"Lo que el viento se llev¨®" cuarenta a?os despu¨¦s
Reestreno de la pel¨ªcula de V¨ªctor Fleming
Ayer se reestren¨® en Madrid una de las pel¨ªculas m¨¢s importantes de la historia de la cinematograf¨ªa, Lo que el viento se llev¨®, dirigida -entre otros- por Victor Fleming, con gui¨®n de Disney Howard, basada en la novela de Margaret Mitchell e interpretada por Vivien Leigh, Clark Gable, Olivia de Havilland y Leslie Howard. Pocas pel¨ªculas como la citada conservan su vigencia, belleza y capacidad de enso?aci¨®n cuarenta a?os despu¨¦s de su realizaci¨®n, en 1939.
Una rica heredera sudista, Scarlett O'Hara (Vivien Leigh), se enamora de su primo (Leslie Howard), pero ¨¦ste prefiere a su hermana Melania (Olivia de Havilland). Al estallar la guerra de Secesi¨®n, Scarlett debe asumir la direcci¨®n de la familia. Cortejada por el comerciante Rhett Butler (Clark Gable), que la salva del incendio de Atlanta, acaba por casarse con ¨¦l. Su car¨¢cter rebelde, su constante amor hacia su primo y la muerte de su hijo conducir¨¢ a este matrimonio a un callej¨®n si salida. Esta podr¨ªa ser, a grandes rasgos, la sinopsis de la pel¨ªcula, con una duraci¨®n originaria de tres horas, 35 minutos. Sin embargo, en el filme surgen historias paralelas de gran vitalidad, con personajes secundarios impecablemente perfilados a m¨¢s de connotaciones claramente pacifistas y antimercantilistas. En definitiva, la superproducci¨®n cinemat¨®gr¨¢fica es un canto de a?oranza por el sur norteamericano, la misma tierra que fascin¨® a numerosos literatos de aquel pa¨ªs, desde Faulkner a Cadwell.Lo que el viento se llev¨® fue iniciada por Georges Cukor, que realiz¨® toda la labor de preparaci¨®n y selecci¨®n de int¨¦rpretes, pero despu¨¦s de tres semanas de rodaje fue sustituido por Victor Fleming a requerimiento de Clark Gable ya que consideraba que daba demasiado realce a los papeles femeninos en detrimento de su labor. Fleming, que firm¨® la pel¨ªcula rod¨® nueve semanas, y Sam Wood las diez ¨²ltimas. El filme obtuvo tres oscars, y en 1967 se lanz¨® una nueva versi¨®n en setenta mil¨ªmetros.
La posibilidad de contemplar de nuevo esta gran saga sudista permitir¨¢ al espectador reflexionar sobre pel¨ªculas clave de los ¨²ltimos a?os, dispares s¨®lo en apariencia a la que firma Victor Fleming. Nos referimos a Novecento, de Bernardo Bertolucci, y a Siberiade, del sovi¨¦tico Kontchalovski, in¨¦dita en Espa?a por razones de dif¨ªcil comprensi¨®n. Estas tres pel¨ªculas, a nuestro juicio, poseen evidentes coincidencias e interinfluencias conceptuales y narrativas. Si en Lo que el viento se llev¨® se a?ora el sur secesionista, con su enorme carga de caballerosidad, honor y dignidad, cualidades espec¨ªficas de quienes se opon¨ªan al desarrollo industrial ilimitado, con su consiguiente dosis de mitificaci¨®n del mercantilismo, en Novecento se a?ora la creencia colectiva en ideales que hace tiempo demostraron su imposibilidad de aplicaci¨®n pr¨¢ctica, un marxismo puro, ingenuo e Inexistente, y en Siberiade se vuelve a mostrar la contraposici¨®n entre la vida rural, con el arraigo de sus tradiciones populares, y el desarrollo tecnol¨®gico -en este caso, el petr¨®leo- alentado por los bur¨®cratas de Mosc¨². Casualmente, los defensores del ?progreso? industrial, bur¨®cratas moscovitas y yanquis, coinciden en lo esencial para discrepar exclusivamente en el terreno de los significantes. Sin embargo, las tres pel¨ªculas citadas contienen las suficientes, intensas y bellas historias de amor para que el an¨¢lisis de las mismas no se reduce a a cuestiones supraindividuales. Probablemente la vigencia y perdurabilidad de estos tres frescos hist¨®rico-cinematogr¨¢ficos radique precisamente en esa capacidad de contar historias personales, imposibles o in¨²tiles de transcribir en palabras.
Babelia
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