Los trabajadores de IMASA aceptan la incautaci¨®n de la empresa
El camino para la incautaci¨®n por parte del Gobierno de la factor¨ªa sevillana Hilaturas y Tejidos Andaluces, SA (HYTASA), ha quedado abierto sin mayores dificultades, despu¨¦s de que la asamblea de trabajadores ratificase la propuesta del comit¨¦ de empresa de aceptar, con algunas matizaciones, el plan de salvaci¨®n elaborado por el equipo de Fernando Abril Martorell. La votaci¨®n, realizada a mano alzada, solamente registr¨® 54 votos en contra y diecisiete abstenciones, de una plantilla total que supera los 1.800 obreros.
El ?plan Abril?, que los trabajadores conocieron en la. segunda quincena de diciembre, supone, en la pr¨¢ctica, una importante reducci¨®n de su poder adquisitivo (el aumento salarial durante los dos pr¨®ximos a?os no podr¨¢ superar el 4%), compromiso de agotar al m¨¢ximo las negociaciones sobre cualquier tema pol¨¦mico, renunciando a la conflictividad, y aceptaci¨®n de movilidad de la mano de obra, regulaci¨®n de empleo y reducciones de plantilla. A cambio, el Gobierno asegurar¨¢ la continuidad de la empresa -la m¨¢s importante de Sevilla en el sector textil- y proceder¨¢ a una imprescindible reconversi¨®n de la misma.Estas propuestas iniciales, que fueron rechazadas en su momento por los trabajadores y dieron lugar a una semana de lucha el mes pasado, han sido matizadas y complementadas en el transcurso de la reuni¨®n mantenida el martes por el comit¨¦ de empresa con el vicepresidente del Gobierno se?or Abril Martorell. Aunque los cinco puntos anteriormente citados se mantienen en el acuerdo definitivo, se introducen en ¨¦ste leves mejoras de car¨¢cter salarial y se da una interpretaci¨®n ?progresiva? a los aspectos que suponen un mayor sacrificio para los trabajadores, seg¨²n fuentes de CCOO y UGT.
En efecto, el plan prev¨¦ que la masa salarial incrementada en el porcentaje acordado se ver¨¢ aumentada con el 50% de los beneficios netos que la empresa obtenga en el ejercicio de 1981, y que, a partir de 1982, los convenios colectivos que se negocien deber¨¢n tener en cuenta la p¨¦rdida de salarios reales que sufrir¨¢n los obreros, siempre que HYTASA recupere su rentabilidad en este per¨ªodo. Asimismo, la parte de la masa salarial no distribuida a causa de las bajas que se produzcan en la plantilla ser¨¢n repartidas entre todos los trabajadores.
Por lo que se refiere a los restantes puntos, Abril Martorell ha aceptado que la regulaci¨®n de empleo que implique restricciones de contrato habr¨¢ de someterse al examen del comit¨¦ de empresa y tener en cuenta los criterios contenidos en los planes nacionales de reestructuraci¨®n de la industria lanera y algodonera, y que los aspectos o contenidos en el documento se regir¨¢n por los convenios del sector durante los dos a?os de reconversi¨®n de la f¨¢brica. Tras la aceptaci¨®n de estas condiciones, el ¨²nico requisito que falta por cumplirse para que el Gobierno proceda a la incautaci¨®n es la presentaci¨®n de suspensi¨®n de pagos por parte de la propiedad actual, lo que se har¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas, seg¨²n fuentes bien informadas.
La base de este acuerdo fue el estudio de viabilidad realizado el pasado a?o por un equipo de expertos (su coste fue de unos diez millones de pesetas), que demostr¨® que HYTASA no ten¨ªa por qu¨¦ desaparecer y que, tanto econ¨®mica como t¨¦cnicamente, la empresa pod¨ªa salir adelante, a condici¨®n de que se acometiese un aut¨¦ntico plan de reestructuraci¨®n con una importante ayuda financiera. El estudio sigui¨® a dos a?os de crisis permanente y tensiones laborales, que incluso provocaron la muerte de un trabajador, Francisco Rodr¨ªguez, en el transcurso de una manifestaci¨®n en el verano de 1977.
No obstante, las conclusiones del estudio han sido parcialmente modificadas por la presi¨®n conjunta, aunque no unitaria, de la direcci¨®n y de los trabajadores. As¨ª, en el aspecto financiero, se propugnaba una reducci¨®n del capital social para sanear el pasivo y su posterior ampliaci¨®n, y una inversi¨®n en maquinaria por encima de los mil millones de pesetas, proponi¨¦ndose que la financiaci¨®n se obtuviese a partir de la venta de 73.000 metros cuadrados, anejos a la factor¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.