Cuatro a?os y 160 millones de pesetas para llevar "Fortunata y Jacinta" a Televisi¨®n Espa?ola
Televisi¨®n Espa?ola comienza a emitir hoy el primero de los diez cap¨ªtulos de Fortunata y Jacinta, adaptaci¨®n de la novela hom¨®nima de Benito P¨¦rez Gald¨®s, dirigida por Mario Camus e interpretada por Ana Bel¨¦n y Maribel Mart¨ªn. Este telefilme espa?ol, vendido ya a gran parte de las televisiones europeas y latinoamericanas antes de su estreno en Espa?a, es quiz¨¢ la m¨¢s importante producci¨®n de TVE en su historia, con un presupuesto de 160 millones de pesetas. Sucede en la programaci¨®n del espacio Grandes relatos a series norteamericanas y brit¨¢nicas, con las que puede competir en calidad y dignidad.
La acci¨®n de Fortunata y Jacinta, dos historias de casadas -novela en cuatro tomos, publicada en 1887-1888, escrita por P¨¦rez Gald¨®s en la ¨¦poca de su plenitud literaria- se desarrolla en Madrid a lo largo de siete a?os (diciembre de 1869 a 1876). Juanito Santa Cruz (interpretado por el actor franc¨¦s Fran?ois Eric Gendron), hijo ¨²nico de padres ricos, es casado con su prima Jacinta (Maribel Mart¨ªn). Esta siente curiosidad por conocer el pasado de su marido, quien le cuenta c¨®mo conoci¨® a Fortunata (Ana Bel¨¦n), una mujer trabajadora y r¨²stica, a quien dio palabra de matrimonio y dej¨® abandonada con un hijo. Jacinta desea ser madre y adopta un ni?o con la creencia de que es el hijo de Fortunata y Juan. Mientras tanto, Maximiliano (Mario Pardo), estudiante enfermizo de Farmacia que vive con su t¨ªa, conoce a Fortunata y se propone rescatarla de la mala vida. Maximiliano le propone casarse, aunque Fortunata sigue pensando en Juan Santa Cruz. Nicol¨¢s (Paco Algora), sacerdote, hermano de Maximiliano, propone que Fortunata pase una temporada en el convento de las Micaelas para corregirse y regenerarse social y moralmente. Fortunata conoce a Jacinta; primero envidia a su rival y luego quiere parecerse a ella. Fortunata se casa, y al d¨ªa siguiente de la boda enga?a a su marido con Santa Cruz. El matrimonio se enfr¨ªa y, despu¨¦s de una ri?a, Maximiliano sale malparado y se abandonan. Jacinta sufre las infidelidades de Juan, quien desea tener la conciencia en paz y promete romper con Fortunata. Esta vive, desde entonces, con Evaristo Feijoo (Fernando Fern¨¢n G¨®mez), un coronel retirado, viejo y pragm¨¢tico, que le pone casa. Maximiliano se da a la filosof¨ªa, vuelve a tener vida legal con Fortunata, que se encari?a con ¨¦l sin poder remediar el amor por Juan, con quien reanuda las relaciones. Fortunata tiene un hijo de Juan, y Maximiliano, ya desequilibrado, le dice que Santa Cruz tiene relaciones con Aurora, amiga de Fortunata. Esta muere a consecuencia de la pelea con Aurora. Jacinta ya no ama a Juan, y Maximiliano, mientras es conducido al manicomio proclama su gran amor por Fortunata, que ahora ?reside en las estrellas?.M¨¢s de treinta actores principales -Manuel Alexandre, Mary Carrillo, Charo L¨®pez, Paco Rabal, entre otros-, un centenar de actores secundarios y 3.500 auxiliares art¨ªsticos componen el reparto de Fortunata y Jacinta. La serie se rod¨® del 14 de mayo al 5 de diciembre de 1979, en escenarios naturales de Madrid, Aranjuez, Boadilla del Monte, Villaviciosa de Od¨®n, Toledo, Comillas, Burgos y Sevilla. En las dependencias de Prado del Rey se levantaron uno 20.000 metros cuadrados de escenarios con meticulosas reproducciones de la plaza de Pontejos, la calles de Toledo, Cava de San Miguel y otras de los barrios de Lavapi¨¦s, San Ant¨®n, Las Vistillas y Chamber¨ª. El Ayuntamiento de Madrid ofreci¨® gratuitamente el adoquinado de la ¨¦poca galdosiana. Pedro Ortiz Armengol, diplom¨¢tico con destino en la Embajada de Espa?a en Londres, asesor¨® a Mario Camus en la adaptaci¨®n y fidelidad al texto, en su calidad de experto y estudioso de la obra de P¨¦rez Gald¨®s. El director cont¨® tambi¨¦n con la ayuda de uno de los mejores maquetistas del mundo, el espa?ol Emilio Ruiz. La maqueta, situada entre la c¨¢mara y las viejas casas de los decorados, cumpli¨® la funci¨®n de ponerle techo a las viviendas de dos plantas gracias a una chapa de aluminio sobre la que Emilio Ruiz dise?¨® el resto de las plantas de los edificios. Ant¨®n Garc¨ªa Abril compuso la m¨²sica original, que tiene algo m¨¢s que funci¨®n de reclamo. El equipo t¨¦cnico de producci¨®n y rodaje, unas sesenta personas, lo componen, en su mayor¨ªa, trabajadores fijos de RTVE.
La riqueza y variedad de escenarios -214- se suceden a lo largo de los diez cap¨ªtulos, la escrupulosa fidelidad a la novela y ¨¦poca, el plantel de actores -entre los que destacan los cuatro protagonistas, Ana Bel¨¦n, Maribel Mart¨ªn y Mario Pardo, un actor casi desconocido para el gran p¨²blico, y Fran?ois Eric Gendron, que pone su estampa y f¨ªsico de gal¨¢n- m¨¢s el excelente oficio cinematogr¨¢fico de Cam¨²s, que incluso se concede un homenaje tan perfecto como breve a la escenograf¨ªa viscontiana del Lido de Muerte en Venecia, dan por resultado una obra que, probablemente, nada tiene que envidiar a los grandes relatos extranjeros. Si acaso, Mario Camus sacrific¨® en determinados momentos el ritmo, en beneficio del respeto al texto y riqueza del lenguaje de Gald¨®s. ?Si he acertado o no, no lo s¨¦?, dice Mario Cam¨²s, ?mejor que yo tendr¨¢ que juzgarlo un galdosista?. El problema, como a?ade el director, est¨¢ en saber si los telespectadores acostumbrados a la acci¨®n de los telefilmes norteamericanos, a las secuencias de coches a doscientos kil¨®metros por hora en Los Angeles, disfrutar¨¢n con los personajes y di¨¢logos de Gald¨®s. El caso es que los telespectadores podr¨¢n seguir este telefilme con la novela de Gald¨®s en la mano, y esto, aparte de las cuestiones disputadas sobre las relaciones entre cine, televisi¨®n y literatura, es en principio todo un m¨¦rito y, casi con toda seguridad, un est¨ªmulo a la lectura y conocimiento de Gald¨®s.
Aunque Benito P¨¦rez Gald¨®s (1843-1920) es uno de los m¨¢s importantes autores de nuestra literatura, se necesitaron, sin embargo, m¨¢s de tres a?os para que los ejecutivos de Prado del Rey se convenciesen de la bondad del proyecto. La junta de TVE lo aprob¨® el 18 de noviembre de 1976 y firm¨® los contratos el 2 de mayo de 1977, siendo director general Rafael Ans¨®n. Los rodajes ten¨ªan que haber comenzado en febrero de 1978, pero Fernando Arias Salgado y su equipo congelaron a Fortunala y Jacinta durante a?o y medio, hasta que se dio el visto bueno, en mayo del pasado a?o. Si Feliciano Lorenzo Gelices no hubiese tenido la feliz idea de explanar los terrenos de Prado del Rey donde se levantar¨ªan los decorados, poco antes de ser cesado de la gerencia de TVE, probablemente Fortunata y Jacinta estar¨ªa esperando todav¨ªa en un despacho, aunque TVE ten¨ªa firmado el compromiso de coproducci¨®n con las sociedades Telvetia y Telefrance, de Ginebra y Par¨ªs, empresas a las que se debe la iniciativa de producir Fortunata y Jacinta para la televisi¨®n. La televisi¨®n francesa ya hab¨ªa anunciado en cuatro ocasiones la emisi¨®n del telefilme y otras tantas veces tuvo que ser levantada, debido al incumplimiento de contrato por parte de TVE.
Es muy probable que ¨¦sta sea una de las mejores inversiones de TVE. Fortunata y Jacinta dio trabajo a toda una plantilla de t¨¦cnicos de TVE, bajo las ¨®rdenes del productor ejecutivo, Salvador Agust¨ªn, que cobraban la n¨®mina pero que, en gran parte, los directivos manten¨ªan subempleados Fortunata y Jacinta se convierte as¨ª tambi¨¦n en una prueba de la competencia profesional del equipo t¨¦cnico de TVE.
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