Detenido por intentar violentar la casa de su mujer, de la que est¨¢ separado
Por s¨¦ptima vez en cuatro meses, el pasado domingo fue detenido Severino Espasand¨ªn, de 45 a?os, cuando intentaba forzar nuevamente la casa de su mujer, de la que est¨¢ legalmente separado, en la calle de la Alhambra, n¨²mero 72. En el pasado mes de octubre, un juez decret¨® la separaci¨®n legal de Espasand¨ªn y de su esposa, Narcisa P¨¦rez, de 49 a?os, tras denunciar ¨¦sta que su marido le inflig¨ªa malos tratos, hab¨ªa abandonado su trabajo y padec¨ªa s¨ªntomas evidentes de alcoholismo profundo. El matrimonio tiene tres hijos, de diecis¨¦is, quince y doce a?os, que viven con la madre.La polic¨ªa ha explicado que en la actualidad el detenido carece de domicilio y de profesi¨®n conocida. Una vecina de Narcisa P¨¦rez, que asegura que la escena del domingo se ha repetido muchas veces y que est¨¢ a punto de provocar un esc¨¢ndalo un d¨ªa cualquiera, afirm¨® a EL PAIS que hace meses desempe?aba el trabajo de carnicero; ?entre la vecindad se coment¨® frecuentemente que beb¨ªa mucho y que lleg¨® a agredir a su mujer, raz¨®n por la cual el juez tom¨® la decisi¨®n de que separasen sus residencias. Cierto d¨ªa, los vecinos vimos el descansillo abarrotado de bolsas, en las que ella le habla dispuesto las pertenencias. A partir de entonces comenzaron los esc¨¢ndalos. Algunos de los vecinos estamos muy preocupados porque tenemos ni?os peque?os y este tipo de situaciones no pueden beneficiarles en nada?.
Desde hace varios meses, la obsesi¨®n de Espasand¨ªn, en efecto, insiste en penetrar por todos los medios posibles en la vivienda que ocupa su c¨®nyuge -? tal vez porque no tenga otra?-, si bien, hasta el momento, este empe?o se ve frustrado regularmente, dado que la polic¨ªa consigue sorprenderle antes de que derribe, queme o fuerce la puerta por diversos procedimientos. En alguna ocasi¨®n ha sido arrestado en los proleg¨®menos de sus ataques. En general, las detenciones de Espasandin parecen producirse por un mismo motivo: su mujer tiene tiempo de marcar, desde el interior, el 091, y la polic¨ªa tiene tiempo de llegar.
Hasta el domingo, sus intentos m¨¢s dram¨¢ticos coincidieron con la ¨²ltima semana de enero. En el primero de ellos, Severino practic¨® un orificio en la puerta, por el que introdujo varios papeles encendidos, que ocasionaron un peque?o incendio en la madera. S¨®lo unos d¨ªas despu¨¦s, y ya en libertad, se provey¨® de una palanqueta de 75 cent¨ªmetros de longitud con la que volvi¨® a la vivienda, piso cuarto de la casa n¨²mero 72 de la calle Alhambra. Al parecer, esta vez pidi¨® a su mujer que le dejase entrar, y ante la negativa, comenz¨® a usar la palanqueta.
El pasado fin de semana, libre de nuevo, hizo el s¨¦ptimo intento -siempre seg¨²n datos oficiales- fue uno de los menos afortunados, porque su mujer marc¨® r¨¢pidamente el n¨²mero telef¨®nico de la polic¨ªa y unos minutos despu¨¦s los agentes consiguieron capturarle.
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