El Madrid galdosiano perdura en sus tiendas
La tienda, la taberna y la fonda, reflejo de la sociedad que las cre¨® y depositarias de un rico patrimonio art¨ªstico y cultural, son las protagonistas de una amplia exposici¨®n -unas-400 fotograf¨ªas, figurines y documentos- que la C¨¢mara de Comercio de Madrid ha abierto en el Palacio de Exposiciones, al final de la avenida del General¨ªsimo, y que reflejan una zona madrile?a comprendida entre la plaza Mayor, la de Neptuno y la calle de Atocha. El mosaico fotogr¨¢fico se completa con una serie de charlas sobre la zona objeto del estudio.
De la posada del Peine a las tiendas de ortopedia de la calle Carretas, pasando por el mercado de San Miguel, los talleres gremiales, las tiendas de Pontejos, las proveedoras de la Real Casa y la ruta del Pombo al Ateneo son objeto de este estudio, que, seg¨²n el presidente de la c¨¢mara madrile?a, pretende llamar la atenci¨®n sobre aquellos establecimientos que han sabido conservarse fieles a la ¨¦poca en que nacieron, sin perder su estilo ni su hacer comercial. Son una parte entra?able del patrimonio cultural y social de Madrid, que no debe perderse, y hay que contribuir a su conservaci¨®n, ?sin fomentar con ello un casticismo barato?.Es el Madrid de Gald¨®s, el barrio de Las Musas y sus teatros, el de las fachadas historiadas, las tabernas de los pellejos y las frascas, los r¨®tulos del arte nuevo, las casas de antig¨¹edades, las cerer¨ªas y el nacimiento de los escaparates porque la ?tranquilidad y el orden ciudadano? lo permit¨ªan. El Madrid de la plaza Mayor, la de Santa Ana, la de Pontejos y de Benavente, donde abundaban las tiendas de condecoraciones, gorras y efectos militares, que van desapareciendo o transform¨¢ndose en la calle Mayor. El de los oficios y la artesan¨ªa, el de los escaparates, de los azulejos, del andalucismo de los a?os veinte.
El r¨®tulo, sus letras, el n¨²mero los carteles, el mostrador y hasta el cierre eran puntos esenciales, que indicaban con precisi¨®n el g¨¦nero que se expend¨ªa. El nombre del establecimiento, acompa?ado de alguno de estos datos, era la propaganda de la ¨¦poca. Leyendo la muestra de la fachada se pod¨ªa descubrir hasta el tipo de clientela (?proveedores de la Real Casa?), el origen de la tienda (?herederos de...?), la procedencia del due?o y hasta la forma y tama?o del establecimiento (?La Peque?ita?).
En la exposici¨®n se muestran ambiente y detalles de los estable cimientos m¨¢s significativos de la ¨¦poca. Se estudia su supervivencia, su desaparici¨®n, su historia y su transformaci¨®n. Se habla de los primeros estatutos del Pombo, nacidos el 14 de mayo de 1820; de la trayectoria de la tienda de turrones de Luis Mira, del personal que se hospedaba en la posada del Peine, de los motivos para aceptar el proyecto del mercado de San Miguel, presentado por Alonso Dub¨¦ en 1913, y hasta de la moda del andalucismo, que all¨¢ por los a?os veinte llen¨® de azulejos decorados las fachadas e interiores de las tabernas del neomud¨¦jar que apareci¨® en la zona y la revalorizaci¨®n de la cultura popular.
Se muestran los distintos cierres que defin¨ªan cada tienda, los historiados mostradores que hab¨ªa en una tienda de tejidos o en otra de relojer¨ªa, los t¨ªpicos de las fruter¨ªas, de tahonas o de ultramarinos. Los tipos de representaciones frecuentadas en el teatro del Pr¨ªncipe (hoy, Espa?ol) o en el Monumental. Los personajes que frecuentaban las tertulias y las artistas que universalizaron este barrio de Las Musas. El Madrid de los fontaneros, zapateros, impresores y aguadores.
Si la tertulia de m¨¦dicos de la librer¨ªa de Nicol¨¢s Moya llen¨® la calle de Carretas de tiendas de art¨ªculos ortop¨¦dicos, en las cercan¨ªas de las numerosas iglesias surg¨ªan las cerer¨ªas y las tiendas de art¨ªculos religiosos. Si las sombrerer¨ªas se transforman a medida que el sombrero va desapareciendo como prenda habitual, las antig¨¹edades proliferan en los barrios en que reside la burgues¨ªa, que es quien puede gastarse en ellas sus dineros.
La exposici¨®n, que muestra solamente una primera parte del estudio que pretende realizar la C¨¢mara de Comercio sobre el Madrid m¨¢s tradicional, estar¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo d¨ªa 5 de junio. Pretende aportar una valoraci¨®n del pasado y ser fuente de inspiraci¨®n para el futuro, escogiendo los datos m¨¢s significativos de la idiosincrasia de Madrid. Mientras el hombre cambia, los establecimientos permanecen para contar la historia de la ciudad.
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