Los socialistas volver¨¢n a interpelar al Gobierno sobre las auditor¨ªas federativas
El pasado 24 de abril el ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva, se comprometi¨®, ante la Comisi¨®n de Cultura del Congreso, a hacer p¨²blicos los resultados de las auditor¨ªas encargadas por el Consejo Superior de Deportes al Instituto de Censores Jurados de Cuentas. A la vista del retraso que ha sufrido el tema, el diputado del Partido Socialista Obrero Espa?ol Miguel Angel Mart¨ªnez, por el Grupo Socialista, va a interpelar nuevamente al Gobierno.
?Se trata de tirar del hilo del ovillo?, dice Miguel Angel Mart¨ªnez, diputado del PSOE por Ciudad Real, ?para intentar deshacer un nudo de lo m¨¢s complejo. Tiene que quedar claro que el partido est¨¢ dispuesto a llevar este caso hasta sus ¨²ltimas consecuencias, tanto en lo pol¨ªtico como en lo penal, al esclarecer y exigir las responsabilidades que procedan a todos los niveles?.Sobre el contrato suscrito por el Consejo Superior de Deportes, con el Instituto de Censores Jurados de Cuentas, dice: ?En julio de 1979, y rubricado ante las c¨¢maras de televisi¨®n, se estableci¨® que se iban a fiscalizar las cuentas de las federaciones nacionales de ajedrez, atletismo, caza, f¨²tbol, golf y nataci¨®n. No se nos ha explicado, y hay que hacerlo, por qu¨¦ raz¨®n se eligi¨® a esas federaciones y no a otras. Urge conocer los criterios seguidos para hacer tal selecci¨®n y la motivaci¨®n del Consejo Superior de Deportes al lanzarse en esta operaci¨®n. En nuestra opini¨®n hay tres hip¨®tesis, y la realidad, probablemente, es una s¨ªntesis de las tres: la voluntad sincera de iniciar una operaci¨®n de limpieza y transparencia financiera; una jugada d¨¦ farol que pretend¨ªa limitarse al golpe de efecto sin ir m¨¢s lejos, y una pu?alada trapera a determinados dirigentes por parte de otros de una actuaci¨®n no m¨¢s clara?.
En documento de 18 de marzo de 1980, que prologa el contrato de las auditor¨ªas, seg¨²n manifiesta Miguel Angel Mart¨ªnez, hay una variaci¨®n sustancial: ?Las auditor¨ªas se contrataron para las federaciones anteriormente citadas, pero, sin que se conozcan las razones, los censores recibieron instrucciones de controlar las cuentas de otras federaciones. A saber: patinaje, f¨²tbol, judo, baloncesto, deporte universitario, lucha y balonmano. Es indispensable preguntarse qui¨¦n decide el cambio y por qu¨¦ razones. Nosotros tenemos fundadas sospechas de que el cambio obedeci¨® a que hubo presidentes de las federaciones inicialmente designadas que dijeron que a ellos no hab¨ªa qui¨¦n les fiscalizara las cuentas. En cualquier caso es indispensable que el ministro conteste seriamente a esto y no con una pirueta?.
Pese a que en repetidas ocasiones se afirm¨® oficialmente que las auditor¨ªas no estaban finalizadas, ha datos concretos que demuestran lo contrario.
?El ministro debe concretar con precisi¨®n si en el plazo contratado, esto es, antes de final de diciembre de 1979, el Instituto de Censores Jurados de Cuentas entreg¨®, como a nosotros nos consta, los informes de las auditor¨ªas efectuadas. Y, en todo caso, el Gobierno debe justificar en virtud de qu¨¦ motivos, si esos documentos fueron entregados al Consejo Superior de Deportes el 15 de diciembre de 1979, han permanecido en la oscuridad hasta el momento presente. A nuestro modo de ver puede darse un supuesto de ocultaci¨®n de datos cuya responsabilidad compete esclarecer urgentemente para adoptar las medidas de justicia que procedan?.
El contrato inicial tuvo una prolongaci¨®n que no ha sido explicada desde el CSD. Miguel Angel Mart¨ªnez lo explica as¨ª: ?El 18 de marzo de 1980, el CSD firma un nuevo contrato con el Instituto de Censores de, Cuentas, por el que se reconoce que es preciso ampliar los informes inicialmente entregados, ya que por causas no imputables al Instituto de Censores no pudo ¨¦ste examinar toda la documentaci¨®n precisa?. Parece evidente que hubo que recurrir a esta ampliaci¨®n de los informes, porque, efectivamente, se obstaculiz¨® la labor de fiscalizaci¨®n de cuentas. Es indispensable deslindar qui¨¦nes fueron los responsables de estos, obst¨¢culos. Ser¨ªa grave que las trabas hubieran partido de las propias federaciones implicadas, pero lo ser¨ªa m¨¢s que se hubieran producido dentro del propio CSD, que es el estamento que contrata y paga las auditor¨ªas. Sin embargo, de documentaci¨®n que obra en nuestro poder se desprende inequ¨ªvocamente que si, ha habido problemas a nivel de federaciones tambi¨¦n han existido en el CSD, lo que s¨®lo puede explicarse por las luchas internas de car¨¢cter personalista que se han dado dentro de este organismo?.
Otro enigma
?De las manifestaciones del propio ministro en la Comisi¨®n de Cultura el d¨ªa 24 de abril?, contin¨²a el diputado socialista, ?se deduce otro enigma que hay que resolver. Efectivamente, de acuerdo con el nuevo contrato, los censores de cuentas entregaron los informes ampliados -que s¨®lo se refer¨ªan a las federaciones de F¨²tbol y Yudo, porque los de las otras federaciones tuvieron car¨¢cter definitivo el 15 de diciembre- el d¨ªa 28 de marzo y as¨ª lo reconoci¨® el propio De la Cierva. Sin embargo, el tamp¨®n de registro de entrada del CSD indica la fecha de 21 de abril. ?D¨®nde estuvieron esos documentos durante veinticinco d¨ªas? La ¨²nica explicaci¨®n que se nos ocurre- es que ese ?t¨²nel? se debi¨® a que De la Cierva iba a comparecer ante la Comisi¨®n de Cultura para contestar a la pregunta correspondiente el d¨ªa 24 de abril. De haber existido registro de los documentos en el mismo d¨ªa de su recepci¨®n, o en fecha inmediata, nada hubiera podido justificar el que De la Cierva llegara a la comisi¨®n sin papeles y apenas con una promesa de que iba a publicarlos en fecha pr¨®xima. Esto tambi¨¦n debe esclarecerse, porque puede de darse de nuevo una supuesta ocultaci¨®n de datos. Vamos a exigir los documentos originales, y no un resumen de los mismos?.El PSOE quiere saber si las federaciones que no ofrecieron unas cuentas limpias o que pusieron trabas a su fiscalizaci¨®n han recibido en el presente a?o nuevas subvenciones por parte del CSD.
?Entendemos que a las federaciones de dudosa contabilidad no se les pod¨ªa entregar dinero del erario p¨²blico mientras no aclararan las anomal¨ªas de ejercicios anteriores. Lo mismo se deb¨ªa aplicar a las que pusieron trabas a la labor de los censores jurados de cuentas. Lo m¨¢s grave ser¨ªa que el CSD hubiera seguido subvencionando a algunas federaciones, porque las dificultades en cuesti¨®n no procedieran de ellas mismas, sino del propio CSD. Una enmienda socialista consigui¨® que en la nueva ley de Cultura F¨ªsica y Deporte se establezca la obligaci¨®n de controlar anualmente las cuentas de las federaciones como condici¨®n previa para concederles subvenciones. Queremos saber qu¨¦ previsiones ha tomado ya el Gobierno para hacer efectiva esta pr¨¢ctica con todas las federaciones nacionales en el a?o en curso. Como conclusi¨®n, debo decir que si alguien al plantear las auditor¨ªas pens¨® simplemente en lanzar una bengala se equivoc¨®, porque nuestro grupo no va a abandonar el tema hasta llegar al fondo del mismo, a pesar de las m¨²ltiples presiones a las que estamos siendo sometidos quienes m¨¢s directamente estamos llevando a cabo esta labor?.
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