"Los Juegos se celebrar¨¢n en Mosc¨² por encima de todo"
?Los Juegos Ol¨ªmpicos se celebrar¨¢n en Mosc¨² por encima de cualquier circunstancia. Puedo asegurarlo rotundamente. Los problemas pol¨ªticos deben tratarse lejos del movimiento ol¨ªmpico. La simple idea de pensar en un boicot contradice los principios del olimpismo internacional. Si pese a todo se produce el boicot de Estados Unidos, por encima del perjuicio a los Juegos en s¨ª, estar¨¢ el que se le har¨¢ a los propios deportistas norteamericanos, de los que sentiremos pena, porque los respetamos mucho como atletas.? Vladimir Popov, vicepresidente primero del Comit¨¦ Organizador de los Juegos de Mosc¨², se encuentra en Madrid. Ayer intervino en el programa de televisi¨®n La clave.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la posici¨®n del Comit¨¦ Organizador de los Juegos de Mosc¨² antela solicitud de boicot por parte del presidente norteamericano, Jimmy Carter?Respuesta. Nuestra tarea es bien simple. Se limita a cumplir la decisi¨®n del COI y a organizar de la forma m¨¢s brillante posible todos los aspectos organizativos de una competici¨®n deportiva de esta magnitud. Se ha realizado un trabajo importante hasta ahora, pero a¨²n quedan cosas por hacer hasta el 19 de julio. La idea de un boicot contradice abiertamente los principios establecidos en el movimiento ol¨ªmpico. Personalmente, opino que la decisi¨®n adoptada en este sentido va dirigida no tanto contra los Juegos, sino contra el propio esp¨ªritu deportivo que recoge la carta ol¨ªmpica.
P. ?Est¨¢ herido de muerte el movimiento ol¨ªmpico?
R. No estoy en absoluto de acuerdo con esta apreciaci¨®n. Al contrario, es fuerte, y ello se ha puesto de manifiesto incluso en los Juegos de Invierno de Lake Placid. Aunque ha habido cierta exageraci¨®n en torno a su organizaci¨®n, pienso que se superaron los obst¨¢culos y la actitud del p¨²blico fue digna. La Uni¨®n Sovi¨¦tica, por supuesto, acudi¨®. En ning¨²n momento se pens¨® lo contrario. Tambi¨¦n creo que despu¨¦s de todos estos problemas el olimpismo saldr¨¢ m¨¢s fortalecido. Ahora bien, no debe permitirse que se aproveche el movimiento ol¨ªmpico en objetivos personales, pol¨ªticos, subjetivos. La persona que ha iniciado esta ola de presi¨®n contra los Juegos de Mosc¨² puede verse sorprendida, hundida por la misma onda expansiva de la misma. Hay distintos medios de entrar en la historia. Hace unos 2.300 a?os viv¨ªa en la ciudad griega de Efes un hombre llamado Er¨®strato, que pens¨® convertirse en una celebridad, pasar a la historia, aunque no dispon¨ªa de las cualidades humanas necesarias. As¨ª, decidi¨® quemar el templo de la diosa Afrodita. Y entr¨® en la historia, pero como s¨ªmbolo negativo, de ambici¨®n. Pienso que la fama del Er¨®strato norteamericano contempor¨¢neo resulta tambi¨¦n muy dudosa.
P. Los sucesos de Afganist¨¢n han sido la raz¨®n ¨²ltima de la decisi¨®n adoptada por Carter. ?Concede alguna validez el comit¨¦ organizador de su pa¨ªs a esta posici¨®n?
R. A nivel de unos Juegos Ol¨ªmpicos, ninguna, por supuesto. El tema sobrepasa obviamente el ¨¢mbito deportivo. Est¨¢ a otro nivel, el pol¨ªtico, que es en el que debe tratarse. Por otro lado, hay ejemplos muy significativos de situaciones pol¨ªticas protagonizadas por Estados Unidos, como la que mantuvo durante a?os en la guerra de Vietnam, a miles de kil¨®metros de su territorio. O la invasi¨®n en su ¨¦poca de Camboya. Sin embargo, la Olimpiada siempre se ha llevado a cabo en los ¨²ltimos a?os, y Estados Unidos, por supuesto, ha participado.
P. ?Por qu¨¦ se utilizan en la pr¨¢ctica los Juegos Ol¨ªmpicos como escaparate para acciones pol¨ªticas e incluso terroristas? El recuerdo de la matanza de deportistas de Israel en Munich, y m¨¢s lejos en el tiempo, el propio entorno de los Juegos de Berl¨ªn, en el a?o 1936, son datos evidentes.
R. Me parece que la causa principal es que los Juegos Ol¨ªmpicos
P. desempe?an un papel preponderante en la sociedad contempor¨¢nea. La propia existencia del movimiento ol¨ªmpico supone de hecho un aspecto estabilizador que contribuye, o debiera contribuir, al fortalecimiento de la paz en el mundo. Pero hay fuerzas en el mundo de hoy que parecen no querer aceptar estos principios deportivos del olimpismo. Puedo asegurarle que mi pa¨ªs no se ha planteado ning¨²n objetivo pol¨ªtico.
P. ?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual en tomo al boicot?
R. Hay factores objetivos que me permiten responder a su pregunta. La decisi¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico a favor de la celebraci¨®n de los Juegos en Mosc¨² ha sido un¨¢nime. La mayor¨ªa de los comit¨¦s ol¨ªmpicos nacionales est¨¢n tambi¨¦n a favor. En febrero, en M¨¦xico, se reuni¨® el ¨®rgano directivo de todos los representantes del COI, que adoptaron asimismo su actitud de apoyo a los Juegos. Y queda, por ¨²ltimo, la opini¨®n pr¨¢cticamente mayoritaria de los deportistas de todo el mundo, incluidos los de Estados Unidos, a los que en mi pa¨ªs se respeta much¨ªsimo. Si al final se ven obligados por alguien a no acudir, sentiremos pena de ellos. Evidentemente, el nivel deportivo de una Olimpiada sin atletas norteamericanos y de alg¨²n otro pa¨ªs d¨ªsminuir¨ªa, especialmente en deportes como atletismo o nataci¨®n. Pero el nivel general del desarrollo del deporte en el mundo es elevado, y estoy seguro de que surgir¨ªan nuevos talentos, otras grandes figuras.
P. Movimiento ol¨ªmpico, comit¨¦ organizador, pa¨ªses que pueden boicotear los Juegos y participar en otros paralelol si prospera la tesis de Carter. ?Qui¨¦n perder¨ªa m¨¢s en el posile boicot?
R. Si se realiza el boicot ser¨¢ en una parcela no muy significativa. Partiendo de la base de que en cualquier caso, van a celebrarse en Mosc¨², evidentemente perder¨¢n m¨¢s aquellos pa¨ªses que no acudan. Nosotros cumpliremos nuestros compromisos ante el COI. Todo lo que se ha construido en nuestro pa¨ªs servir¨¢ durante los pr¨®ximos a?os, despu¨¦s de la competici¨®n. En cuanto a la posibilidad de una competici¨®n paralela, me parece absurda. El COI es el due?o de los Juegos y su posici¨®n est¨¢ bien clara.
P. ?Qu¨¦ cree que decidir¨¢ Espa?a?
R. Por l¨®gica, podr¨ªa decirle que pregunte qu¨¦ es lo que desean los deportistas de su pa¨ªs. Por nuestra parte, estar¨ªamos muy satisfechos de poder recibir no s¨®lo a sus deportistas, sino a los periodistas y a aquellos turistas que as¨ª lo deseen.
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