Hacia una nueva correlaci¨®n de fuerzas
Uni¨®n General de Trabajadores parece haber encontrado el camino hacia el lugar hegem¨®nico que, en justa correlaci¨®n de fuerzas con el partido que inspira su trayectoria pol¨ªtica, parece corresponderle en el panorama sindical espa?ol. De ser un sindicato en trance de quedar reducido a ocupar un papel testimonial -recuerdo de su historia apenas revivida durante la lucha clandestina contra el franquismo-, la central socialista ha conseguido, en los cuatro a?os de ensayo democr¨¢tico transcurridos desde la desaparici¨®n del dictador, superar la ventaja que los comunistas supieron obtener en el ¨¢mbito social a trav¨¦s de la lucha protagonizada por unas comisiones obreras h¨¢bilmente infiltradas en el fenecido sindicato vertical.La victoria obtenida por UGT en las elecciones sindicales celebradas en las factor¨ªas vallisoletanas de FASA-Renault -al margen de manique¨ªsinos que tratan de reducir la actividad sindical al enfrentamiento entre centrales, con interesado olvido de la patronal como antagonista natural de cualquier organizaci¨®n obrera- supone, antes que nada, la afirmaci¨®n de un modelo de sindicalismo que el socialismo espa?ol trata de implantar en este pa¨ªs.
Cualquier otra valoraci¨®n sobre el resultado de las victorias obtenidas ¨²ltimamente por UGT, en Seat y FASA-Renault corre el peligro de desvirtuar la exacta dimensi¨®n del papel que corresponde a cualquier sindicato obrero.
En efecto no se trata tanto de la victoria de UGT sobre CC OO, circunstancia que adem¨¢s es cierta, sino que los votos obtenidos por la central socialista acercan a este sindicato al nivel que, por su vinculaci¨®n con el primer partido de la oposici¨®n, le corresponde.
Si la existencia de sindicatos fuertes es imprescindible para la democracia, la justa correlaci¨®n de fuerzas entre las diversas opciones sindicales y pol¨ªticas en este pa¨ªs es urgente. Dificilmente puede ser aceptado por el cuerpo social del pa¨ªs la pol¨ªtica ejercida por un determinado partido pol¨ªtico, si entre aqu¨¦l y ¨¦ste no existe una cierta identidad. Hasta ahora, la presencia pol¨ªtica del PSOE no ha logrado encontrar su reflejo en el terreno social a trav¨¦s del sindicato unido a ¨¦l ideol¨®gicamente.
La extrapolaci¨®n pol¨ªtica, pues, de las elecciones sindicales parece ¨ªndicar, por lo que se refiere a los resultados en Seat y FASA-Renault, que estamos en camino de una cierta adecuaci¨®n entre las preferencias pol¨ªticas y sindicales de los ciudadanos de este pa¨ªs.
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