El Gobierno estudia una elevaci¨®n del arancel industrial

El Gobierno estudia, en la actualidad, una posible subida del arancel industrial espa?ol para situarlo en los niveles de protecci¨®n que alcanzaban en los primeros d¨ªas de mayo de 1979, fecha en la que entraron en vigor unas rebajas coyunturales de aranceles industriales de un total de 127 partidas que, en dicho a?o, afectaban a una cifra de importaciones pr¨®xima a los 30.000 millones de pesetas.La situaci¨®n econ¨®mica y monetaria espa?ola y, en especial, la actitud negativa de las Comunidades Europeas frente a las viejas aspiraciones hispanas de reequilibrio de las ventajas agr¨ªcolas que la CEE ofrece a varios pa¨ªses mediterr¨¢neos, constituyen los argumentos centrales de quienes en el seno del Gobierno desean la pronta elevaci¨®n de las tasas industriales hispanas. Los ministros de Asuntos Exteriores y de Relaciones con la CEE, Marcelino Oreja y Leopoldo Calvo Sotelo, habr¨ªan informado en ciertos medios europeos y, m¨¢s concretamente, al jefe de la diplomacia gala, Jean Fran?ois Poncet, de la intenci¨®n de la Administraci¨®n espa?ola.

El Consejo de Ministros del 27 de abril de 1979 decidi¨® una rebaja erga omnes (para todos los pa¨ªses) del arancel industrial hispano de un total de 127 partidas, cuya entrada en vigor ocurri¨® el d¨ªa 3 de mayo, fecha de su publicaci¨®n en el Bolet¨ªn Oficial del Estado. Se trataba, sobre todo, de un gesto pol¨ªtico y econ¨®mico. Econ¨®mico, porque se justificaba dentro de una pol¨ªtica liberalizadora del Gobierno destinada a contener la entrada de divisas y a mejorar la financiaci¨®n interior. Pol¨ªtico, porque Espa?a ofrec¨ªa en v¨ªsperas de la apertura de las negociaciones exploratorias para el ingreso en la CEE una serie de ventajas industriales a los exportadores comunitarios con la intenci¨®n de acelerar dicho proceso de integraci¨®n en la CEE. Se trataba de conseguir dos objetivos: el tranquilizar a aquellos pol¨ªticos y eur¨®cratas comunitarios que en los ¨²ltimos tres a?os han protestado por un supuesto desequilibrio del Acuerdo Comercial Preferencial de 1970, entre Espa?a y la CEE (que dec¨ªan favorable a Espa?a, en la actualidad, en su cap¨ªtulo industrial), y el buscar, por esta v¨ªa, que la CEE compense de una vez a Espa?a del desequilibrio comercial agr¨ªcola que sufre.

Ahora, ante la lentitud burocr¨¢tica y pol¨ªtica que enmarca las negociaciones de Bruselas, la negativa comunitaria de recompensar justamente al comercio agr¨ªcola espa?ol -frente a las preferencias otorgadas a?os atr¨¢s a Argelia, Marruecos, T¨²nez e Israel, entre otros pa¨ªses-, y con motivo de la dif¨ªcil situaci¨®n interna de la econom¨ªa espa?ola, en la que prima la dura factura del petr¨®leo, la Administraci¨®n espa?ola est¨¢ reconsiderando su concesi¨®n arancelaria industrial, que nunca fue definitiva, sino coyuntural.