El nuevo presidente

?La elecci¨®n de Abdul Hassan Bani Sadr como, presidente de Ir¨¢n y la gran mayor¨ªa de votos que ha obtenido pueden dar un nuevo giro a la situaci¨®n en Ir¨¢n. Es verdad que los poderes del presidente son muy restringidos, ya que no puede dar un paso sin previo acuerdo con el ayatollah Jomeini. Pero la dimensi¨®n de la victoria de este se?or, Abdul Hassan Bani Sadr, significa que aparece como una figura pol¨ªtica con peso propio. (...)Ha manifestado que se opone a la existencia de centros paralelos de poder, como la de esos militantes que retienen todav¨ªa a los rehenes en la embajada americana. Existe la esperanza de que, con mucho tacto y buen sentido, se pueda persuadir a esos militantes de que no est¨¢ en el inter¨¦s de Ir¨¢n continuar reteniendo a esos rehenes.Pero no ser¨¢ f¨¢cil. Las tentativas anteriores de Bani Sadr para persuadir a los militantes de que estaba contra la ense?anza del Cor¨¢n tratar a los diplom¨¢ticos extranjeros en esta forma, lo que da?aba a la imagen de Ir¨¢n en el exterior, fueron infructuosas. Los militantes todav¨ªa conservan el apoyo de una gran parte de la opini¨®n p¨²blica. (...)

Para Occidente ser¨¢ muy importante demostrar en este caso tacto y comprensi¨®n. No hay la menor duda de que Bani Sadr, economista radical, quiere restringir la producc¨ª¨®n de petr¨®leo, nacionalizar las compa?¨ªas extranjeras, movilizar la opini¨®n de los pa¨ªses isl¨¢micos contra la influencia econ¨®mica occidental, lo cual no responde a los intereses de Ir¨¢n. Bani Sadr tiene la opini¨®n de que muchas de las dificultades de Ir¨¢n se deben a los intereses occidentales, y en este sentido refleja muchas de las ideas de Mossadegh. Pero a la vez es un ferviente anticomunista y demuestra que es consciente de la amenaza que representa la Uni¨®n Sovi¨¦tica para Ir¨¢n. ( ... )

El Occidente necesita un Ir¨¢n estable e independiente, y la elecci¨®n de Bani Sadr puede ser el primer paso.?

Londres, 29 de enero