Un joven portugu¨¦s secuestra un Boeing de la TAP y lo desv¨ªa a Madrid
Un Boeing 727 de la compa?¨ªa de aviaci¨®n portuguesa TAP, con ochenta pasajeros y siete tripulantes a bordo, que cubr¨ªa el trayecto Lisboa-Faro-Funchal, fue secuestrado poco despu¨¦s de la once de la noche de ayer por un joven de dieciocho a?os que oblig¨® al piloto a desviar el avi¨®n a Barajas.Noticias de ¨²ltima hora, transmitidas por Efe a las 3.17 de hoy, indican que a la hora de cierre de esta edici¨®n el secuestrador manten¨ªa en su poder a ocho rehenes: los siete miembros de la tripulaci¨®n y a un vicec¨®nsul de Suecia, que, al parecer, viajaba en el avi¨®n.
A esta hora, el avi¨®n se encontraba a¨²n en las pistas del aeropuerto madrile?o, cerca de la zona militar, rodeado por efectivos de la Guardia Civil y tiradores de ¨¦lite de la Polic¨ªa Nacional, mientras prosegu¨ªan las negociaciones entre el pirata a¨¦reo, Luis Rodr¨ªgues, y el embajador portugu¨¦s, Sa Coutinho, en presencia de altas autoridades policiales. El avi¨®n hab¨ªa aterrizado en Barajas cinco minutos antes de medianoche. Los pasajeros del vuelo son en su mayor¨ªa portugueses, aunque hab¨ªa varios ciudadanos suizos, brit¨¢nicos y norteamericanos. Seg¨²n parece, el comandante del avi¨®n, Coutinho Ramos, tuvo tiempo de establecer un ¨²ltimo contacto con la torre de control de Faro, cuando el joven portugu¨¦s logr¨® entrar en la cabina y amenanazarle con una peque?a pistola.
A su llegada a la capital espa?ola, el avi¨®n fue aparcado junto a la zona militar. Un primer dispositivo de guardias civiles esperaba el avi¨®n en la pista, ya que el comandante del avi¨®n portugu¨¦s puls¨® una tecla de la cabina que significa secuestro en el argot a¨¦reo internacional, que fue captada en el centro de control de vuelos de Paracuellos del Jarama.
Pasa a p¨¢gina 7
No hay m¨®viles pol¨ªticos en el secuestro del avi¨®n portugu¨¦s
Viene de primera p¨¢gina
Posteriormente, llegaron los refuerzos policiales y fue avisado inmediatamente el embajador portugu¨¦s, quien se present¨® en la torre de control del aeropuerto. El director de Polic¨ªa y otras autoridades se desplazaron igualmente a Barajas.
En el primer contacto entre el embajador y el secuestrador, ¨¦ste consinti¨® en dejar abandonar el avi¨®n a 43 de los ochenta pasajeros. A cambio de ello exigi¨® un nuevo avi¨®n y una nueva tripulaci¨®n para continuar viaje a otro pa¨ªs (posiblemente Suiza) y una suma de dinero de diez millones de d¨®lares (se especulaba que la cifra pudiera ser de diez millones de escudos). Las autoridades descartaron en todo momento motivaciones pol¨ªticas y dudaron de las facultades mentales del joven secuestrador.
Los 43 pasajeros liberados -todos los ni?os y sus familiares, as¨ª como numerosas mujeres- fueron inmediatamente conducidos a la sala de autoridades del aeropuerto, donde permanec¨ªan a las 2.30 de la madrugada a la espera de ser trasladados a un hotel cercano, en tanto la compa?¨ªa portuguesa esperaba habilitar un nuevo avi¨®n para trasladarles a Faro.
Seg¨²n testimonios de algunos de los pasajeros entrevistados por dos redactores de EL PAIS, el secuestrador, que se autoidentific¨® como Luis Rodrigues, estaba muy nervioso, ?casi parec¨ªa que iba a vomitar cuando se dirigi¨® pistola en mano a la cabina del piloto?.
El c¨®nsul portugu¨¦s manifest¨® igualmente a este peri¨®dico que, en principio, el Gobierno de su pa¨ªs no estaba dispuesto a acceder a las exigencias del secuestrador, si bien pensaban mantener las negociaciones con el fin de ganar tiempo. Seg¨²n noticias sin confirmar, las autoridades portuguesas y espa?olas ofrecieron al joven portugu¨¦s un trato atenuado si decid¨ªa entregarse.
Tiradores de ¨¦lite de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Armada (GEO) se hallaban apostados en lugares estrat¨¦gicos y no se descartaba una posible intervenci¨®n de estas unidades. Las autoridades espa?olas guardaron durante todo el tiempo el m¨¢s absoluto secreto e impidieron la labor informativa de los periodistas y fot¨®grafos, los cuales no pudieron acercarse en ning¨²n momento a ning¨²n lugar desde donde se divisase el avi¨®n. Igualmente fueron desalojados de forma violenta de la sala de autoridades y de la sala de prensa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.