El transporte y la inspecci¨®n del Estado

La sociedad demanda una inspecci¨®n eficaz en el controvertido sector del transporte, necesidad ¨¦sta sentida tanto por las empresas como por los usuarios. Sin embargo, esta demanda social no es atendida de forma adecuada por la Administraci¨®n p¨²blica; por ello, la Asociaci¨®n de Funcionarios del Cuerpo de Inspectores del Transporte se cree en la obligaci¨®n de poner en conocimiento de la opini¨®n p¨²blica una serie de datos y circunstancias incomprensibles sobre la situaci¨®n en la que se encuentra en la actualidad dicha inspecci¨®n estatal.Entre los objetivos de la nueva pol¨ªtica de transportes en nuestro pa¨ªs, cuyas orientaciones est¨¢n contenidas en el denominado Libro Blanco, figura la potenciaci¨®n del ejercicio de las potestades p¨²blicas inspectoras a fin de imponer el cumplimiento de las leyes, evitar las distorsiones del mercado y salvaguardar la seguridad del transporte. Por otro lado, dicha pol¨ªtica ha de tener en cuenta el prop¨®sito expresado por nuestro pa¨ªs de integraci¨®n en la Comunidad Econ¨®mica Europea, que se traducir¨¢ en su momento en un aumento de los tr¨¢ficos con los pa¨ªses comunitarios, lo que obligar¨¢ forzosamente a mejorar la calidad, competitividad y seguridad de todos los servicios y prestaciones del transporte a un nivel an¨¢logo al existente en los pa¨ªses miembros de dicha comunidad. Respecto a estos puntos debe tenerse en cuenta que la Inspecci¨®n abarca cometidos con repercusiones que afectan hondamente a la sociedad (recu¨¦rdense los tristes sucesos de Santa Cristina de la Polvorosa, Salamanca, Los Alfaques, etc¨¦tera, con p¨¦rdidas de numerosas vidas humanas), y a la seguridad y econom¨ªa nacional (Asturias, p¨¦rdidas de diez mil millones de pesetas; Vizcaya, doce mil millones, etc¨¦tera).

Necesidad de la inspecci¨®n y penuria de medios

Se hace imprescindible potenciar la inspecci¨®n en el sector, particularmente en el transporte de mercanc¨ªas peligrosas, en los servicios regulares de viajeros y en los escolares, dot¨¢ndola de los medios jur¨ªdicos, personales y materiales necesarios para llevar a cabo con eficacia su cometido, y de los cuales carece en la actualidad casi en absoluto. As¨ª, es parad¨®jico que los funcionarios del Cuerpo de Inspecci¨®n del Transporte, ¨²nicos especialistas en Derecho y Econom¨ªa del Transporte en la Administraci¨®n, encargados de la direcci¨®n de dicha Inspecci¨®n, se encuentren en la actualidad en una injustificable situaci¨®n de marginaci¨®n y, lo que es peor, ignorados.Este Cuerpo Superior de la Administraci¨®n, creado a finales del siglo pasado, prest¨® sus servicios en la Intervenci¨®n del Estado en las compa?¨ªas de ferrocarriles, con unas categor¨ªas administrativas similares e incluso superiores a la de otros cuerpos del Estado especialistas en la inspecci¨®n de otros campos. En 1965, al establecer los coeficientes multiplicadores verdaderas categor¨ªas administrativas, y sin duda alguna por oscuras razones injustifcables de predominio de los cuerpos de titulaci¨®n t¨¦cnica sobre los dem¨¢s cuerpos superiores no t¨¦cnicos (letrados, economistas, etc¨¦tera), se les asign¨® en el entonces Ministerio de Obras P¨²blicas una categor¨ªa inferior a la de aqu¨¦llos. En 1980 este cuerpo se encuentra en una situaci¨®n de evidente discriminaci¨®n retributiva respecto a otros cuerpos del mismo nivel de titulaci¨®n y con funciones de similar trascendencia para la vida nacional. De un estudio comparado de las retribuciones de dichos cuerpos se deduce que el inspector del Transporte percibe poco m¨¢s del 30% de un inspector tributario y de un 50% de un inspector de Trabajo, a pesar de que les corresponde id¨¦ntico sueldo base o ¨ªndice de proporcionalidad, debi¨¦ndose la diferencia a la entrada en juego de las remuneraciones complementarias, y as¨ª, en el concepto denominado incentivo de cuerpo (que premia la productividad de los funcionarios pertenecientes a un cuerpo determinado), tiene asignada una retribuci¨®n mensual de 3.925 pesetas, correspondiendo, en cambio, a otros cuerpos inspectores 50.000 y hasta 150.000 pesetas.

Adem¨¢s, y en contraste con los dem¨¢s cuerpos de nivel superior, el 56% de la plantilla est¨¢ sin complemento de destino por especial responsabilidad, a pesar de que en la pr¨¢ctica son los responsables del transporte aproximadamente en el 80% de las provincias, ya que los cargos de subdelegados provinciales y otros puestos cualificados, despu¨¦s de casi tres a?os de vida del departamento, no han sido designados.

Incomprensiblemente, por otro lado, ha sido ignorada su posible intervenci¨®n en el estudio de temas tan importantes para el sector como, por ejemplo, entre otros muchos, la elaboraci¨®n del Libro Blanco del Transporte, elaboraci¨®n de la normativa reguladora del sector, el Transporte y las Autonom¨ªas, y en fin hasta incluso en la programaci¨®n de formaci¨®n de cuadros de expertos en normativa sobre transportes de la CEE.

?Es as¨ª como se piensa potenciar la Inspecci¨®n del Transporte?

Devoluci¨®n del incentivo de cuerpo

Ante este estado de cosas, los funcionarios del Cuerpo de Inspectores del Transporte, entre otras medidas, han optado por exponer la situaci¨®n a la opini¨®n p¨²blica y, por supuesto, han devuelto al Tesoro P¨²blico el incentivo mensual de 225 pesetas que, con car¨¢cter transitorio, les fue asignado en el pasado enero en virtud de la vigente normativa presupuestaria. Las razones que motivaron dicha devoluci¨®n fueron las siguientes:- Primero, por la evidente contradicci¨®n existente entre la intenci¨®n de la Administraci¨®n de potenciar la actividad inspectora del Transporte y la indignante situaci¨®n de los funcionarios encargados de dirigir dicha Inspecci¨®n.

- Segundo, porque, como consecuencia de su marginaci¨®n, el Inspector del Transporte se en cuentra en una situaci¨®n delicad¨ªsima respecto a su prestigio, dignidad y orgullo de profesional que han sido menoscabados sin merecerlo.

- Por ¨²ltimo, porque hemos querido recordar con esta actitud a los departamentos ministeriales competentes que la mendicidad est¨¢ fuera de la ley en nuestro pa¨ªs.

Conclusi¨®n

Sabemos que a veces la Administraci¨®n p¨²blica, sin desearlo, conduce a situaciones tan absurdas e injustas como ¨¦stas. Pero estas situaciones no deben ser perennes y, una vez denunciadas y demostradas, la Administraci¨®n tiene la obligaci¨®n de corregirlas. El Cuerpo de Inspecci¨®n del Transporte tien¨¦ fe en las instituciones democr¨¢ticas y, est¨¢ convencido de que se estudiar¨¢n los medios precisos a fin de que, repetimos, se dote a dicha Inspecci¨®n de los medios jur¨ªdicos, personales y materiales necesarios para que puedan llevar a cabo con eficacia su cometido y que el aumento a niveles adecuados en la calidad, competitiv¨ªdad y seguridad del transporte se haga realidad en breve plazo. Esperamos que, de este modo, casos como los de Santa Cristina de la Polvorosa, Salamanca, Los Alfaques, infinidad de accidentes ferroviarios, etc¨¦tera, no se vuelvan a repetir. El tiempo nos lo dir¨¢.