, en general, la problem¨¢tica inherente a la producci¨®n de programas, unidas al complejo mundo del espect¨¢culo, con sus representantes, casas discogr¨¢ficas, etc¨¦tera, dan lugar a situaciones como las que se citan a continuaci¨®n.
1.? Cantidades satisfechas contraviniendo lo estipulado en contrato. Se comprob¨® en Barcelona que en la producci¨®n de la novela Padres e hios, los actores percibieron cantidades en concepto de dietas y gastos de locomoci¨®n. De esta manera se contraven¨ªa lo dispuesto en el apartado C, cl¨¢usula s¨¦ptima, ya que la contrataci¨®n se hab¨ªa realizado en Barcelona, y el programa, grabado en Hospitalet.
2.? Contratos formalizados en fecha posterior al d¨ªa de grabaci¨®n. Se han detectado varios casos, siendo de destacar el programa Cantares.
3.? Artistas que perciben, adem¨¢s de la remuneraci¨®n estipulada, una gratificaci¨®n por vestuario. A la vista de algunos contratos, pudiera pensarse que RTVE contrata al artista desnudo (hecho que no se especifica en ninguna cl¨¢usula). Tal es el caso de Maruja Ruiz, conocida art¨ªsticamente por Marujita D¨ªaz, que percibi¨® 75.000 pesetas por el concepto de vestuario, independientemente de las 109.890 pesetas correspondientes a su actuaci¨®n en Cantares.
4.? Determinados realizadores y directores de programas exigen que los core¨®grafos sean extranjeros. Ello implica, por exigencia del Sindicato de la Danza, la contrataci¨®n simult¨¢nea para el mismo programa de un core¨®grafo espa?ol. Podemos citar los programas Sumar¨ªsimo y Aplauso como ejemplos de esta situaci¨®n.
Otro ejemplo aportado por los interventores, esta vez de contrataci¨®n para cometido distinto del realizado, es el de los dos presentadores del programa 625 l¨ªneas, dedicado por RTVE a la promoci¨®n de sus propios programas. ?Maira G¨®mez Kemp y Juan Santamar¨ªa, seg¨²n se establece en su contrato art¨ªstico, interpretan el papel de actriz-presentadora y actor-presentador, respectivamente. Esta funci¨®n se encuentra recogida en la ordenanza laboral. Es decir, se est¨¢ encubriendo un contrato de colaboraci¨®n mediante una contrataci¨®n art¨ªstica, para poder acceder a un nivel de retribuci¨®n mucho m¨¢s elevado que el que les corresponder¨ªa. Seg¨²n contrato de 27 de diciembre de 1978, Maira G¨®mez Kemp percib¨ªa la cantidad de 49.451 pesetas por cada programa semanal. Y seg¨²n contrato del d¨ªa siguiente, Juan Santamar¨ªa percib¨ªa 43.956 pesetas, tambi¨¦n por programa semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.