El papa Juan Pablo II visitar¨¢ Par¨ªs a finales de mayo

El papa Juan Pablo II viajar¨¢ a Par¨ªs el pr¨®ximo 31 de mayo, seg¨²n informaciones recogidas ayer en la capital francesa, que no pudieron confirmarse oficialmente, pero que se valoran como definitivas. La visita del Sumo Pont¨ªfice a Francia, en efecto, ya se ha evocado varias veces durante las semanas pasadas, pero s¨®lo ahora parece ultimada.El Papa permanecer¨¢ tres d¨ªas en Par¨ªs. Su estancia aqu¨ª revestir¨¢ dos aspectos: uno internacional y, otro, nacional. El primero de ellos ser¨¢ significado por un, discurso que pronunciar¨¢ en la Unesco, organismo de las Naciones Unidas, con sede en Par¨ªs, que se ocupa de la educaci¨®n, de la ciencia y de la cultura en el mundo. La dimensi¨®n puramente francesa de la visita quedar¨¢ consagrada por la intervenci¨®n del Papa en la Asamblea Plenaria del Episcopado Franc¨¦s. Juan Pablo II presidir¨¢ esta reuni¨®n y tambi¨¦n ofrecer¨¢ un discurso a los purpurados de la ?hija mayor de la Iglesia?, tal como se la ha considerado a la Iglesia de Francia.

Este desplazamiento se considera aqu¨ª ?hist¨®rico?, porque ning¨²n papa hab¨ªa viajado a Francia desde el a?o 1804, cuando P¨ªo VII vino a coronar a Napole¨®n y, acto seguido, fue retenido como reh¨¦n en Fontainebleau. De igual manera que su discurso en la Unesco servir¨¢ para apreciar la actitud del Vaticano ante los problemas mundiales, las palabras que les dirigir¨¢ a los purpurados de la asamblea episcopal revelar¨¢n el estado actual de las relaciones entre la Santa Sede y la Iglesia de Francia.

Este ¨²ltimo punto, los cat¨®licos franceses, a priori, se lo plantean de manera relativamente interrogante. As¨ª como Pablo VI conoc¨ªa perfectamente la cultura francesa, le¨ªa diariamente informaciones procedentes de Francia y, en consecuencia, facilitaba el di¨¢logo entre la Iglesia de este pa¨ªs y el Vaticano, Juan Pablo II ?conoce mal la vida francesa?, seg¨²n apreciaci¨®n de un especialista cat¨®lico. El Papa actual, se subraya aqu¨ª, a¨²n no comprende bien las razones del ateismo o indiferencia que han generado las sociedades industrializadas de Occidente. Otro problema, no grave, pero real, lo representan los integristas franceses, acaudillados por monse?or Lefevbre que, en un primer tiempo al menos, creyeron encontrar en Juan Pablo II el Papa que comprend¨ªa sus posturas reaccionarias. De todas maneras, el contencioso entre la Santa Sede y la Iglesia de Francia no es agudo y, por otro lado, conviene recordar que, hace pocas semanas, el Papa confi¨® al presidente de la conferencia episcopal, monse?or Etchegaray, la delicada misi¨®n de viajar po primera vez a China Popular para, aunque solo oficiosamente, entablar un contacto entre Pek¨ªn y el Vaticano.

Coincidiendo con el anuncio de este viaje, ayer, Los Cuadernos del Comunismo, una publicaci¨®n del Partido Comunista franc¨¦s hac¨ªa un estudio sobre la acci¨®n del papa Juan Pablo II.

Globalmente, los comunistas galos aprecian positivamente las orientaciones del Sumo Pont¨ªfice y rechazan la imagen que algunos han propagado del ?jefe religioso autoritario, oscurantista y reaccionario?.

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