Procesos militares y objeci¨®n de conciencia
En relaci¨®n con los procesos militares a civiles de que la prensa se hace eco estos d¨ªas y, en general, con los recortes que el derecho a expresarse libremente viene sufriendo ¨²ltimamente, quiero destacar un caso que est¨¢ pasando casi inadvertido y es, parad¨®jicamente, de gran envergadura.Daniel Gonz¨¢lez, objetor de conciencia, fue detenido el pasado d¨ªa 16 de marzo en Bilbao mientras repart¨ªa octavillas contra el servicio militar, de contenido antimilitarista, frente a uno de los colegios donde se estaba procediendo a la talla de mozos. Trasladado a la prisi¨®n provincial de Basauri (Vizcaya), donde permanece a¨²n en prisi¨®n preventiva, se le acusa de injurias al estamento militar y de atentar contra la integridad de las Fuerzas Armadas.
Desde el d¨ªa de su detenci¨®n, objetores de conciencia de Bilbao, San Sebasti¨¢n, Salamanca, Madrid, Barcelona, Pamplona, Zaragoza y C¨¢ceres han realizado diversas acciones pidiendo su libertad. Las encarteladas, sentadas y encadenadas se suceden, reparti¨¦ndose en varias ocasiones la misma octavilla que motivara la detenci¨®n. En algunas de estas acciones, los participantes son detenidos y puestos posteriormente en libertad. Concretamente, despu¨¦s de una sentada (el 18 de marzo) frente al Gobierno Militar de Bilbao, que concluy¨® en detenci¨®n, el juez decreta libertad condicional para las diecinueve personas que la realizaron. Semanas despu¨¦s se dicta orden de b¨²squeda y captura contra ellas, y el 18 de abril es detenido Santi Sande V¨¢zquez.
Paralelamente a las menciona- das acciones, m¨¢s de quinientas personas, en su mayor¨ªa objetores de conciencia, env¨ªan sendas cartas de solidaridad al vicepresidente del Gobierno para Asuntos de la Defensa y al capit¨¢n general de la VI Regi¨®n Militar. En las mismas se pide la libertad de Daniel Gonz¨¢lez (Santi Sande a¨²n no hab¨ªa sido detenido) y el respeto f¨¢ctico a la libertad de expresi¨®n, solicitando los firmantes que, de no satisfacerse sus peticiones, se les aplique el mismo trato que a aqu¨¦l, y anunciando que colaborar¨¢n en la difusi¨®n de la octavilla causante de la detenci¨®n. Los hechos hablan por s¨ª solos: una octavilla ha desencadenado la detenci¨®n de dos personas, una de las cuales cumplir¨¢ pronto el mes y medio de c¨¢rcel, existiendo orden de b¨²squeda y captura para otras dieciocho y abri¨¦ndose los expedientes contra todas ellas por la jurisdicci¨®n militar.
?Puede hablarse de libertad de expresi¨®n? ?De unidad jurisdiccional? ?Debe ser el objetor de conciencia mudo respecto a las razones de su objeci¨®n? ?Por qu¨¦ raz¨®n el estamento militar no acepta las cr¨ªticas que puedan difig¨ªrsele, como cualquier otro grupo social? ?Qu¨¦ dicen el Gobierno y los partidos pol¨ªticos en casos como ¨¦ste, el de Pilar Mir¨®, Miguel Angel Aguilar, los continuos procesos a periodistas y el largo etc¨¦tera de violaciones a la libertad de expre si¨®n que d¨ªa tras d¨ªa se producen? Estas preguntas no deber¨ªan que dar sin respuesta. /
(miembro del Movimiento de Objetores de Conciencia de Barcelona).
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