La nueva imagen de Guinea Ecuatorial
EL PRESIDENTE Obiang llega a Espa?a en devoluci¨®n de la visita efectuada por el Rey a Guinea Ecuatorial, el pasado mes de diciembre. La presencia del Rey confirm¨®, despu¨¦s de las misiones presididas por los ministros Leal y S¨¢nchez Ter¨¢n, la decisi¨®n pol¨ªtica de respaldar a fondo al nuevo r¨¦gimen ecuatoguineano. El nombramiento de un embajador pol¨ªtico y la constituci¨®n de un grupo especial, dirigido desde el Ministerio de Econom¨ªa y la propia Presidencia, ha constituido quiz¨¢ un apoyo operativo eficaz a la hora de instrumentar una cooperaci¨®n que, por las especiales circunstancias del caso, sobrepasaba las competencias de? Ministerio de Asuntos Exteriores.La ayuda espa?ola no ha sido un papel mojado. El nivel de alimentaci¨®n, sanitario o educativo de Guinea Ecuatorial resulta hoy irreconocible a quienes llegaron al pa¨ªs en los d¨ªas del juicio de Mac¨ªas. Las tiendas comienzan a estar abastecidas, los hospitales, la campa?a de vacunaci¨®n hasta en los lugares m¨¢s rec¨®nditos funcionan, y los ni?os han vuelto masivamente a los colegios, institutos y centros de formaci¨®n profesional. Las autoridades guineanas han colaborado con las espa?olas y con los organismos internacionales, y han tenido la gran virtud de permitir la reanudaci¨®n de las actividades econ¨®micas. Los nativos han vuelto a pescar. La posesi¨®n de un ?cayuco? ha dejado de ser un acto de traici¨®n al r¨¦gimen y ha pasado a formar parte de las costumbres con las que la gente se gana la vida. Los trabajos agr¨ªcolas se han reanudado. Donde antes se castigaba la mejora de una plantaci¨®n con la c¨¢rcel, e incluso con la muerte, se ve ahora a los bubis de la isla de Biok¨® limpiar los cacaotales y disponer los campos para la pr¨®xima cosecha. La mano de obra fang, retenida por Mac¨ªas en la isla para trabajar como esclavos en las plantaciones de cacao, ha regresado a sus pueblos en el territorio continental de R¨ªo Muni para cultivar sus plantaciones de caf¨¦, trabajar en las explotaciones forestales o, simplemente, vivir de la caza y de la pesca. El resultado neto es un aumento del bienestar y una disminuci¨®n del terror, aunque todav¨ªa quede casi todo por hacer y aunque en ocasiones la continuidad de la corrupci¨®n e ineficacia maciista de una parte de la Administraci¨®n provoque el des¨¢nimo de los empresarios y de los cooperantes espa?oles y extranjeros.
En los casi nueve meses transcurridos desde el ?golpe de la libertad ? del 3 de agosto, el teniente coronel Obiang se ha impuesto como el hombre fuerte de Guinea Ecuatorial. En el transcurso de ese per¨ªodo de tiempo se ha producido un importante reajuste ministerial, con el cambio del vicepresidente segundo y el paso a manos del propio presidente de la direcci¨®n econ¨®mica. La actitud, por ejemplo, hacia los antiguos propietarios de fincas r¨²sticas y urbanas ha variado en el sentido de facilitar su devoluci¨®n; la gesti¨®n estatal de la econom¨ªa est¨¢ pasando a gran velocidad a la iniciativa privada. Pero, por encima de todo, el nuevo r¨¦gimen no ha instaurado el terror ni la venganza pol¨ªtica, y el miedo ha desaparecido pr¨¢cticamente de Guinea Ecuatorial.
Sin embargo, es necesario que Guinea Ecuatorial confirme esta trayectoria y adopte aquellas decisiones que impidan una vuelta atr¨¢s. Quiz¨¢ la primera prueba del talante liberal del r¨¦gimen del presidente Obiang sea de naturaleza econ¨®mica. Guinea Ecuatorial es un pa¨ªs con una econom¨ªa exclusivamente exportadora. El cacao, la madera y el caf¨¦ son sus principales riquezas, capaces de proporcionar suficientes divisas para mantener una corriente de importaciones de bienes de equipo para las explotaciones forestales y bienes de consumo para la poblaci¨®n. Pero mientras la producci¨®n se reconstruye, la ayuda y los cr¨¦ditos concedidos por Espa?a, la CEE y el FMI, en un volumen casi desproporcionado a las dimensiones econ¨®micas del pa¨ªs, permiten afrontar la liberalizaci¨®n de las importaciones sin el m¨¢s m¨ªnimo riesgo. Comparativamente, es como si Espa?a, en lugar de 12.000 millones de d¨®lares de reservas brutas, dispusiese de 120.000 millones. El ¨²nico y casi insuperable obst¨¢culo es aquella parte de la Administraci¨®n y de una serie de intereses privados, a los que no son ajenas algunas compa?¨ªas espa?olas opuestas a la libertad de comercio. Los buenos negocios para unos pocos que florecieron durante, el r¨¦gimen de Mac¨ªas todav¨ªa influyen poderosamente a la hora de adoptar decisiones.
Pero si las importaciones se liberalizan y se establece un tipo de cambio razonable, las exportaciones y la producci¨®n se desarrollar¨¢n r¨¢pidamente y el Tesoro dispondr¨¢ de suficientes ingresos, s¨®lo con los rendimientos del comercio exterior, para pagar a su todav¨ªa abundante funcionariado e incluso para financiar con desahogo sus obras de infraestructura. Esta decisi¨®n necesita, por otro lado, el complemento de unas mayores garant¨ªas jur¨ªdicas a la hora de instrumentar la devoluci¨®n de propiedades, porque la inseguridad todav¨ªa subsiste. La reorganizaci¨®n de los servicios p¨²blicos adolece asimismo de ineficacia y falta de organizaci¨®n. Las prioridades siguen siendo caprichosas, y si la reanudaci¨®n de la televisi¨®n pudo ser prioritaria por razones pol¨ªticas, el deficient¨ªsimo, suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica subraya que el nuevo r¨¦gimen no ha hecho a¨²n plenamente suyos los problemas materiales de la poblaci¨®n, El viaje del presidente Obiang tiene, sin duda, como objetivo el de inaugurar una nueva etapa en la cooperaci¨®n entre Guinea Ecuatorial y Espa?a, suprimi¨¦ndose los obst¨¢culos y dificultades que todav¨ªa subsisten. Espa?a ha dado pruebas suficientes de buena voluntad y debe ahora recibir de? presidente Obiang garant¨ªas sobre los intereses de los espa?oles residentes en Guinea. Pero, muy especialmente, el presidente debe convencer a las autoridades espa?olas de que la pol¨ªtica econ¨®mica futura permitir¨¢ el desarrollo de la riqueza para devolver los cr¨¦ditos recibidos y convertirse en un Estado africano de habla espa?ola realmente libre y soberano.
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