Pr¨®xima decisi¨®n sobre el nuevo avi¨®n de combate espa?ol

El Gobierno espa?ol debe anunciar pr¨®ximamente su decisi¨®n sobre el modelo de avi¨®n de combate que ser¨¢ adquirido por el Ej¨¦rcito del Aire en la primera mitad de esta d¨¦cada, para sustituir a los ya anticuados Phantom y F-5, actualmente en servicio.La visita que realiza estos d¨ªas a Estados Unidos el teniente general Emiliano Alfaro Arregui, jefe del Estado Mayor del Aire, est¨¢ relacionada con esta decisi¨®n sobre el ?futuro avi¨®n de combate y ataque? (FACA) que, una vez descartados aparatos como el F-5E, el F-14 o el F-15, se reduce a la elecci¨®n entre el F-16, fabricado por General Dynamics, y el F-18, que producen conjuntamente las compa?¨ªas Northrop y McDonnell-Douglas.

Espa?a comprar¨¢ inicialmente 72 aviones de combate del modelo elegido, por un importe que rondar¨¢ los 160.000 millones de pesetas. Desde la visita a Norteam¨¦rica del vicepresidente para Asuntos de Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, en el verano de 1978, varias comisiones log¨ªsticas del Ej¨¦rcito del Aire han estudiado las opciones y, aparentemente, el F- 18 ha sido el vencedor.

El F-18 Hornet (abejorro) puede alcanzar una velocidad de 1,8 match, est¨¢ dotado de los m¨¢s sofisticados sistemas electr¨®nicos y es apto para misiones de defensa a¨¦rea y de ataque a tierra. M¨¢s caro que su competidor, el F-18 se fabricar¨¢ en dos versiones, una para la Marina (F-18L) y otra, que es la que interesa a la fuerza a¨¦rea. espa?ola, versi¨®n terrestre (F-18A).

El F-16 de General Dynamics protagoniz¨® el famoso ?contrato del siglo? y la OTAN contar¨¢ con un millar de unidades en los pr¨®ximos a?os. Un consorcio europeo, formado por B¨¦lgica, Holanda, Dinamarca y Noruega, fabrica tambi¨¦n el F-46, como contrapartida a un contrato que tendr¨¢, s¨®lo inicialmente, una cifra de negocio de 2.000 millones de d¨®lares.

Las contrapartidas han jugado un papel muy importante tambi¨¦n en la decisi¨®n del Gobierno espa?ol, que desea, si no la fabricaci¨®n conjunta o bajo licencia, s¨ª al menos asegurarse que el mantenimiento y la producci¨®n de algunos repuestos pueda realizarse en Espa?a.

Mientras que la presencia del F-16 en la fuerza a¨¦rea espa?ola ser¨ªa indudablemente una ventaja, de cara a una futura integraci¨®n de nuestro pa¨ªs en la OTAN, este aparato perdi¨® ya un concurso anterior frente al Mirage F-1 franc¨¦s, del que Espa?a ha comprado ya veinticuatro unidades. El F-18 parece ofrecer, junto a mejores contrapartidas, una importante diversificaci¨®n respecto a los otros dos modelos en sus misiones de car¨¢cter polivalente.