El "vampirismo" aterroriza a una peque?a poblaci¨®n brasile?a
La polic¨ªa tuvo que derrumbar la puerta de la casa del campesino Larry Silvio ante las denuncias sobre su desaparici¨®n. Los agentes encontraron al anciano, que era considerado ?un viejo fuerte y de buena salud ?, acostado en su cama, muerto, sin sangre y con los dos mencionados orificios en el cuello. En principio se pudo verificar que las puertas y ventanas de la vivienda estaban bien cerradas por dentro.La tranquila vida de Sales¨¦polis empez¨® hace un mes a perder la paz, transform¨¢ndose en un escenario propio de una pel¨ªcula de terror, cuando fueron encontrados varios animales muertos, sin sangre, y con profundos orificios en el pescuezo. Primero fue un perro conocido por toda la vecindad; despu¨¦s, una cabra. M¨¢s tarde, una oveja y otros animales. Todos ellos aparecieron con las mismas se?ales de muerte.
Una vieja leyenda
Los ancianos del lugar comenzaron entonces a alertar a todos, en el sentido de que se trataba del ?regreso del lobiz¨®n?. El labrador Osmar Antero da Silva explic¨® que, ?efectivamente, cuando yo era ni?o, un hombre-lobo apareci¨® aqu¨ª causando muchas muertes, hasta que termin¨® su tiempo ?.
Pero, al parecer, el t¨¦rmino de su tiempo no implic¨® su total desaparici¨®n. Seg¨²n la leyenda, este final de su tiempo no significa la desaparici¨®n definitiva de la bestia. El lobiz¨®n, seg¨²n los asustados habitantes del lugar, apenas hab¨ªa sido v¨ªctima de un ?ligero reflejo de un espejo? y, por poco, perdi¨® su fuerza. Sabido es que los vampiros, como el demonio, no resisten la luz ni la imagen de la cruz.
En raz¨®n de ello, y siempre seg¨²n las mismas fuentes de sabidur¨ªa popular, el monstruo tuvo que volver a la oscuridad silenciosa durante un ?per¨ªodo de recuperaci¨®n?, en una especie de castigo que pag¨® por su descuido, al dejarse exponerse a la luz diurna.
La superstici¨®n de los moradores de Sales¨®polis parece ahora una epidemia y, dif¨ªcilmente, se encuentra casi sin cabezas de ajo, ramilletes de trigo o crucifijos en las puertas, todo lo que, seg¨²n la tradici¨®n, espanta al vampiro.
Paralelamente alas investigaciones policiales sobre el crimen del anciano, los parroquianos han salido ya en grupos a buscar al lobiz¨®n en alg¨²n escondite oscuro, con la esperanza de encontrarlo durmiendo durante horas diurnas y clavarle una estaca en el coraz¨®n para acabar con ¨¦l definitivamente. Porque, igual que en la filmograf¨ªa y en el mito, s¨®lo una estaca clavada en el coraz¨®n del vampiro puede acabar con su actividad salvaje.
Vuelve el "vampirismo"
Vuelve el vampirismo, pues, y esta vez, al parecer, no en la Europa central misteriosa de los C¨¢rpatos que inspir¨® terrores de principio de siglo y ofreci¨® tema a numerosos filmes, sino en la Am¨¦rica Latina tercermundista, no excesivamente necesitada de temores.
Una misteriosa muerte, la del campesino Larry Silvio, vuelve a alimentar terrores conscientes o inconscientes ante un mito medieval, el de Dr¨¢cula, portador de signos de agresi¨®n y, a la vez, er¨®ticos.
La pl¨¦yade de pel¨ªculas realizadas en lo que va de siglo sobre este mito inspirado en la novela Gotica, de Bram Stocker, ha encontrado caldo de cultivo excepcional en los pobladores de la peque?a aldea brasile?a, en la que alguien o algunos est¨¢n jugando a un juego peligroso, sobre todo para sus v¨ªctimas.
El vampirismo, mezcla de sue?os de agresi¨®n, explotaci¨®n y relaci¨®n sexual, casi ha paralizado la vida cotidiana de una aldea de nuestros d¨ªas en la que todav¨ªa -?c¨®mo no?- alguien ha dejado a un campesino y a unos animales sin sangre.
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