"La Iglesia no puede considerar cristiano el conformismo", afirma el obispo auxiliar de Madrid

El obispo auxiliar de Madrid, Alberto Iniesta, es la ¨²nica personalidad religiosa venida especialmente desde Espa?a para asistir a las honras f¨²nebres de monse?or Oscar Arnulfo Romero.A¨²n impresionado por los hechos que presenci¨® y sufri¨® en la ma?ana del domingo, mientras concelebraba la misa de difuntos, y pocas horas antes de emprender regreso a Madrid, monse?or Iniesta convers¨® con EL PA?S durante breves minutos sobre la realidad religiosa y sociopol¨ªtica de Centroam¨¦rica.

Pregunta. En El Salvador, monse?or, se enfrentan dos fuerzas situadas en polos opuestos. Una, la derecha, que se resiste a aceptar el m¨¢s m¨ªnimo cambio, otra, la izquierda, que exige esos cambios estructurales en forma profunda. En el centro de todo est¨¢ la violencia que el pa¨ªs sufre. ?Cu¨¢l es, a su juicio, la f¨®rmula de soluci¨®n?

Respuesta. No es por escaparme de una pregunta comprometida, pero debo decirle que realmente no lo s¨¦. Y creo que aunque viviera aqu¨ª tampoco lo sabr¨ªa. Veo en las gentes de este pa¨ªs enorme perplejidad sobre el futuro. Sin embargo, y hablando en t¨¦rminos generales, opino que no puede hacer paz sin justicia. Aunque no hubiera muertos, no se podr¨ªa considerar la existencia de paz en El Salvador con la actual estructura socioecon¨®mica. En ese peligro podr¨ªa caer la propia Iglesia, que no puede lanzar a la gente hacia los ca?ones, pero que tampoco puede considerar cristiano el conformismo.

P. En estas horas de crisis, ?qu¨¦ puede aportar la Iglesia espa?ola a la latinoamericana?

R. Opino que en el terreno social, pol¨ªtico o econ¨®mico, nadie puede darse lecciones. En el terreno pastoral, y en t¨¦rminos generales, todos nos podemos ayudar, pero, en este caso concreto, estimo que es la Iglesia latinoamericana la que puede ense?arnos a nosotros. Es preciso contemplar, como una lecci¨®n, todo lo que este continente est¨¢ viviendo y sufriendo por aplicar las doctrinas del Concilio, de Medell¨ªn y de Puebla. Es, verdaderamente, un ejemplo para la Iglesia espa?ola y europea. Los, en otros tiempos, disc¨ªpulos, se han convertido en maestros.