M¨¢s all¨¢ de la crispaci¨®n
El Cordob¨¦s, valiente de verdad, y Jaime Ostos, en torero, redondearon actuaciones muy interesantes. Al toro que abri¨® plaza, reserv¨®n, quiz¨¢ agotado, el ecijano le porfi¨® sin ¨¦xito, pero al cuarto, que, aunque quedado, ten¨ªa nobleza, le mulete¨® con reposo, marcando muy bien los tiempos en naturales y redondos, perfectamente rematados con el de pecho ce?ido. Fue una faena bien construida.Tambi¨¦n tuvo m¨¦rito la primera faena de El Cordob¨¦s, pues su toro, aunque peque?o, sobre estar en puntas (la novedad nos asombr¨® a todos), no era f¨¢cil, probaba las embestidas. La leyenda de El Cordob¨¦s dice que tiene un valor escalofriante. De las frecuentes crispaciones del ¨ªdolo, sus adoradores deducen un arrojo incontenible. Es m¨¢s cierto que un torero crispado delata falta de valor, incluso p¨¢nico, lo cual quiz¨¢ tampoco sea exacto en el caso de El Cordob¨¦s, quien tiene muy bien estudiadas sus actitudes y una de ellas es fingir la entrega alocada. La manifestaci¨®n del valor aut¨¦ntico sigue, en realidad, otros derroteros.
Plaza de Valencia
Segunda corrida fallera (domingo). Cuatro toros de Manuel Camacho, bien presentados, desiguales. Primero y segundo de Carlos N¨²?ez, peque?os, con problemas. Jaime Ostos: estocada delantera y ca¨ªda (silencio). Bajonazo y descabello (petici¨®n y vuelta). El Cordob¨¦s: Media estocada tendida, rueda de peones y descabello barrenando (oreja y dos vueltas). Pinchazo baj¨ªsimo, estocada y dos descabellos (oreja). Palomo Linares: Dos pinchazos, rueda de peones y descabello (silencio). Metisaca baj¨ªsimo, rueda de peones y tres descabellos (vuelta al ruedo). Hubo casi lleno.
Por ejemplo, en esta su primera faena no hubo crispaci¨®n, sino aplomo, y aguant¨® muy de verdad los peligrosos parones y derrotes. Adelantaba el enga?o, dejaba llegar, embarcaba con el temple del que es capaz (es decir, ninguno), se pasaba cerca los pitones clavadas las zapatillas en la arena y ligaba los muletazos. En uno de ellos, sali¨® golpeado espectacularmente y cuando volvi¨® a la cara del toro fue para arrimarse m¨¢s que antes. No hubo salto de la rana.
Quiz¨¢ por que faltaba el ranazo, su p¨²blico no se le entreg¨® tanto como luego lo har¨ªa en la faena del quinto, que esa s¨ª result¨® falsa y llena de payasadas. El toro se pegaba unas costaladas de abrigo y los peones lo levantaban a pulso, que ya es. El Cordob¨¦s trapaceaba, dio saltos de la rana, tir¨® los trastos y cay¨® de rodillas tras un brinco simiesco. El toro tambi¨¦n, y era un lamentable cuadro el que formaba un se?or vestido de luces arrodillado y un toro moribundo panza arriba. Pero al cordobesismo el cuadro le debi¨® parecer puro, Greco y se puso como, loco.
Despu¨¦s de El Cordob¨¦s ven¨ªa Palomo y cata que a Palomo le correspondi¨® el toro de la corrida, un bonito camacho, de embestida larga y boyante, a la que correspondi¨® con alg¨²n muletazo m¨¢s o menos suave entre muchos tirones y carreras, por que como no manda no puede ligar los pases si no es tomando las de Villadiego. Al final, tambi¨¦n arroj¨® los trastos y cay¨® de rodillas, pero El Cordob¨¦s lo hab¨ªa hecho mejor y adem¨¢s con primitivo brinco, de manera que ni en esto pudo ponerse a su altura. En el tercero, que derrotaba, despu¨¦s de un par de achuchones y tres desarmes, abrevi¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.