Marcha nupcial para "Baby Doc" en Hait¨ª
Lo menos espectacular de la ceremonia iba a ser, seg¨²n los despachos recibidos antes de que se celebrara la boda, el ruido de los 101 ca?onazos: lo m¨¢s impresionante ser¨ªa el n¨²mero de invitados, 5.000 que asistir¨ªan a la fiesta. Globos, fuegos artificiales y repique general de campanas deb¨ªan contribuir, de acuerdo con las ¨®rdenes del presidente vitalicio, a la brillantez de los esponsales. Un conde franc¨¦s, el ministro de Asuntos Exteriores de la Rep¨²blica Dominicana y el secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos contribuyen, con su presencia, a darle al acontecimiento el car¨¢cter diplom¨¢tico internacional con el que so?¨® el novio.La reacci¨®n de la poblaci¨®n ha¨ªtiana no ha sido espont¨¢nea, seg¨²n parece: los decorados instalados en las fachadas de las casas particulares son la respuesta a una iniciativa oficial. Un detalle que no olvid¨® Jean Claude Duvalier: los invitados deb¨ªan acudir a la ceremonia en autom¨®vil, como es natural, aunque con un requisito b¨¢sico, ten¨ªan que llevar ch¨®fer.
Baby Doc no quiso que los regalos tradicionales inundaran su residencia de casado: pidi¨® a los haitianos que convirtieran tales presentes en contribuciones econ¨®micas, con las que adquirir un aparato que permite la detecci¨®n de lesiones internas. Se destinar¨¢ a las clases menos favorecidas, que constituyen la gran mayor¨ªa del pa¨ªs. La C¨¢mara legislativa que opera en Hait¨ª bajo la estricta supervisi¨®n del presidente ha sido menos materialista en su regalo: simplemente, ha nombrado al hijo de Pap¨¢ Doc ?ap¨®stol de la unidad de la familia haitiana?. A cambio de la alegr¨ªa con la que ¨¦l ha querido que el pueblo subraye su enlace, Jean Claude Duvalier ha sido preciso en la amnist¨ªa que ha concedido: no son treinta, ni veinte, ni ning¨²n otro n¨²mero redondo los presos excarcelados, son, justamente, veintisiete. Un detalle m¨¢s: ha permitido que el l¨ªder democristiano, Sylvio Claude, en prisi¨®n desde hace un a?o, vuelva a la libertad.
Un peque?o conflicto familiar, sobre el que hab¨ªa rumores en Hait¨ª, ha sido desmentido categ¨®ricamente por el propio presidente: su madre no se opuso nunca, seg¨²n ¨¦l, al matrimonio con la joven divorciada.
Lo que le habr¨¢ perturbado m¨¢s a la viuda de Pap¨¢ Doc es lo que su hijo ha dicho sobre la continuaci¨®n de tan peculiar dinast¨ªa: Jean Claude Duvalier ha declarado que no pensaba nombrar heredero a la presidencia vitalicia de Hait¨ª al hijo que tuviese de su matrimonio.
Puede cambiar de parecer, porque todo lo puede en Hait¨ª; el pasado 29 de abril anunci¨® que iba a casarse con Michelle Bennet, de modo autom¨¢tico, de una forma que har¨ªa temblar de envidia a los que pasan largos a?os esperando la resoluci¨®n de sus conflictos matrimoniales: la jerarqu¨ªa cat¨®lica haitiana acab¨® con los tr¨¢mites detenidos del divorcio de la se?ora Bennet y la consider¨® oficialmente soltera y libre.
Desde anoche, la bella dama comparte el poder en Hait¨ª, donde su esposo lleva nueve a?os acariciando el cetro que le leg¨® su padre.
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