"En La Habana no nos trataron como cubanos"
Cincuenta y tres cubanos asilados en la embajada peruana en La Habana, los primeros del grupo de quinientos acogido por Espa?a, llegaron ayer a Madrid en vuelo regular de Iberia procedente de la capital de Cuba. Con vivas a Espa?a, al Rey, a Per¨² y a la democracia -y algunos pu?os en alto hasta que alguien les grit¨® que los bajaran- hicieron su entrada en las dependencias del aeropuerto de Barajas, donde con fuerza entonaron el himno nacional cubano, junto a familiares y conocidos que les fueron a recibir.
El grupo est¨¢ compuesto por personas con una edad media de treinta a?os, 42 hombres y veintiuna mujeres, entre ellos siete ni?os y un anciano. Su aspecto era de cansancio y la mayor¨ªa de ellos permaneci¨® dentro de la embajada peruana en La Habana desde el s¨¢bado de la semana anterior, cuando se levantaron las vallas que imped¨ªan entrar a la sede diplom¨¢tica hasta hace unos d¨ªas. Con gran vehemencia y emoci¨®n narraron su estancia en la embajada y sus salidas para recoger los salvoconductos con los cuales lograron abandonar Cuba.?Hemos pasado ocho d¨ªas a base de agua, sin comer m¨¢s que hojas de guayaba y aguacate. Con las espinas del pescado hac¨ªamos una sopa. Alguno comi¨® perro y, gato, as¨ª como maj¨¢, un reptil que habita entra la maleza. Est¨¢bamos hacinados. De las cajitas de comida que daba el Gobierno se alimentaba a los ni?os, pero era del todo insuficiente?, dice el t¨¦cnico Guillermo Risco, de veinticinco a?os. ?Adem¨¢s, los grupos de CDR -Comit¨¦s de Defensa de la Revoluci¨®n- nos tiraban huevos, patatas y tomates y nos llenaban de vej¨¢menes cuando sal¨ªamos de la embajada para recoger los documentos?, agrega un almacenista de zapatos, Raimundo Manresa, de veintiocho a?os.
?Nos insultaban y dec¨ªan que ¨¦ramos homosexuales y prostitutas?, afirma Jorge Alberto Bayo, para quien, en Cuba, ?se da el comunismo m¨¢s negro del mundo. All¨¢ no hay comodidades ni libertad de prensa. Todo es trabajar, y hay muchos presos y represi¨®n?.
Para Fernando Fern¨¢ndez, de 41 a?os, que entr¨® en la embajada peruana con su mujer y dos hijos, de quince y once a?os, ?podr¨ªamos hab¨¦rnoslas arreglado mejor con la comida que daban, pero los tatuados -habitualmente, ex presos comunes- hicieron un grupo y se lo quedaban casi todo. A mi hijo le robaron los zapatos. Yo llevaba desde 1965 intentando salir del pa¨ªs, para lo cual hab¨ªa solicitado permiso?, dice el se?or Fern¨¢ndez, ?pero me decid¨ª a entrar en la embajada porque no hab¨ªa otro medio. Esto es m¨¢s que un milagro; estar aqu¨ª despu¨¦s de diez d¨ªas ?. Su esposa, que saca de su zapato una direcci¨®n en Estados Unidos, gesticula y dice con amargura: ?No nos han tratado como a cubanos. Nunca pensamos que nuestros propios hermanos nos iban a tratar as¨ª. Cuando volvimos a nuestra casa, al damos el salvoconducto, nos la hab¨ªan volteado. El carro de mi esposo desapareci¨®?.
Un grupo de trabajadores espa?oles increp¨® en el aeropuerto a los reci¨¦n llegados cuando iban a subir a los autobuses. ?Cansaditos de trabajar vienen. ?Viva la revoluci¨®n cubana!?, les gritaron mientras otros les preguntaban si hab¨ªan venido a Espa?a a quitar el trabajo a los espa?oles. El incidente produjo cierta tensi¨®n. M¨¢s tarde, Andr¨¦s Sim¨®n, que se identific¨® ante EL PAIS como presidente de la Delegaci¨®n en Espa?a de la organizaci¨®n anticastrista Alpina 66, dijo: ?Nosotros no nos metemos con nadie; s¨®lo nos metemos con Fidel Castro. Vamos a socorrer a ¨¦stos que han venido y a los que vendr¨¢n, pero no vamos a permitir que cuatro gamberros se metan con ellos?.
Familiares en Estados Unidos
La mayor¨ªa de los reci¨¦n llegados quieren continuar viaje hacia Estados Unidos, seg¨²n afirmaron, por poseer all¨ª familiares y amigos. Sin embargo, todos ellos pueden quedarse definitivamente en Espa?a, seg¨²n especificaron fuentes oficiales.La instalaci¨®n y el posterior asentamiento de los quinientos cubanos -de aquellos que lo deseen- corre a cargo de Cruz Roja Espa?ola, que realiza un programa de acogida de refugiados dirigido por Fran Garrigues, esposa de Antonio Garrigues Walker. ?Cruz Roja se encarga de ellos. Se les ha dado atenci¨®n m¨¦dica a quien la necesite, un dinero de bolsillo para sus transportes, y se les ha distribuido en hostales y alojamientos a pensi¨®n completa?.
El viaje ha sido pagado por el Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados, y en el programa colabora la direcci¨®n general de Asuntos Sociales y el Fondo Nacional de Asistencia Social, entidades espa?olas.
Seg¨²n fuentes de Cruz Roja, dos veces por semana llegan a Espa?a dos vuelos desde La Habana con cubanos que han obtenido permiso de las autoridades de su pa¨ªs para salir de Cuba. En el avi¨®n en el que ven¨ªan ayer los asilados de la embajada peruana viajaban asimismo unos cien compatriotas suyo que abandonaron Cuba tras mucho tiempo de espera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.