Enfrentamientos entre centristas y socialistas con motivo de la discusi¨®n del nombramiento del director de los centros

El debate del art¨ªculo 25 del proyecto de Estatuto de Centros Escolares, que regula, entre otras -cosas, el nombramiento de director, atribuy¨¦ndoselo a la Administraci¨®n, provoc¨® ayer en el Pleno del Congreso un agrio debate en el que se lleg¨® a la agresi¨®n verbal y se produjeron aplausos, silbidos, pateos e incluso, insultos con ocasi¨®n de las intervenciones de los representantes socialistas ycentristas.

Antonio Rodr¨ªguez, en nombre del PSOE, hab¨ªa defendido la necesidad de que el director de los centros escolares fuese nombrado por elecci¨®n. Eulalia Vintr¨®, en nombre de los comunistas, insisti¨® en id¨¦ntica tesis; replic¨® en nombre de los centristas Jos¨¦ Garc¨ªa P¨¦rez, y la propuesta de la oposici¨®n, tras ser derrotadas las distintas enmiendas, fue rechazada finalmente al aprobarse la totalidad del art¨ªculo por 158 votos a favor y 122 en contra.Pero en el turno de r¨¦plica, Garc¨ªa P¨¦rez hab¨ªa concluido su intervenci¨®n con un alegato en contra del nombramiento del director de la Ciudad Escolar de Madrid, Mariano P¨¦rez Gal¨¢n, dependiente de la Diputaci¨®n, que, seg¨²n ¨¦l, se hab¨ªa hecho ?a dedo? y a?adi¨® que actuaciones como esta se repetir¨ªan miles de veces en el caso de que el PSOE llegase un d¨ªa al poder. Esta afirmaci¨®n provoc¨® ya abucheos, pateo e incluso serios insultos, que pudieron o¨ªrse con claridad desde la tribuna de prensa y que partieron de los esca?os socialistas.

En el turno de explicaci¨®n de voto, Luis G¨®mez Llorente, en nombre del PSOE y en tono especialmente en¨¦rgico declar¨® su sorpresa porque en un debate parlamentario se hubiese llegado al argumento ad hominen y dibuj¨® una defensa cerrada de la honestidad, la capacidad pedag¨®gica y el prestigio del aludido P¨¦rez Gal¨¢n. Record¨® -respondiendo a una afirmaci¨®n de Garc¨ªa P¨¦rez- que P¨¦rez Gal¨¢n sali¨® de la junta del colegio de doctores y licenciados por un voto de censura ?del sector m¨¢s reaccionario, el que UCD est¨¢ defendiendo aqu¨ª? y tuvo fa honestidad -a?adi¨®- de marcharse cuando le fue planteada esa censura. Ya entonces G¨®mez Llorente escuch¨® un largo aplauso de sus compa?eros de fila y continu¨® explicando que ellos hab¨ªan ofrecido f¨®rmulas que compatibilizaran la electividad de director de los centros con la capacidad de los candidatos para ocupar ese cargo, pero que UCD hab¨ªa rechazado sistem¨¢ticamente cualquier posibilidad de acuerdo.

Calific¨® G¨®mez Llorente de afrenta para el estamento profesoral las afirmaciones que hab¨ªa hecho anteriormente el centrista Garc¨ªa P¨¦rez sobre los criterios que se hab¨ªan venido manteniendo en la elecci¨®n de directores, y se pregunt¨® si es que UCD cre¨ªa que s¨®lo los directores nombrados por la Administraci¨®n ser¨¢n quienes cumplan con la legalidad vigente. Otro aplauso especialmente dilatado acogi¨® el final de su intervenci¨®n.

Garc¨ªa P¨¦rez replic¨® que ¨¦l no hab¨ªa citado para nada la honorabilidad ni la dignidad del director del centro escolar dependiente de la Diputaci¨®n madrile?a y que dif¨ªcilmente pod¨ªa afrentar a los profesores, puesto que ¨¦l pertenece desde hace veintid¨®s a?os a ese mismo estamento.

El hecho cierto es que el propio Jos¨¦ Luis Alvarez, en nombre de UCD, aprovech¨® el descanso que se produjo en ese momento para acercarse a los bancos socialistas en actitud conciliadora y que Garc¨ªa P¨¦rez trat¨® de ofrecer alguna aclaraci¨®n a G¨®mez Llorente durante el intervalo.

Director de la Administraci¨®n

El socialista Rodr¨ªguez Rodr¨ªguez hab¨ªa argumentado que el texto del proyecto impide ser directores a los profesores no numerarios, que el ?ministro de turno decidir¨¢ a trav¨¦s de su reglamento qui¨¦n va a ser director y qui¨¦n no?; adem¨¢s, que ?la designaci¨®n de director no tiene por qu¨¦ recaer en un profesor de los que prestan sus servicios en el centro de que se trate ? y que el procedimiento de designaci¨®n rechaza ?una reiterada aspiraci¨®n y reivindicaci¨®n del profesorado?. ?Supone la introduci¨®n en los centros. escolares de un permanente foco de tensiones?. ?Se distorsiona la configuraci¨®n del centro como elemento de confluencia del pluralismo ideol¨®gico y social, y a la direcci¨®n, como representativa del mismo?. Se reimplanta ?una estructura piramidal del poder y control pol¨ªtico de los centros p¨²blicos? y a?adi¨® que con todo ello se desconf¨ªa de la capacidad del profesorado, se le minusvalora, se fomentan los corporativismos y se ahondan diferencias entre el director y el resto del profesorado.

Garc¨ªa P¨¦rez replic¨®, en nombre de UCD, y defendi¨® la designaci¨®n del director por la Administraci¨®n, argumentando que el problema era realmente crucial, porque ?del tipo de direcci¨®n que se implante depender¨¢, en gran medida, la calidad de la ense?anza?. Advirti¨® que era un tema ?en el que no caben demagogias y donde hay que hablar con gran sinceridad profesional, aunque pueda tener un coste pol¨ªtico y un coste de imagen profesional de cara a los compa?eros de la ense?anza?.

Para el diputado centrista la preocupaci¨®n de socialistas y comunistas estaba m¨¢s en ?qui¨¦n ser¨¢ director? que en las caracter¨ªsticas que debe tener el director, ?m¨¢s preocupados por mantener una elecci¨®n que por elevar la calidad de la ense?anza?. Se?al¨® como ejemplos de que en la participaci¨®n democr¨¢tica del centro hay conceptos, que no deben ser sometidos a esa participaci¨®n el que un claustro de profesores ?puede y debe reunirse para estudiar c¨®mo vigilar el recreo de los alumnos, pero un claustro de profesores no puede ni debe reunirse para estudiar si se debe o no vigilar el recreo de mil alumnos. Hoy existen centros dirigidos por directores elegidos, donde los recreos no son vigilados?.

Garc¨ªa P¨¦rez continu¨® afirmando que ?estos ejemplos sencillos, comunes en nuestro pa¨ªs, no dependen de una participaci¨®n democr¨¢tica, porque ni la democracia ni los votos pueden transformar en legal lo que es justo que no se transforme?.

Acus¨® a los grupos de izquierda de atentar, m¨¢s o menos expl¨ªcitamente, contra todo tipo de jerarqu¨ªa en la docencia, acusando al sistema que llaman piramidal, mientras que ?los grupos de derecha desean, por el contrario, una estructura que favorezca el orden social. UCD, partido de centro, a¨²na ambos criterios, creando a trav¨¦s de la presente ley en todos los centros escolares unos consejos de direcci¨®n puramente democr¨¢ticos?.

En otro momento -y ello provoc¨® parte de la dura r¨¦plica de G¨®mez Llorente- asegur¨® que los criterios de los claustros para elegir hasta ahora a los directores hab¨ªan sido tres: pol¨ªtico, de amistad o profesionales. ?El art¨ªculo 25 que debatimos?, dijo, ?sobrar¨ªa si en todos los claustros se hubiese procedido de esta ¨²ltima forma. ?

Cabe a?adir que cuando se produjo la r¨¦plica de Garc¨ªa P¨¦rez en el turno de la explicaci¨®n de voto, apenas dos docenas de sus compa?eros de esca?o secundaron un breve aplauso a su intervenci¨®n. El resto permaneci¨® en silencio.

Durante la sesi¨®n de ayer se concluy¨® el t¨ªtulo segundo, que regula los centros p¨²blicos y que se extiende hasta el art¨ªculo 31 del proyecto.

El art¨ªculo 26, que regula la composici¨®n y funciones del consejo de direcci¨®n, provoc¨® tambi¨¦n largas intervenciones. Socialistas y comunistas pretend¨ªan, entre otras cosas, que este consejo fuese m¨¢s amplio en su composici¨®n. Pero todas sus enmiendas, en este y en el resto del articulado fueron rechazadas.