A pu?aladas

La UEFA, que preside el italiano se?or Franchi, ha descargado en los ¨²ltimos a?os todo su poder sancionador contra los clubes espa?oles con una rigurosidad tal que solamente puede ser calificada como aut¨¦ntica sa?a. Para los jueces de la UEFA una naranja partida en la espalda de un juez de l¨ªnea merece la suspensi¨®n de un campo por dos a?os para partidos internacionales, y la agresi¨®n sin lesiones de un ¨¢rbitro, como ocurri¨® en el Bernab¨¦u, le cost¨® al Madrid el mayor de los castigos que ha sufrido.En Bruselas, donde el Valencia gan¨® la Recopa, hubo amenazas de suspensi¨®n del encuentro por cuatro minitracas que hicieron explosi¨®n en el sector valencianista del grader¨ªo. No hubo amenazas, sin embargo, para los ingleses, que iban m¨¢s all¨¢ de las canciones y que ya hab¨ªan llegado al estadio con el antecedente de veintinueve encarcelados en la noche anterior y no pocos destrozos en la ciudad en las horas precedentes al encuentro.

Varios valencianos han quedado hospitalizados en Bruselas a causa de las graves lesiones causadas por los seguidores del Arsenal, que vengaron su derrota a navajazos. Algunos seguidores valencianistas regresa ron a casa con lesiones que van de las fracturas a las heridas producidas por arma blanca. Dentro del estadio, gracias a la polic¨ªa, no se habla ahora de asesina tos. Los autores de esos actos vand¨¢licos se sabe a qu¨¦ bando pertenecen. Un simple informe de la polic¨ªa belga bastar¨ªa para poder sentar la mano sobre quie nes han hecho del fair play un mito hist¨®rico. Pero la UEFA, seguro, ni se inmutar¨¢. Lo grave para ella son las almohadillas, y no las pu?aladas traperas.