La Caja Postal de Segovia fue estafada por valor de treinta millones de pesetas

Como resultado de las pruebas periciales caligr¨¢ficas efectuadas en la Direcci¨®n de Seguridad del Estado se desprende, seg¨²n han informado fuentes competentes, la falsificaci¨®n de las firmas del tal¨®n de treinta millones de pesetas que dio origen a la estafa, denunciada en principio como desfalco, por la Caja Postal de Ahorros de Segovia a final del pasado a?o.

La responsabilidad del supuesto desfalco se achac¨®, por la comisar¨ªa de polic¨ªa de esta capital, al ex jefe provincial de cuentas de ahorro de la citada sucursal, Jorge Rafael Benayas Manzanares, quien se encontraba en aquel momento en Francia en situaci¨®n de pr¨®fugo militar. Al tener conocimiento de tal acusaci¨®n el se?or Benayas se puso en contacto con la redacci¨®n de EL PAIS, anunciando su intenci¨®n de regresar inmediatamente a Espa?a al objeto de esclarecer su falta de implicaci¨®n en el hecho denunciado, lo que efectivamente cumpli¨®, person¨¢ndose dos d¨ªas despu¨¦s ante un juzgado madrile?o y posteriormente ante la Direcci¨®n de Seguridad.Trasladado a Segovia por funcionarios de la comisar¨ªa provincial, pas¨® casi 72 horas despu¨¦s a disposici¨®n del juzgado de instrucci¨®n, que decret¨® su libertad. Seg¨²n se?al¨® entonces a este corresponsal, ?se ha actuado contra m¨ª con precipitaci¨®n, sin descartar que alguien, conocedor de mi situaci¨®n militar, ha podido aprovecharse de las circunstancias para cargarme el muerto?. Sin embargo, tan s¨®lo dos d¨ªas m¨¢s tarde, el pasado 10 de enero, y sin que se conocieran las causas inducentes del cambio de criterio, el juez orden¨® su ingreso en la prisi¨®n provincial, donde a¨²n se encuentra, y en la que d¨ªas atr¨¢s, v¨ªctima de una fuerte depresi¨®n nerviosa, protagoniz¨® un intento de suicidio.

Ultimamente hab¨ªan aparecido una serie de confusas noticias que vinculaban a Jorge Rafael Benayas, cuya ideolog¨ªa libertaria nunca se hab¨ªa recatado en afirmar con los grupos aut¨®nomos italianos e incluso con las Brigadas Rojas, tejiendo la hip¨®tesis de que la cantidad supuestamente sustra¨ªda estarla destinada a la compra de armamento.

Las firmas falsificadas son la del propio Benayas, por aquellas fechas jefe accidental de la sucursal, y la del delegado provincial de Correos.