Mark Thatcher,

corredor automovilista, est¨¢ dando muchos quebraderos de cabeza a su madre, la primera ministra del Gobierno de su majestad brit¨¢nica. Desde que el joven Mark decidi¨® hacer de modelo publicitario para una empresa de tejidos de Jap¨®n no han cesado las cr¨ªticas de los ingleses al que consideran traidor a los intereses comerciales patrios. Estas cr¨ªticas ya han llegado al Parlamento y han tomado forma de debate t¨ªpicamente ingl¨¦s. Los laboristas prendieron el fuego de la pol¨¦mica en la C¨¢mara de los Comunes. Denis Canavan interpel¨® a la jefa del Gobierno sobre la decisi¨®n de su hijo de promocionar una marca extranjera, y la se?ora Thatcher respondi¨®, sin comprometerse demasiado, que ?muchos j¨®venes prometedores se ven forzados a emigrar del pa¨ªs?. Canavan no se arredr¨® y prosigui¨® preguntando, en el mejor estilo parlamentario de Westminster: ??Nos asegura usted que si su hijo decide emigrar de su pa¨ªs nos har¨¢ el favor de llevar a su mam¨¢ consigo?? Margaret Thatcher respondi¨® con el humor que a veces le aflora: ?Si ambos somos tan prometedores, ?no ser¨¢ mejor que nos quedemos aqu¨ª??Mark tiene, de todos modos, oportunidad para quitarse de encima los sambenitos que le han colocado sus compatriotas. La revista brit¨¢nica Men Only (S¨®lo para Hombres) le ha ofrecido el equivalente en libras de m¨¢s de tres millones de pesetas por hacer publicidad de la revista en las carreras automovil¨ªsticas en las que participe. La decisi¨®n de Men Only, que es una especie de Play-Boy ingl¨¦s, de hacer esta oferta al hijo de la primera ministra se produjo despu¨¦s de que Mark Thatcher amenazara con abandonar el Reino Unido si persist¨ªa la campa?a que se mantiene contra ¨¦l, despu¨¦s de que una firma textil japonesa le diera 10.000 libras (casi mill¨®n y medio de pesetas) por anunciar sus productos en todo el mundo.