Pecos, una carrera mete¨®rica

Desde siempre los fen¨®menos de histeria masiva en torno al ¨ªdolo han desatado llantos, risas, pasiones incomprensibles (para los no iniciados) y alguna que otra cat¨¢strofe ocasional. En nuestro pa¨ªs hemos tenido un amplio surtido de ¨ªdolos llamados juveniles que han culminado con la presencia esplendorosa y algo andr¨®gina de Pecos. Este d¨²o fue fichado en 1978 por una de las compa?¨ªas discogr¨¢ficas m¨¢s agresivas de nuestro pa¨ªs: EPIC, sello dependiente de la multinacional CBS. Entonces los dos cr¨ªos ten¨ªan diecis¨¦is a?os aproximadamente y su primer single, Esperanzas, pondr¨ªa de moda el grito de uno de los encargados de promoci¨®n de EPIC: ?Pecos a tope?. Esta era la expresi¨®n que, qui¨¦n m¨¢s qui¨¦n menos, hab¨ªa de padecer constantemente a trav¨¦s de las ondas. El p¨²blico previsto de Pecos eran las quincea?eras del pa¨ªs entero, quienes, con gran sorpresa por parte de casi todos, decidieron identificarse de manera incondicional con la imagen y el canto blando y algo dengue del ni?o rubio y el ni?o moreno. Al principio su ¨¦xito fue m¨¢s bien moderado, pero el producto era de una claridad meridiana. De esta manera Juan Pardo les cogi¨® bajo su tutela y hace m¨¢s o menos a?o y medio sal¨ªa a la calle su primer elep¨¦ (Conciertos para adolescentes), que corriendo el tiempo habr¨ªa de vender unos 200.000 ejemplares, algo pocas veces visto en un pa¨ªs donde los grandes ¨¦xitos suelen medirse en decenas de miles.

Promoci¨®n intensiva y primera gira por Am¨¦rica

Una promoci¨®n intensiva y. el hecho de haber alcanzado un cierto grado de profesionalidad les lanzaron de manera definitiva, y hace bien poco salieron para una primera gira por Suram¨¦rica, en la que realizaron unas cuarenta actuaciones. A su regreso, una peque?a muchedumbre les esperaba en el aeropuerto de Barajas, dando una sesi¨®n de histeria que las c¨¢maras de Aplauso tomaron estrat¨¦gicamente. Su segundo disco (anunciado por televisi¨®n) tiene una portada absolutamente kitsch, pero ha vendido a estas alturas unos 360.000 elep¨¦s. La actuaci¨®n en El Gran Musical supon¨ªa el reencuentro con sus habituales en el seno de un nuevo empuje promocional.

En todo caso, ellos no son responsables de casi nada. Es posible que canten bien, que tengan imagen: no por ello dejar¨¢n de ser un producto t¨ªpico de la industria discogr¨¢fica.