Ricardo Balb¨ªn: "En Argentina, la democracia se traspapela, pero acaba por encontrarse"
Ricardo Baib¨ªn, de 75 a?os, ?todos vividos?, seg¨²n afirma, es desde 1960 presidente de la Uni¨®n C¨ªvica Radical, la segunda fuerza pol¨ªtica argentina. Por primera vez en su vida visita un pa¨ªs europeo, Espa?a, en su segundo viaje al extranjero. Decano de los pol¨ªticos dem¨®cratas del continente americano, se encuentra en Espa?a invitado por el programa La Clave, de RTVE. Sobre la situaci¨®n pol¨ªtica argentina y las respuestas de su influyente partido a la oferta de di¨¢logo pol¨ªtico realizada por el r¨¦gimen militar de Buenos Aires -interpretada como un s¨ªntoma de apertura- versa esta entrevista que concedi¨® a EL PAIS.
Pregunta. ?Cu¨¢l es la respuesta de Ricardo Balb¨ªn a la oferta de di¨¢logo pol¨ªtico formulada por el presidente argentino, Jorge Rafael Videla?Respuesta. La respuesta va a ser, porque todav¨ªa no he sido invitado a ese di¨¢logo. Pensamos que la respuesta ya est¨¢ dada en importantes documentos pol¨ªticos que se conocen en Argentina En ellos se habla de la necesidad de estructurar los partidos pol¨ªticos, que para nosotros son instrumentos b¨¢sicos de la democracia. Dicho de otra manera, si es que vamos a una democracia representativa, lo importante es elaborar los instrumentos que nos llevar¨ªan a esa democracia. Debo suponer que el di¨¢logo debe tener esta direcci¨®n.
P. ?Protagonizar¨ªa usted y la Uni¨®n C¨ªvica Radical que preside una respuesta conjunta de todos los partidos pol¨ªticos argentinos, un frente com¨²n respecto a la respuesta al di¨¢logo?
R. Desde hace mucho tiempo yo he tenido en mi pa¨ªs actitudes protagonistas. He realizado muchas gestiones vinculadas a eso que he llamado la b¨²squeda de coincidencias y la participaci¨®n en los di¨¢logos, ya que, en definitiva, la Uni¨®n C¨ªvica Radical que presido es la fuerza pol¨ªtica que, en mi pa¨ªs, le da fuerza y principio al di¨¢logo pol¨ªtico argentino. El di¨¢logo es algo inherente a la concepci¨®n radical y constituye la idea que permiti¨® a Hip¨®lito Irigoyen lograr el sufragio universal en 1912 y que abri¨® el cauce de la consulta popular que le llev¨® a la presidencia de la Rep¨²blica Argentina en 1916.
P. ?En qu¨¦ medida la viabilidad de la oposici¨®n pol¨ªtica argentina -y la del propio r¨¦gimen militar- dependen de la aceptaci¨®n de la oferta que el di¨¢logo pol¨ªtico plantea?
R. No creo que lo uno ni lo otro est¨¦ supeditado. Pueden y deben ser actitudes convergentes, pero de ninguna manera se condicionan.
B¨²squeda institucional
P. ?En qu¨¦ grado pueden influir el ¨¦xito o el fracaso del plan pol¨ªtico de las Fuerzas Armadas argentinas en la determinaci¨®n de la persona -y su futuro programa pol¨ªtico- que asuma la presidencia de la Rep¨²blica Argentina?
R. Yo pienso que no influye, porque nuestra b¨²squeda es la b¨²squeda institucional. Para su ¨¦xito no hay fechas fijas, ya que, por lo general, juegan imponderables que son los que dan fuerza a determinados acontecimientos. En resumen, cuando juegan las formas democr¨¢ticas estables, las fechas las dan las leyes. Cuando se viven situaciones de inestabilidad, los plazos los determinan esos imponderables a los que me refiero.
P. Como decano de los pol¨ªticos argentinos y dada su experiencia, ?qu¨¦ duraci¨®n en el tiempo confiere usted al r¨¦gimen militar argentino?
R. Mi respuesta ya est¨¢ dada en la anterior. En esto juegan los imponderables.
P. ?Podr¨ªa, por favor, caracterizar la situaci¨®n argentina actual en sus aspectos pol¨ªticos, econ¨®micos, sociales y sindicales?
R. Mi respuesta ser¨ªa muy larga. Tenemos muy fijada nuestra posici¨®n en el pa¨ªs no con respecto a esta actualidad, sino respecto a nuestra historia. Nuestro partido tiene noventa a?os de vida. De la historia de nuestro partido surge el que no nos conforma el estado social, econ¨®mico y pol¨ªtico de Argentina, porque no se adapta a nuestras convicciones. Esto es una apreciaci¨®n general, naturalmente, que no impide que pueda haber conformado alguna de las actitudes, pero aqu¨ª estamos respondiendo a interpretaciones que se refieren a lo fundamental en una concepci¨®n pol¨ªtica.
P. ?Qu¨¦ es lo que en esta ocasi¨®n le ha movido a usted a salir de Argentina?
R. Consider¨¦ que la invitaci¨®n de Televisi¨®n Espa?ola era una distinci¨®n que se me formulaba desde un pa¨ªs, Espa?a, que es, en definitiva, el pa¨ªs de mis padres. Podr¨ªa interpretarse como un prop¨®sito de eludir respuestas, cosa que no forma parte de mis costumbres.
P. ?Va a entrevistarse usted con el Rey de Espa?a?
R. Hasta ahora no estaba previsto.
Contactos pol¨ªticos
P. ?Mantendr¨¢ usted contactos pol¨ªticos en Madrid y Roma con otras fuerzas pol¨ªticas argentinas, italianas, espa?olas o de otros pa¨ªses?
R. Yo he venido espec¨ªfica mente al programa de televisi¨®n, lo cual no quiere decir que est¨¦ dispuesto a todo. Estas respuestas son la prueba de ello.
P. Piensa replantearse la integraci¨®n del partido que preside en la Internacional Socialista?
R. Nosotros no hemos negado ni afirmado esta integraci¨®n. Sencillamente, no participamos en ella.
P. ?Qu¨¦ partido pol¨ªtico argentino presenta postulados m¨¢s parecidos a los de la Uni¨®n C¨ªvica Radical?
R. Sin soberbia y sin vanidad, podr¨ªa decirse que la UCR hizo radical a la Rep¨²blica Argentina, lo cual no quiere decir que todos est¨¦n en el radicalismo. Todos los que han conseguido una aut¨¦ntica vocaci¨®n democr¨¢tica han tomado algo del radicalismo, tal vez porque, en definitiva, Argentina es un pa¨ªs donde a veces se traspapela la democracia, pero siempre acaba por encontrarse.
P. ?Es usted optimista respecto a un futuro democr¨¢tico argentino?
R. Si no lo fuera, hace muchos a?os que habr¨ªa abandonado la pol¨ªtica.
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