La din¨¢mica del odio
Es singularmente grave por su tr¨¢gico resultado y preocupante por su reiteraci¨®n el asalto perpetrado el martes contra un bar madrile?o por un grupo de individuos ?pol¨ªticamente? clasificados como ?ultras?. Hecho que no es un suceso aislado, sino uno m¨¢s de una serie que ha causado ya cuatro muertes en el transcurso del a?o. Lo cual permite suponer un a intenci¨®n preconcebida en estas bandas de sembrar el p¨¢nico, de ejercer el terrorismo en el ya deteriorado ambiente moral de la capital de Espa?a.Es esta una violencia intolerable, sin atenuantes. Violencia de sujetos desarraigados que pretenden responder a la que desde el campo contrario tambi¨¦n nos azota. Sobre ella cae ahora nuestra condena, con la misma energ¨ªa con que reiteradamente nos hemos pronunciado ante la opuesta. Esta repulsa radical e incondicionada del terrorismo nos inviste de mayor autoridad e independencia para formularla siempre, sin acepci¨®n de personas, ideolog¨ªas ni motivaciones. Sencillamente porque la violencia no puede estar justificada en un Estado de Derecho.
, 8 de mayo
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