El pantal¨®n de Carmela
Carmela Garc¨ªa Moreno tiene un pantal¨®n de cuadritos, del que me parece ya he hablado alguna vez, y cuando se pone ese pantal¨®n, que le sienta un demasi¨¦, es cuando dice las cosas mejores:-S¨ª al divorcio y a la protecci¨®n de la familia. En cuanto al aborto, atenerse a lo legislado y a la Constituci¨®n.
Naturalmente, ese pantal¨®n que tan bien le sienta por fuera, a veces Carmela lo lleva por dentro. Es el pantal¨®n (triste signo masculino y machista) de las decisiones, de las valent¨ªas, de los momentos de car¨¢cter y las actitudes decisivas:
-Carmela, amor, llevas el mismo camino de Carmen Diez de Rivera. Acabar¨¢n poni¨¦ndosete los ojos azules del desencanto, la frustraci¨®n y el abandono. A lo mejor es que te has equivocado de partido.
Porque lo que estamos viviendo estos d¨ªas en Madrid es una especie de Lys¨ªstrala o guerra de las mujeres: Carmen D¨ªez de Rivera se lo hace de autocares intelectuales a Andaluc¨ªa, trayecto Cibeles/Ja¨¦n sin bajarse ni para hacer pis, en favor de la autonom¨ªa andaluza. Gran idea pragm¨¢tica de tan pragm¨¢tica y l¨ªrica mujer. Cristina Almeida, la pepona valiente del Ayuntamiento, la mu?eca hinchable (pero no practicable, cuidado) de lo social, se lo hace de Libro rojo del cole o Libro Rosa del Rollo, que la derecha elocuente est¨¢ explotando en prosa po¨¦tica contra la izquierda municipal y espesa, mientras Luis Mart¨ªnez Ros, el editor, es llevado y tra¨ªdo en ambulancia de la polic¨ªa, para operarle de una apendicitis ideol¨®gica urgente. Y Carmela se lo hace de divorcio y libertades, ay.
Siempre he cre¨ªdo y escrito que las mujeres, cuando hacen el amor o hacen la guerra, son m¨¢s honradas, directas y valientes que los hombres. Le pregunto a Ymelda Navajo por el rollo feminista:
-Ahora paso de ese rollo.
Es lo mismo. No necesitan sindicarse. Est¨¢n haciendo la guerra con amor, y esto ya ha dado lugar a que en los corrillos de la zona nacional se hable de frentepopulismo. Aqu¨ª, en cuanto Carrillo y Felipe coinciden en la cola de los urinarios de las Cortes, hay trentepopulismo. La derecha carnavalera, ahora que estamos en carnaval, saca las escobas en llamas del frentepopulismo para asustar a los ni?os de pecho y a las beatas. Quieren hacer el entierro de la sardina frente populista, pero es que hay algunos que pescan las sardinas a tiros. Para eso tienen licencia de caza desde 1936. El pantal¨®n de cuadritos de Carmela Garc¨ªa Moreno le sienta demasiado bien como para que ese esc¨¢ndalo le pase inadvertido a la siller¨ªa de coro que hay en Toledo, a las siller¨ªas de coro nacionales. Con ese pantal¨®n no te vas a sentar t¨² en esas siller¨ªas, Carmela, amor, y ya es como demasiado que te hayas sentado en la siller¨ªa del coro de las Cortes, donde Fraga y otros can¨®nigos y canong¨ªas de la pol¨ªtica hacen su gregoriano ?para los cuarteles?, seg¨²n los revisteros taurinos del hemiciclo, que yo no voy porque Lavilla me quit¨® el pase.
La centrista defiende el divorcio. La comunista regala el Libro rojo. La automarginal D¨ªez de Rivera se lleva para Andaluc¨ªa la crema de la intelectualidad madrile?a, una leva de carrozas y memoriones reclutada no precisamente en Chicote, que ahora Chicote es medio de Rumasa, medio de Ruiz-Mateos, medio de la familia de don Pedro, y tiene a la hora del caf¨¦ un fragor senil de golpismo te¨®rico y fatigu¨¦.
O sea que hay otra vez frentepopulismo y la primera l¨ªnea de ese frente es femenina, con Mayte/Commodore vestida por Carchenilla de Agustina de Arag¨®n. Carmela, amor, no te pongas minifarda, pero tampoco te pongas el pantal¨®n de cuadritos. Por si las flais.
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