Roban relojes de oro y otras piezas por valor de cincuenta millones de pesetas

Una banda de tres o cuatro atracadores consigui¨® apoderarse, el pasado lunes, en la agencia oficial Omega, situada en Princesa, n¨²mero 10, de un bot¨ªn cuyo valor se estima pr¨®ximo a los cincuenta millones de pesetas. Fuentes de la Jefatura Superior de Polic¨ªa aseguran que la Brigada Regional de Polic¨ªa Judicial ha detenido a Juan Jos¨¦ Bail¨®n V¨¢zquez, de veinticuatro a?os de edad, como sospechoso de participaci¨®n en el delito. Otras informaciones indican que podr¨ªa estar vinculado a un grupo libertario. Al parecer, la mayor¨ªa de las piezas sustra¨ªdas son relojes de oro. Se ha podido saber que todas ellas hab¨ªan sido numeradas en f¨¢brica, por lo que se duda puedan, ser vendidas, incluso por peristas.

El propietario de la agencia relojera declar¨® ayer a EL PAIS que, por el momento, no se sabe con toda certeza si el grupo de atracadores estaba formado por tres o por cuatro personas. ?A las 7.45 de la noche del lunes entr¨® un hombre de buena presencia al establecimiento. Ten¨ªa el aspecto habitual de los clientes de una joyer¨ªa-relojer¨ªa de lujo. Pero, inmediatamente, aparecieron dos c¨®mplices, vestidos con cazadoras; es decir, con otro tipo de indumentaria. Ignoramos si en el exterior eran esperados por un cuarto c¨®mplice. ?Al parecer, los delincuentes se mostraban muy nerviosos. ?No ofrec¨ªan la imagen de delincuentes profesionales suramericanos, m¨¢s o menos avezados a estas situaciones. Se les ve¨ªa muy alterados. Iban provistos de una pistola y una escopeta recortada. El que empu?aba la escopeta conmin¨® a los siete empleados y a los dos clientes, que en aquel momento estaban en el local, a que se echasen al suelo. En el transcurso de los primeros segundos, algunos de los presentes sufrieron contusiones sin importancia, mientras obedec¨ªan las ¨®rdenes que se les daban. Algunos fueron encerrados en lavabos y otros quedaron fuera.?

Los minutos siguientes fueron utilizados por los atracadores para buscar en todas partes. ?No se limitaron a apoderarse de toda la relojer¨ªa de oro que estaba a la vista: tambi¨¦n registraron las c¨¢maras. Objetos cuyo valor podr¨ªa llegar a los cincuenta millones de pesetas, seg¨²n creemos. Afortunadamente, todos los relojes van numerados, en caja y en maquinaria, y esta numeraci¨®n ha sido facilitada a la polic¨ªa, lo que nos coloca en una posici¨®n ventajosa, dada su dificultad de venta. La alarma no fue accionada inmediatamente; s¨®lo cuando los empleados estaban en los lavabos pudo ser emitida la se?al de atraco. Poco despu¨¦s, cuando los asaltantes hab¨ªan conseguido huir, lleg¨® un coche-patrulla.?