Cosworth, vendida en mil millones de pesetas
La f¨¢brica brit¨¢nica de motores Cosworth, suministradora de la gran mayor¨ªa de los motores que se utilizan en la f¨®rmula 1, fue vendida recientemente a una empresa de ingenier¨ªa de la misma nacionalidad, por la escalofriante cifra de 1.000 millones de pesetas. Keith Duckworth, creador de la ya m¨ªtica empresa -junto con Frank Costin, cuya primera s¨ªlaba de su apellido, junto con la segunda de Duckworth, compuso el nombre de la marca-, seguir¨¢ al frente de la misma, pero dedicar¨¢ la mayor parte de su tiempo a dise?ar motores siguiendo las t¨¦cnicas de turboalimentaci¨®n que tan buenos resultados est¨¢n dando a Renault.
El origen de la f¨¢brica de motores data de 1967. Los ingenieros brit¨¢nicos Frank Costin y Keith Duckworth, despu¨¦s de una serie de conversaciones de este ¨²ltimo con su gran amigo Colin Chapman -probablemente el mayor genio de la f¨®rmula 1-, se decidieron a montar una f¨¢brica en la que se preparasen motores con destino a impulsar los monoplazas de la categor¨ªa reina.Con el tiempo, del primitivo origen mec¨¢nico del Ford de 3.000 cent¨ªmetros c¨²bicos fue quedando menos, hasta casi desaparecer por completo. En la propia f¨¢brica Cosworth se fabtican y montan la casi totalidad de las piezas. El cuidado dise?o de las mismas y el montaje casi de artesan¨ªa de precisi¨®n de todos los elementos, hasta formar el conjunto, unido al desarrollado nivel tecnol¨®gico del proyecto, dio a Cosworth una bien merecida fama, cimentada adem¨¢s en una cadena interminable de victorias.
Despu¨¦s de trece a?os de existencia de la firma, Cosworth cuenta en la actualidad con doscientos trabajadores, cuatro veces m¨¢s que cualesquiera de las f¨¢bricas que se dedican a producci¨®n de coche! de f¨®rmula 1. Brabham, Tyrrell, Ligier, McLaren y la gran mayor¨ªa de las restantes no son m¨¢s que peque?os talleres, con capacidad muy inferior a la de esta f¨¢brica que suministra los motores a casi todos ellos. Salvo Ferrari, Renault y Alfa Romeo, las ¨²nicas aut¨¦nticas f¨¢bricas de autom¨®viles implicadas en el Circo de la F¨®rmula 1 -a Lotus no puede realmente consider¨¢rsele como tal-, Cosworth provee de sus motores a todos los dem¨¢s coches. Detalle m¨¢s que significativo de su nivel de calidad y resistencia, puesto que tanto los equipos que buscan la victoria, como los que por sus econom¨ªas no pueden permit¨ªrselo, pero que tampoco pueden permitirse muchas averias, que hundir¨ªan sus presupuestos, usan motores Cosworth.
En este tiempo, Cosworth ha fabricado cuatrocientos motores DFV, que se han vendido a unos tres millones de pesetas cada unidad. En 119 ocasiones, estos motores dieron la victoria en una carrera puntuable para el campeoato del mundo a sus respectivos monoplazas. Pero el elevado precio y la robustez -siempre que no se les suba el r¨¦gimen de revoluciones por encima del m¨¢ximo tolerado, acci¨®n que no perdonan- de estos motores hab¨ªa producido una reconversi¨®n de los mismos, que una y otra vez eran revisados y vueltos a montar como si fueran nuevos. Ello produjo un problema de tesorer¨ªa a Cosworth, que ¨²ltimamente hab¨ªa atravesado por una crisis que le forz¨® a vender el 15% de sus acciones a Bernie Ecclestone, el Padrino, el hombre que controla la f¨®rmula 1.
Ahora, despu¨¦s de la venta del 85% de las acciones que quedaba en poder de los dos socios fundadores, Keith Duckworth podr¨¢ dedicarse al dise?o y desarrollo de motores turboalimentados. Esa es la ¨²nica posible soluci¨®n que tienen esas peque?as f¨¢bricas antes citadas para poder hacet frente al tremendo poder¨ªo del motor Renault, as¨ª como al feroz ataque que se avecina por parte de Ferrari, Alfa Romeo y Talbot
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.