Querella criminal de Plaza y Jan¨¦s por la edici¨®n de un libro de Garc¨ªa M¨¢rquez

El juicio por querella criminal interpuesto por la editorial Plaza y Jan¨¦s contra la editorial Bruguera, la agente literaria Carmen Balcelis y el escritor Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, deb¨ªa haber comenzado ayer y fue suspendido por razones t¨¦cnicas. Plaza interpuso la querella porque la obra del mencionado escritor El oto?o del patriarca fue publicada en la colecci¨®n de bolsillo Club Bruguera, de amplia difusi¨®n, contraviniendo, seg¨²n la citada editorial, contratos que le permiten la exclusividad de dicha novela de Garc¨ªa M¨¢rquez.

De acuerdo con Julio Jord¨¢n, de la editorial Plaza y Jan¨¦s, cuando fueron publicados en la prensa los anuncios del Club Bruguera ?revisamos los contratos que nos un¨ªan a Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez y pensamos que ten¨ªamos los derechos de El oto?o del patriarca para lengua espa?ola en exclusiva. Nuestros abogados decidieron interponer la querella criminal?.Carmen Balcells se?al¨® por su parte a EL PA?S que ?cedimos los derechos a Plaza para la edici¨®n normal de El oto?o... y Cien a?os de soledad, pero no cedimos los previstos para la edici¨®n de bolsillo. De hecho, Cien a?os de soledad est¨¢ editado en bolsillo por Argos Vergara desde hace seis o siete meses. Por otra parte, los empresarios de Plaza y Jan¨¦s sab¨ªan que hablamos vendido los derechos para la edici¨®n de bolsillo de El oto?o... a Bruguera, desde hace un a?o. Quiz¨¢ lo m¨¢s sorprendente sea el car¨¢cter criminal de la querella. Pienso que si ten¨ªan algo que reclamar lo deb¨ªan haber hecho por lo civil?. Plaza y Jan¨¦s precis¨®, por otro lado, que ?el contrato de Cien a?os de soledad es distinto al de El oto?o del patriarca. No tienen nada que ver?.

Bruguera estima que ?tenemos un contrato que hemos considerado v¨¢lido y en base a ¨¦l hemos editado la obra. Creo?, dijo un portavoz, ?que el juez orden¨® el dep¨®sito de la edici¨®n, pero ¨¦sta ya estaba distribuida y vendida. Pensamos que la base de la discusi¨®n est¨¢ en la aplicaci¨®n de los mecanismos de la nueva ley del Libro. En cualquier caso, el asunto es ins¨®lito, porque pensamos que las empresas editoriales deb¨ªan ayudar a los autores y no querellarse criminalmente contra ellos?.

La posici¨®n de Garc¨ªa M¨¢rquez

Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez, que asiste desde M¨¦xico, donde reside, a esta pol¨¦mica, es a¨²n m¨¢s tajante que sus editores y que su agente literaria. ?Si de mi dependiera?, dijo ayer, por tel¨¦fono, a EL PA?S, ?aun en la c¨¢rcel me opondr¨ªa a que Plaza y Jan¨¦s editara mis libros, en consideraci¨®n con mis lectores, independientemente de los aspectos legales que haya por medio.? El escritor colombiano mantiene esta postura porque acusa a Plaza y Jan¨¦s de haber distribuido, en 1975, en Am¨¦rica Latina, 300.000 ejemplares de El oto?o del patriarca, que se desarmaban porque estaban pegados con una cola defectuosa. Entonces el se?or Garc¨ªa M¨¢rquez, ante la suposici¨®n de algunos lectores sobre su posible complicidad en el fraude, ?hice una declaraci¨®n ins¨®lita y ped¨ª a mis lectores, a trav¨¦s de la prensa, que no compraran el libro porque estaban siendo estafados?. La respuesta que la editorial dio a su reclamaci¨®n fue la de que la denuncia del escritor era falsa. Garc¨ªa M¨¢rquez investig¨® y hall¨®, seg¨²n ¨¦l, que la empresa que suministraba la cola a Plaza y Jan¨¦s era propiedad de un pariente de los editores, ?quienes por esto no hicieron reclamaci¨®n alguna?. Ante esa situaci¨®n ?yo decid¨ª que nunca m¨¢s iba a volver a editar con ellos?. Pero, dice Garc¨ªa M¨¢rquez, ?Carmen Balcells es muy respetuosa de los contratos y ha seguido permitiendo que Plaza y Jan¨¦s publique libros m¨ªos. Pero yo digo que si alguna vez hay que renegociar con Plaza y Jan¨¦s, yo no firmar¨ªa una renovaci¨®n de contrato ni siquiera ante el pelot¨®n de fusilamiento?. Ahora mismo, dice el autor colombiano, ?tengo dos libros terminados, una novela y una colecci¨®n de cuentos, que he ido escribiendo mientras cae Pinochet. Cuando caiga Pinochet, dentro de veinticuatro horas o dentro de veinticuatro a?os, aunque se gane o se pierda el pleito que ahora nos enfrenta, ni en veinticuatro horas ni en veinticuatro a?os publicar¨¦ yo esas obras con Plaza y Jan¨¦s?. Garc¨ªa M¨¢rquez, que prometi¨® no publicar nueva literatura suya mientras persistiera, la dictadura de Pinochet en Chile, se muestra dispuesto a acudir a la cita del juez cuando ¨¦ste le convoque para declarar con respecto a la querella criminal.