El informe Gundelach sobre agricultura frena las negociaciones Espa?a-CEE

Las negociaciones Espa?a-CEE han sufrido un par¨®n nada m¨¢s iniciarse el estudio del secto m¨¢s espinoso, desde el punto de vista de la Comunidad, es decir, la agricultura. El informe Gundelach, que debla haber sido debatido -y, en su caso, aprobado- por la Comisi¨®n Europea hace ya dos semanas, sigue provocando fuertes pol¨¦micas entre los representantes de los nueve, que ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo optan por aplazar cualquier toma de decisi¨®n. Y mientras que la comisi¨®n no apruebe un documento sobre la agricultura espa?ola no se entrar¨¢ siquiera a discutir este punto con el Ministerio de la calle de la Trinidad, de Madrid.

El sector agr¨ªcola es, a juicio de todos los expertos, el m¨¢s espinoso de cara a la adhesi¨®n de Espa?a a la CEE. La pol¨ªtica agr¨ªcola comunitaria ha sido desde la creaci¨®n del Mercado Com¨²n la ¨²nica pol¨ªtica sectorial aut¨¦nticamente elaborada y compleja. Se basa en un dif¨ªcil equilibrio entre las necesidades de los agricultores europeos -lo suficientemente numerosos como para que su voto sea decisivo a la hora de mantener o derribar gobiernos-, y los compromisos contra¨ªdos por la CEE con pa¨ªses terceros, a cambio de que ¨¦stos abran sus fronteras a los productos industriales comunitarios. Estos factores han llevado al mercado com¨²n a dedicar m¨¢s de dos tercios de su presupuesto anual a la regulaci¨®n de los productos agr¨ªcolas.El ingreso en el club de un pa¨ªs como Espa?a, con una importante producci¨®n agr¨ªcola, exigir¨¢ la reforma de determinados mecanismos internos comunitarios, ya que sin esa reforma el presupuesto se disparar¨ªa. Es decir, antes a¨²n de empezar a negociar con Espa?a, la CEE de los nueve tiene que ponerse de acuerdo sobre cu¨¢ntos sectores agr¨ªcolas precisan una reestructuraci¨®n y sobre el modo en que se realizar¨¢ ¨¦sta. Todo esto en v¨ªsperas de elecciones presidenciales en la Rep¨²blica Federal de Alemania y, sobre todo, en Francia.

La Comisi¨®n encarg¨® en su d¨ªa al comisario Gundelach que elaborara un informe sobre la situaci¨®n agr¨ªcola espa?ola en el que se sugirieran ya algunas medidas de reestructuraci¨®n interna comunitaria. El informe Gundelach previsto inicialmente para finales de diciembre pasado, se retras¨® hasta febrero, y ha provocado ya los primeros enfrentamientos entre los distintos comisarios que deben aprobarlo y que por muy funcionarios ?europeos? que sean, defienden tambi¨¦n los intereses de sus respectivos pa¨ªses de procedencia.

El primer tema ?caliente? ha sido el aceite de oliva. Seg¨²n los c¨¢lculos comunitarios, si la adhesi¨®n de Espa?a se verifica sin una modificaci¨®n previa de la estructura del mercado, la Comunidad Europea tendr¨ªa que incrementar su presupuesto anual aproximadamente en unos 1.500 millones de unidades de cuenta (145.000 millones de pesetas). El informe Gundelach -elaborado bajo la supervisi¨®n de Lorenzo Natali, encargado de las negociaciones con Espa?a- propone mantener el actual sistema de apoyo al sector olivarero e intentar incrementar el consumo de aceite de oliva a base de imponer una tasa especial a la margarina y a otros aceites vegetales.

La reacci¨®n contraria no se ha hecho esperar. El propio presidente de la CEE, el brit¨¢nico Roy Jenkins, se ha opuesto a una niedida semejante por estimar que ayudar¨ªa a incrementar la inflaci¨®n, ya de por s¨ª suficientemente disparada (un 11,3% se prev¨¦ para este a?o).

Pero no es s¨®lo por la inflaci¨®n por lo que Jenkins, al igual que Haferkamps y Vedreling, se oponen a este nuevo impuesto. La CEE importa en la actualidad, de pa¨ªses terceros, aceites vegetales, no de oliva, por valor de unos 7.500 millones de d¨®lares, y la parte del le¨®n se la lleva Estados Unidos. El impuesto supondr¨ªa aumentar en un 8% el precio de estos aceites y un 5 % el de la margarina. No es extra?o que las multinacionales americanas o la propia Unilever holandesa, presionen con todas sus fuerzas.

En el lado contrario, los italianos Natali y Giolitti y los franceses Ortoli y Cheysson defienden la creaci¨®n de la nueva tasa, especialmente porque temen que de no adoptarse esta medida los pa¨ªses no productores de aceite de oliva intenten, pura y simplemente, desmantelar las ayudas actuales, afectando gravemente a los agricultores de sus respectivos pa¨ªses.

Medios comunitarios estiman que el problema no quedar¨¢ resuelto posiblemente antes de finales de este mes de marzo. Es, decir, la CEE no entregar¨¢ su ?posici¨®n? inicial a la delegaci¨®n espa?ola antes de abril. Dif¨ªcilmente se podr¨¢ cumplir el calendario previsto en la visita del presidente Su¨¢rez a Bruselas, que supon¨ªa dejar ?vistos? los dos temas importantes antes del verano, sobre todo si se tiene en cuenta que la Comisi¨®n tampoco ha entrado a¨²n a estudiar el documento ?social? y que en el de agricultura existen otros cap¨ªtulos tan importantes como el del aceite: frutas y legumbres frescas, vino y tabaco.

Varios parlamentarios europeos han solicitado informaci¨®n a la comisi¨®n sobre la producci¨®n y superficie dedicadas a estos cultivos en nuestro pa¨ªs. Los datos facilitados por la CEE ponen nervio a m¨¢s de uno. Espa?a ser¨¢, una vez dentro de la Comunidad, el squndo productor de frutas y legumbres frescas, ampliamente por encima de Francia y s¨®lo en determinados productos por debajo de Italia. Es l¨®gico que mientras la COPA, la m¨¢s importante asociaci¨®n de los agricultores europeos, exige un per¨ªodo de transici¨®n de quince a?os, la Uni¨®n Europea de Comerciantes al por Mayor recomiende un per¨ªodo de cinco a diez a?os, muy liberal.