Digo vivir
Perd¨®name, querido Joaqu¨ªn, que me dirija a ti en este momento, pero es esta una hora de confusi¨®n y todos necesitamos clarificarnos.Digo vivir, porque en esa noble lucha que libras con la enfermedad vas venciendo, ganando terreno a las sombras y la desesperanza.
Digo vivir, porque t¨², quiz¨¢ t¨², eres el m¨¢s vital de todos nosotros.
Digo vivir, porque s¨¦ que lo har¨¢s mucho tiempo, para que volvamos a esta otra lucha pol¨ªtica que tanto nos apasiona y tanto nos duele.
Pero te dec¨ªa que estamos pasando una cruj¨ªa -como dicen en mi tierra- y en esta cruj¨ªa nos jugamos mucho todos.
Hay una serie de problemas que son inmediatos, urgentes y con los que debemos enfrentarnos de lleno: terrorismo, situaci¨®n econ¨®mica y autonom¨ªas.
Para tratar de enfocar de otra forma estos tres puntos clave, se ha hecho necesaria la ?remodelaci¨®n? del Gobierno. Es seguro que los responsables de estos asuntos lo han hecho lo mejor que han sabido o podido. Podemos suponer que los siguientes lo intentar¨¢n con la misma buena fe, pero como la pol¨ªtica es el arte de lo posible, a lo peor es que no
mismo, olvidar las rencillas y trabajar en equipo. S¨®lo as¨ª conseguiremos mantener el esp¨ªritu de superaci¨®n para llegar a las metas que nos propusimos al constituirnos en partido.
T¨², que siempre est¨¢s poniendo el dedo en la llaga y denunciando la coba, la picajoser¨ªa y la memez, haces falta aqu¨ª y ahora, con el talente liberal que te acompa?a, para seguir criticando, zahiriendo, jaleando nuestra pol¨ªtica interna con objeto de que todo sea sometido a revisi¨®n y nadie vuelva a caer en los deplorables vicios de anta?o, de las mitoman¨ªas y liderazgos, sino en los factores serenos de un pa¨ªs equilibrado y moderno.
As¨ª, querido amigo, entender¨¢s mi prisa en que te nos pongas bueno, en que vuelvas pronto a la palestra de las peque?as y grandes cosas diarias.
Digo vivir, porque el partido necesita en este momento de tu ayuda y de tu esfuerzo.
Digo vivir -y que el poeta me perdone que me apropie de su verso-, porque Espa?a requiere hombres como t¨², y desgraciadamente no os prodig¨¢is mucho.
hay f¨®rmulas m¨¢gicas para remediar, de momento, estos males. Pero en las crisis se debe buscar situar en el sitio preciso a la persona adecuada; porque el inter¨¦s supremo de un pol¨ªtico debe ser la vocaci¨®n al servicio de su patria, por encima de los intereses de partido, es ahora m¨¢s que nunca preciso olvidar las ambiciones y humildemente ayudar a quienes compartan las responsabilidades de Gobierno.
No deben volver las sangrientas batallas para conseguir una mayor ¨¢rea de poder, como en tiempos pasados. No consiste en colocar el mayor n¨²mero de miembros de una familia, desplazando a otras, sino en que se sepa encontrar la soluci¨®n m¨¢s justa, mirando s¨®lo el inter¨¦s del pueblo al que se trata de servir.
Es cierto que en UCD, y probablemente m¨¢s que en otros partidos, la conjunci¨®n de ideolog¨ªas, familias, tendencias, etc¨¦tera, haga m¨¢s dif¨ªcil entender esta postura desinteresada; pero tambi¨¦n es cierto que deber¨ªa evitarse la sensaci¨®n de que todo puede resolverse aumentando el poder de los ?uced¨®cratas? con sus computadoras en ristre.
A veces es imposible contentar a todos aun dentro del mismo tren. No importa. Lo ¨²nico que cuenta es estar en paz contigo
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