El idealismo marxista

Psicoanalista, soci¨®logo y fil¨®sofo, Fromm representa una de las figuras m¨¢s significativas del pensamiento marxista contempor¨¢neo. Para juzgar su obra, debemos tener en cuenta la trascendencia que reviste el descubrimiento por los a?os treinta, en la Biblioteca Imperial de Berl¨ªn, de los Manuscritos econ¨®mico-filos¨®ficos de Marx. Una nueva visi¨®n del marxismo surge: la antropol¨®gica, que sustituye a la determinista y evolucionista vulgarmente materialista que entonces imperaba. La Escuela de Francf¨®rt asume esta dimensi¨®n humanista del marxismo, y entre ellos, Erich Fromm.Por esta raz¨®n, en su obra El concepto del hombre de Marx, principia por recusar la interpretaci¨®n econ¨®mica y materialista de la historia y sostiene que es el hombre, ?los individuos realmente vivientes?, los que hacen la historia. ?Los hombres son los autores y actores de su propia historia.? Si el hombre es, pues, el sujeto de la historia, es tambi¨¦n el objeto de su pensamiento. Se trata, pues, de descubrir un concepto del hombre, pero que no sea abstracto y gen¨¦rico, sino real. ?Puede afirmarse que Fromm acert¨® en esta empresa? Sin duda, concreta y amplia algunas ideas oscuras de Marx, pero no descubri¨® el sentido de la verdadera realidad humana. Este car¨¢cter incompleto de su antropolog¨ªa filos¨®fica' obedece a que consider¨® al hombre por y en s¨ª mismo, como otros fil¨®sofos de la Escuela de Francfort. ?Der Mensch nur von dem sinvoll reden k¨®rine? (?S¨®lo se puede explicar el hombre.?) As¨ª, al no estudiar al hombre como un ser natural (no tiene sentido para el marxismo hablar de la naturaleza como tal) lo desnaturaliz¨®, no pudiendo crear las categor¨ªas correspondientes a un humanismo aut¨¦ntico. Al no apoyarse en los datos cient¨ªficos proporcionados por la investigaci¨®n fisiol¨®gica, biol¨®gica y psicol¨®gica, no logr¨® descubrir la historicidad de la naturaleza humana.

Pero un conservador pol¨ªtico, Arnold Gehlen, en su monumental obra Der Mensch (El hombre), desarrolla y completa las intuiciones antropol¨®gicas de Marx. Sin embargo, debemos a Fromm precisiones iluminativas sobre el concepto de alienaci¨®n, que pese a su tono moralizante conservan un valor actual para los estudiosos del marxismo.

El fin del socialismo para Fromm es escatol¨®gico, la salvaci¨®n del hombre como individuo.

As¨ª ha podido afirmar el profesor americano Adams que Fromm es un humanista existencialista. Tendencia esta ¨²ltima de su pensamiento que se acent¨²a en obras como El hombre para s¨ª mismo, Esperanza y revoluci¨®n y La sociedad sana.

Esta orientaci¨®n humanista del marxismo ha ejercido sin duda una positiva influencia en la filosof¨ªa de ciertos pa¨ªses socialistas, como en la Escuela de Varsovia de Adam Schaff, y en la de Budapest, de Gyorgy Markus y Agnes Heller, que representan y desarrollan los conceptos originarios del Marx joven.

Por ¨²ltimo, debemos se?alar que el Arte de amar de Fromm es uno de los m¨¢s bellos discursos marxistas sobre el amor, desmintiendo as¨ª la afirmaci¨®n de Roland Barthes, que en su Fragmentos de un discurso amoroso niega la existencia de una teor¨ªa marxista sobre el amor.