Las peque?as empresas de antracitas, preocupadas por la pol¨ªtica de importaciones

Las peque?as empresas antraciteras de Asturias y Le¨®n, en las cuencas del Narcea y Bierzo, respectivamente, han solicitado del INI y de la gran patronal del carb¨®n que se les facilite el m¨¢ximo de informaci¨®n posible sobre el volumen y criterios que regir¨¢n las importaciones de los pr¨®ximos a?os, tanto a trav¨¦s de Carboex (Grupo INI) como de Aprocar (sociedad importadora privada en fase de constituci¨®n, que cuenta con el apoyo de los bancos de Santander, Central, Fomento y Pastor).La petici¨®n de los peque?os y medianos empresarios, que controlan m¨¢s del 80% de la producci¨®n nacional de antracitas a trav¨¦s de un centenar de empresas, con casi 10.000 trabajadores, se basa en el temor de que la pol¨ªtica de importaciones anunciada por el Gobierno para los pr¨®ximos a?os pueda lesionar los intereses de la miner¨ªa nacional, desviando las ayudas preferenciales del Estado hacia objetivos distintos de los inicialmente fijados en el PEN, lo que, a su vez, impedir¨ªa en plena crisis energ¨¦tica el relanzamiento de la miner¨ªa del carb¨®n.

El sector de antracitas, con recursos financieros muy limitados, debido a la peque?a dimensi¨®n de la mayor parte de sus explotaciones, aspira a formar parte de las futuras empresas importadoras, no tanto por los beneficios que pudieran derivarse de la diferencia de precios entre los mercados interior y exterior como por la necesidad de controlar el volumen de negocios de estas ¨²ltimas y el peligro que suponen para su propia supervivencia. Fuentes empresariales de ambas provincias han manifestado, en este sentido, que hasta el momento los tr¨¢mites para la constituci¨®n de ambas sociedades -Carboex y Aprocar- se han llevado a cabo sin consub.ar a las patronales del sector y contando ¨²nicamente con las grandes empresas integradas en Carbuni¨®n, que ha servido como ?plataforma? en las negociaciones con los ministerios econ¨®micos.

Hasta el momento, ni Carboex ni Carbuni¨®n han respondido a las demandas formuladas semanas atr¨¢s por las patronales del sector de antracitas. La preocupaci¨®n por el actual estado de cosas ha trascendido incluso al terreno pol¨ªtico, tras una interpelaci¨®n al Gobierno presentada por los parlamentarios socialistas de Le¨®n, en la que se advierte sobre el peligro de dichas importaciones y la posibilidad de que la sociedad importadora Aprocar, de propiedad privada, utilice la infraestructura y red de distribuci¨®n promovidas por el INI.