Con motivo de un aniversario
Tengo en mi mesa una serie de cartas escritas por Gabriel Le¨®n Trilla, desde el 14 de diciembre de 1943 hasta el 6 de febrero de 1945. Como es sabido, Trilla fue uno de los cuadros comunistas que dirigieron el trabajo clandestino del PCE, tanto en Francia como en Espa?a, despu¨¦s de la derrota de la Rep¨²blica. M¨¢ximo responsable de la actividad comunista en aquella ¨¦poca fue Jes¨²s Monz¨®n, uno de los escas¨ªsimos dirigentes de nivel nacional que qued¨® en Europa al estallar la segunda guerra mundial. Y, sin embargo, en Europa se encontraba la inmensa mayor¨ªa de los militantes comunistas exiliados, y no en Am¨¦rica o en Rusia, donde se concentr¨® la direcci¨®n del PCE. Otro de los miembros de aquel equipo de cuadros reunido en torno a Monz¨®n fue Manuel Azc¨¢rate.Ateni¨¦ndose a las orientaciones del partido, Gabriel Le¨®n Trilla volvi¨® de la Francia ocupada por los nazis a la Espa?a franquista, a finales de 1943, para ocupar un puesto en el trabajo del PCE. La primera de las cartas a que he aludido est¨¢ escrita precisamente en v¨ªsperas del paso clandestino a Espa?a. La ¨²ltima misiva, la del 6 de febrero de 1945, es una tarjeta postal enviada por el servicio normal de correos. En ella se dice que ?Richard? -nombre de guerra en Francia del que fue ?David? en Espa?a, o sea, Jes¨²s Monz¨®n- est¨¢ lleno de optimismo y que ?engorda de manera casi escandalosa?, transparente alusi¨®n a la buena salud de la organizaci¨®n comunista, en aquellos d¨ªas llenos de ilusi¨®n -demasiada ilusi¨®n, sin duda- del final de la segunda guerra mundial.
Todas las cartas, salvo esta ¨²ltima postal, fueron enviadas a un corresponsal comunista residente en Francia por la v¨ªa clandestina de enlaces del PCE. Est¨¢n escritas en franc¨¦s, y ?c¨®mo dominaba este idioma Gabriel Le¨®n Trilla! Constituyen un documento humano y pol¨ªtico impresionante, un calado profundo en la intimidad psicol¨®gica, pol¨ªtica y moral de un comunista responsable de aquella ¨¦poca.
Hay p¨¢ginas que no pueden leerse sin que le d¨¦ a uno vuelcos el coraz¨®n. Hay otras que esclarecen aspectos in¨¦ditos de la historia de aquellos a?os terribles.
Ahora bien, ?por qu¨¦ hablar de esta correspondencia de Trilla precisamente en estos d¨ªas?. No s¨®lo por el azar de que haya llegado a mis manos no hace mucho, junto con toda una serie de documentos y de testimonios coet¨¢neos. Tambi¨¦n, y sobre todo, porque en estos d¨ªas se cumple precisamente el 60? aniversario de la fundaci¨®n del PCE y porque Gabriel Le¨®n Trilla fue uno de los j¨®venes socialistas que fundaron, en 1920, el primer partido comunista espa?ol. Luego ostent¨® cargos de direcci¨®n, represent¨® al PCE en la Komintern, particip¨® en todas las luchas pol¨ªticas de aquel per¨ªodo. En 1932, cuando la Komintern hizo pagar el precio de sus propios errores sectarios al grupo dirigente de entonces (Bullejos, Adame, Trilla), que fue sustituido por militantes m¨¢s d¨®ciles, m¨¢s dispuestos a adaptarse a todos los virajes de la estrategia de la IC, Gabriel Le¨®n Trilla fue expulsado del partido. Pero, durante la guerra civil, Trilla volvi¨® al PCE y desempe?¨® nuevamente funciones responsables.
Reivindicaci¨®n
No se trata tan s¨®lo de recordar, con ocasi¨®n de un aniversario, la memoria de uno de los fundadores del PCE. Se trata tambi¨¦n de reivindicarla.
El 10 de noviembre de 1979, en el curso de un sonado programa televisivo de La clave, al cual asist¨ªan, entre otros, Garaudy, Tierno Galv¨¢n, B. H. L¨¦vy y Santiago Carrillo, este ¨²ltimo respondi¨® as¨ª a una interpelaci¨®n de L¨¦vy, cuya juvenil insolencia trastorn¨® bastante la rumiante tranquilidad de los citados bonzos: ?Y en cuanto a Gabriel Le¨®n Trilla, es cierto que ha muerto en Espa?a, creo que en los a?os 1944 ¨® 1945. Pero imputar en ese periodo un muerto en Espa?a al Partido Comunista, se?or L¨¦vy, y un muerto comunista, me parece, por lo menos, por parte suya, de una gran falta de comprensi¨®n hacia la situaci¨®n que hab¨ªa en este pa¨ªs entonces?.
Desplantes c¨ªnicos
Carrillo nos tiene acostumbrados a los desplantes c¨ªnicos, sin duda. Pero aqu¨ª se pasa. Porque es verdad que Trilla fue un muerto comunista, ?pero qu¨¦ se ha dicho de Trilla en las esferas dirigentes del PCE, hasta esa bendita noche de noviembre de 1979? Una antolog¨ªa de las calumnias, de los insultos soeces, de las innobles mentiras que se han dicho e impreso por el PCE con respecto a Trilla llenar¨ªan varias p¨¢ginas de este diario. Me limitar¨¦ a citar brevemente a Dolores Ib¨¢rruri, en su informe al V Congreso del PCE en oto?o de 1954. Si no me equivoco, esa fue la ¨²ltima vez que se mencion¨® p¨²blicamente a Trilla en un documento oficial del Partido Comunista.
"Pasionaria"
Dice Pasionaria: ?Como un viejo y experimentado provocador, Trilla entreg¨® a la polic¨ªa la organizaci¨®n del partido y de guerrilleros... Monz¨®n y Trilla estuvieron ligados con el polic¨ªa norteamericano Field, d¨¢ndole la posibilidad de reclutar para su trabajo a elementos vacilantes, aventureros y arribistas ... ?. As¨ª es como hablaba Dolores Ib¨¢rruri del militante que por obra y gracia de Carrillo ha vuelto a convertirse en un muerto comunista. Como se sabe, precisamente en la ¨¦poca -casi en los mismos d¨ªas- en que Pasionaria pronunciaba este informe, Field era rehabilitado en Hungr¨ªa, al a?o y pico de la muerte de Stalin y de la liquidaci¨®n de Beria, cuando comenzaba el complejo proceso, hasta hoy inconcluso, pese a tanto pinito eurocomunista, de la desestalinizaci¨®n. Como se sabe tambi¨¦n, el militante que manten¨ªa los contactos con Noel Field sigue llam¨¢ndose Manuel Azc¨¢rate.
Conviene a?adir, para terminar, que la muerte de Trilla no se la imputa al PCE solamente B. H. L¨¦vy. Todos los historiadores, incluso los m¨¢s pr¨®ximos y hasta adictos al PCE, se la imputan al grupo guerrillero de Cristino Garcia, h¨¦roe de la resistencia en Francia, vergonzosamente enviado a Espa?a para cumplir, como tarea fundamental, la del asesinato de Gabriel Le¨®n Trilla, apu?alado en Madrid en septiembre de 1945. Se conocen de este asunto todos los nombres, todos los detalles. A¨²n viven en Madrid testigos, al menos indirectos, de los hechos. En una palabra: este muerto comunista ha sido asesinado por los comunistas. ?Qui¨¦nes tomaron esa decisi¨®n? ?Por qu¨¦ la tomaron? ?D¨®nde est¨¢n los datos que demostrar¨ªan la supuesta ?traici¨®n? de Trilla? Tal vez la ocasi¨®n del 60? aniversario de la fundaci¨®n del PCE sea la mejor para que, al fin, se esclarezca este siniestro episodio. Y se esclarezcan tambi¨¦n los expedientes de Qui?ones, de Jes¨²s Monz¨®n, de Comorera. Quiero decir: que se esclarezcan por el propio PCE, ya que desde el punto de vista hist¨®rico, objetivo, todo est¨¢ muy claro. Si no se abordan de plano esto problemas habr¨¢ que pensar que el grupo dirigente actual del PCE es muy eurocomunista en lo que se refiere a Afganist¨¢n, pero que lo es muy poco en lo que se refiere a su propia casa, a su propia memoria colectiva. Sepan, en cuaquier caso, los militantes del PCE que las cartas de Gabriel Le¨®n Trilla y los testimonios a que he aludido se publicar¨¢n en su d¨ªa. No muy lejano. Ya es hora de que hablen los muertos comunistas, no s¨®lo sus asesinos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.