Lourdes Ortiz: "Rimbaud ha sido el paradigma de mi generaci¨®n"
Hoy se presenta su ensayo sobre el poeta franc¨¦s
El poeta y cr¨ªtico Luis Antonio de Villena presentar¨¢ hoy, en la librer¨ªa Antonio Machado, el estudio biogr¨¢fico y cr¨ªtico de Lourdes Ortiz, Rimbaud, que publica la editorial Dopesa. Seg¨²n dijo Luis Antonio de Villena, ?es ¨¦ste un estudio a la vez cr¨ªtico, sabio y vivo. Un libro sabio, porque no falta en ¨¦l ni la documentaci¨®n biogr¨¢fica ni la cr¨ªtica minuciosa. Y, al mismo tiempo, es un libro vivo que oculta la erudicci¨®n tras una redacci¨®n ¨¢gil, que une la obra y la vida de ese ni?o andaluz que fue Rimbaud y que, porque est¨¢ escrito desde dentro, se lee como si fuera una novela?.Por su parte, Lourdes Ortiz dijo: ?Rimbaud ha sido para m¨ª una antigua obsesi¨®n que represent¨®, poco despu¨¦s de 1968, un paradigma de la crisis de mi generaci¨®n. Precisamente en esos a?os empec¨¦ a hacer un estudio sobre su obra, y, tambi¨¦n, claro, sobre los datos de su biograf¨ªa. Y encontr¨¦ en su actitud vital, y sobre todo en su fuerza creadora, a ese semejante, a ese ser cercano a lo que de alguna manera result¨¢bamos ser nosotros: sufr¨ªa Rimbaud la p¨¦rdida de la adolescencia, el dif¨ªcil paso a la madurez, el desencanto de la revoluci¨®n, y, al mismo tiempo, la imparable fuerza revolucionaria.?
?Aunque una lectura diez a?os m¨¢s tarde ha de ser evidentemente distinta?, sigue Lourdes Ortiz, ?sigo encontrando en Rimbaud esa fuerza que me fascin¨® entonces, esa juventud, ese sentimiento revolucionario, e incluso el escepticismo que coincide, que parec¨ªa estar tan cerca de nosotros.? ?Ahora?, sigue diciendo, ?tal vez me interese m¨¢s que aquel paradigma de juventud la perpetua capacidad de invenci¨®n, esa fuerza de la creaci¨®n en estado casi puro... Incluso cuando ¨¦l se dedica a la otra vida sigue siendo el mismo.?
Luis Antonio de Villena define la peculiaridad de Rimbaud, ?incluidos sus desplantes hasta su abandono de la escritura, poco despu¨¦s de los veinte a?os, en su negativa a dejar de ser un muchacho, un ni?o andaluz digo por mezclar dos elementos muy vivos: el primero, los elementos surrealistas que no dejan de aparecer en su obra y en su vida. El segundo, esa acepci¨®n tan andaluza de la palabra ni?o, que quiere decir en realidad un muchachito. Eso fue Rimbaud, eso fue lo que no quiso dejar de ser nunca. Absolutamente genial en su adolescencia, y que cuando, como todos, tiene que dejarla, no es capaz de asumir la disparidad entre realidad y deseo ... ?
?A mi modo de ver, este momento, esta dif¨ªcil asunci¨®n divide a los escritores en tres grandes grupos: el primero, acepta el desfase entre la realidad y el deseo y resultan entonces los escritores burgueses, tipo Thomas Mann, por ejemplo. Un segundo grupo finge que no existe este abismo: son los escritores esteticistas. Y, por fin, un tercero, no acepta esa ruptura y el resultado es la inadaptaci¨®n y el suicidio. A mi modo de ver, Rimbaud, desde este tercer grupo, lleg¨® al suicidio en vida y las famosas Cartas abisinias y sus aventuras s¨®rdidas, lo demuestran.?
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