La izquierda podr¨ªa retirarse de Coplaco si UCD impone sus criterios por mayor¨ªa

Los representantes de los partidos pol¨ªticos de izquierda en el pleno de Coplaco (Comisi¨®n de Planeamiento y Coordinaci¨®n del ?rea Metropolitana de Madrid) podr¨ªan retirarse temporalmente de ese organismo como protesta por la actuaci¨®n de los representantes de UCD en la ¨²ltima sesi¨®n plenaria y como forma de evitar que se legitimen con su presencia las decisiones que pudieran ser tomadas en contra de la opini¨®n de los entes municipales, tal como sucedi¨® el jueves de la semana pasada. La posibilidad de retirada todav¨ªa se plantea, sin embargo, como la ¨²ltima de las posibles medidas de endurecimiento que podr¨ªan adoptarse, aunque cabr¨ªa la posibilidad de que se llegase a ella antes de fin de mes.

El pleno de Coplaco est¨¢ constituido, de acuerdo con el decreto de reestructuraci¨®n de junio del a?o pasado, por trece representantes de la Administraci¨®n central y otros trece de la local, a los que se suma el delegado del Gobierno, cargo que queda a la libre designaci¨®n del ministro de Obras P¨²blicas. Es decir, seg¨²n esto, el n¨²mero de representantes de una y otra Administraci¨®n es el mismo, quedando, por consiguiente, el voto decisorio en manos del presidente del organismo, esto es, de la Administraci¨®n central.Sin embargo, la composici¨®n pol¨ªtica del pleno -que es, en definitiva, la que cuenta, ya que un concejal de UCD apoyar¨¢ las tesis de su partido, por mucho que est¨¦ en el organismo en representaci¨®n de un ayuntamiento- es bien distinta: sin contar al presidente delegado del Gobierno -que tambi¨¦n apoyar¨ªa a UCD en funci¨®n de su militancia-, el partido gubernamental dispone de diecisiete miembros -los trece de la Administraci¨®n central m¨¢s cuatro de la local-, en tanto que el PSOE tiene tan s¨®lo siete, y los dos restantes quedan para el PCE.

Habida cuenta de esta distribuci¨®n en cuanto a partidos, UCD puede ?hacer lo que quiera? en Coplaco, aunque sobre el papel el n¨²mero de representantes de la Administraci¨®n central y local -los dos poderes que se intenta coordinar en la comisi¨®n- sea similar.

Hasta ahora, consenso

La situaci¨®n as¨ª descrita fue ya denunciada por la izquierda -especialmente, por el PCE- antes de la constituci¨®n de la comisi¨®n. Sin embargo, la propia izquierda acept¨® el decreto, si bien lo hizo a la espera de conseguir una mejor situaci¨®n. UCD, por su parte, acept¨® la discusi¨®n en todo momento de los temas, sin que hubiera necesidad de recurrir a su mayor¨ªa de votos para imponer sus criterios. El consenso urban¨ªstico se estableci¨®, pues, para el urbanismo madrile?o.Pero la revisi¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n y sus innumerables retrasos envueltos en estudios y propuestas de opciones territoriales ha ido calentando paulatinamente el ambiente. La suspensi¨®n de licencias en el barrio de Moratalaz y la necesidad de que la revisi¨®n llegue antes del mes de septiembre, si se quiere evitar un crecimiento desordenado del mismo -de acuerdo con el antiguo planeamiento-, permanece al fondo.

La ruptura de ese consenso t¨¢cito que hasta ahora parec¨ªa funcionar se produjo el jueves de la semana pasada. La reuni¨®n plenaria de Coplaco que se celebr¨® ese d¨ªa hizo saltar la chispa: a pesar de que el Ayuntamiento de San Fernando se hab¨ªa opuesto expl¨ªcitamente y los de Alcobendas y Las Rozas mostraron su oposici¨®n por medio de sus representantes, los votos de UCD hicieron que esas tres localidades cuenten ya legalmente con sendos hipermercados.

Juan Barranco, secretario de pol¨ªtica municipal de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, asegur¨® a EL PA?S que ?la izquierda que corresponde al PSOE no se ha planteado la posibilidad de retirarse de Coplaco?. Sin embargo, asegur¨® que ?irse de Coplaco es algo que nunca ha estado descartado, aunque no es nuestra alternativa inmediata?.

Para Emilio Ram¨®n, concejal del PCE en el Ayuntamiento de Legan¨¦s, su partido no piensa abandonar de forma inmediata Coplaco, aunque cuestiona directamente la representatividad del organismo y se plantea la posibilidad de no legitimar con su presencia las decisiones de UCD.