La izquierda, ante el imperialismo

La invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n plantea a la izquierda un dilema que debe resolver si quiere mantener una m¨ªnima credibilidad.No tomar posici¨®n concreta y combativa contra el imperialismo ruso, cada d¨ªa m¨¢s agresivo, deja a la derecha y al imperialismo norteamericano margen de maniobra para dividir a la gente y lavarse algo de la porquer¨ªa y descr¨¦dito que han venido acumulando en los ¨²ltimos a?os. Y el Gobierno espa?ol, por su parte, lo utiliza para acelerar la marcha a la OTAN y la integraci¨®n con el imperialismo occidental.

Cuando el aplastamiento de Camboya, apenas se elev¨® ninguna voz condenatoria de la izquierda. Hubo incluso quien lo present¨® como una ?liberaci¨®n?. Las masacres en el Ogad¨¦n y Etiop¨ªa han forzado a huir de sus hogares a cientos de miles de personas del pueblo. Y hay quien dice que eso es ?progresista?. La actual agresi¨®n a Afganist¨¢n est¨¢ teniendo id¨¦nticas consecuencias, adem¨¢s del reforzamiento de un r¨¦gimen polic¨ªaco y verdadero siervo de la URSS. Pero la izquierdo, hipnotizada todav¨ªa por el mito del ?socialismo? ruso, apenas es capaz de lanzar unas d¨¦biles y vacilantes quejas frente a sus actos imperialistas y fascistas. Y hay sectores que, al justificar abiertamente la agresi¨®n, hacen pensar que ellos est¨¢n dispuestos a jugar el papel de los que llaman a los ?liberadores? imperialistas a imponer su ley en su propio pa¨ªs, estilo Karmal, Husak o tantos otros.

La responsabilidad de la izquierda ante estos hechos es enorme y debe ser asumida. La rivalidad de las superpotencias conduce a la guerra. No quiere decir que ¨¦sta vaya a estallar indefectiblemente, pero el ¨²nico factor que puede evitarla es precisamente la conciencia y movilizaci¨®n de los pueblos. Cualquier hipocres¨ªa, cualquier falta de coraje en este sentido debilitar¨¢ toda posibilidad de resistencia popular.

Los abajo firmantes hacen un llamamiento a los partidos de la izquierda en general, a oponerse a todo imperialismo y denunciar sin atenuante cualquier agresi¨®n de este tipo.

y 98 firmas m¨¢s.