Refugiado pol¨ªtico

Soy un refugiado pol¨ªtico latinoamericano reconocido como tal por el ACNUR desde mayo del pasado a?o. Al llegar a Espa?a hice todos los tr¨¢mites de rigor para que las autoridades competentes me dieran asilo pol¨ªtico. Despu¨¦s de la publicaci¨®n del real decreto que establec¨ªa en este pa¨ªs la categor¨ªa de refugiado pol¨ªtico, present¨¦ la solicitud correspondiente el 26 de junio de 1979. En el decreto se fijaba un plazo de 55 d¨ªas naturales para recibir respuesta. Pero a pesar de que ya desde aquel 26 de junio han transcurrido 210 d¨ªas, todav¨ªa no he recibido contestaci¨®n a mi solicitud. Y esto, como comprender¨¢n, me ha tra¨ªdo una serie de inesperados tropiezos.Mi pasaporte est¨¢ caducado. Vivo con un volante que mensualmente debo renovar. Est¨¢ claro que con ese documento no puedo aspirar a conseguir ning¨²n trabajo. Si hata ahora he logrados sobrevivir se debe, y s¨®lo se debe, a la ayuda que en todos los ¨®rdenes me ha dispensado el ACNUR.

En este infructuoso peregrinar del Ministerio del Interior al de Asuntos Exteriores, he logrado establecer que la tramitaci¨®n de mi expediente se encuentre paralizada en este ¨²ltimo. Desconozco el motivo que pueda impulsar al funcionario encargado a retenerlo de esta manera. Hace mucho tiempo debi¨® dar una respuesta. Cualquiera, pero una respuesta. As¨ª esta carta no hubiera tenido raz¨®n para existir y me hubiera evitado la p¨¦rdida irreparable que constituye un a?o sin existencia jur¨ªdica.